La Federación Gráfica Bonaerense rechazó la iniciativa del Gobierno nacional de dejar de imprimir los billetes argentinos en el país para pasar a importarlos, lo que impacta en el trabajo de la Casa de Moneda y podría llevarla a su cierre. La imprenta estatal “es un establecimiento que cuenta con tecnología y estructura edilicia de excelencia”, sostuvieron en un comunicado y repudiaron que se decrete “la muerte productiva” del organismo. Además, se pronunciaron por la soberanía y la industria nacional.
El sinfín de medidas de ajuste del Gobierno de Javier Milei llegó a la imprenta estatal esta semana, cuando el Banco Central –su principal cliente- decidió rescindir los contratos, lo que llevó a que se parara la impresión de billetes a partir del mismo lunes y otorgar vacaciones a los trabajadores de esas áreas. Específicamente, decidieron frenar la fabricación de billetes de 1000 y 2000 pesos.
“El irracional ajuste que lleva adelante el gobierno del presidente Milei parece no tener límites, en las últimas horas acaba de anunciar que los billetes nacionales no se imprimen más en el país, a partir de ahora vendrán importados de China, Malta, Estados Unidos... de donde sea”, escribieron en el comunicado que lleva el título Casa de Moneda: el absurdo de importar la moneda nacional.
En ese sentido, desmintieron a las autoridades nacionales al señalar que “no es cierto que Casa de Moneda no puede ofrecer condiciones de calidad y precio”. Al contrario, precisaron que la planta gráfica ubicada en Don Torcuato “cuenta con la tecnología necesaria y personal sumamente calificado, es más, cuando fue Casa de Moneda privada, supo ganar mercados internacionales imprimiendo billetes para varios países de Latinoamérica, Asia y Africa ¿Porqué no podría ahora seguir produciendo para el país y volver a exportar a otras naciones?”, se preguntaron.
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También manifestaron que el dinero argentino “debería seguir imprimiéndose en Argentina” y que para concretar eso, “sólo hace falta voluntad para defender y potenciar la industria nacional, solo hace falta que al sentimiento de los gobernantes no le resulte indiferente reemplazar trabajo argentino por trabajo extranjero”, indicaron.
“¿Cómo puede el Banco Central de la República Argentina comprobar que es más caro imprimir en el país si ni siquiera le permite a Casa de Moneda participar en las licitaciones?”, dijeron en tono de denuncia. Además, dieron a conocer que el Banco Central, “mediante licitaciones privadas” acaba de comprarle a China 540 millones de billetes de 20.000 pesos argentinos cuyo costo final -incluido transporte internacional y seguros- no se conoce en detalle públicamente.
“Imprimir el papel moneda nacional en un país extranjero pudiendo hacerlo en el país, es resignar trabajo, seguridad en un aspecto estratégico, soberanía”, dijeron y defendieron la fuente de trabajo de las 250 familias que son representadas por la Federación.