Desde que asumió en su segundo mandato el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, abrió varios paraguas de contención para tener "la estructura ordenada" puertas adentro, y dar una batalla a nivel nacional. El economista, avizorando un brutal ajuste y una fuerte recesión por parte de Javier Milei, y con un peronismo derrotado por las urnas, se dedicó a "suturar" los espacios heridos y acomodar la tropa peronista.
Con el correr de los meses, y a medida que comenzaba a sufrir los recortes de las partidas económicas, el mandatario le fue dando forma a su gabinete y cedió lugares a las diferentes fuerzas que forman parte del amplio peronismo. "Cerró filas y le pagó a todos", explicó un dirigente de larga trayectoria dentro del partido fundado por Perón.
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Massismo y camporismo: Todos adentro y sin heridos
El Frente Renovador también tiene su espacio en el armado provincial del gobernador. Axel Kicillof y Sergio Massa mantienen una relación fluida y cotidiana. Desde el entorno del tigrense señalaron que "hablan con frecuencia" y no se olvidaron del resto: "Habla con todos".
Dicha fuerza posee el ministerio de Transporte bonaerense, bajo la órbita de Jorge D'Onofrio; administra la empresa Autopistas de Buenos Aires S.A. (AUBASA); y también tiene cargos en el directorio del Banco Provincia. En la Cámara de Diputados tiene 10 legisladores propios y en el Senado uno. Y cierra su estructura provincial con 20 distritos massistas.
Si bien la relación es buena, Massa bajó reglas de comportamiento para su base: “La orden es no meterse” en peleas ajenas, deslizaron desde la Legislatura bonaerense. Es decir, en caso de “roces” entre diferentes fuerzas, como la hubo días atrás entre La Cámpora y el gobierno provincial, el Frente Renovador no emitió ningún tipo de opinión pública. Otra norma de convivencia es “no tener ningún gesto”. Ni fotos que generen suspicacias, ni tampoco ausencias que generen malestares. Equilibrio en un transitar por demás delicado.
La Cámpora tiene el Ministerio de Salud (Nicolás Kreplak), de Ambiente (Daniela Vilar), una aliada en el Instituto Cultural (Florencia Saintout), y en Justicia y Derechos Humanos se encuentra Juan Martín Mena, hombre de Cristina Kirchner. En Diputados preside el bloque de Unión por la Patria y en el Senado también tiene su estructura.
El líder de dicha fuerza, Máximo Kirchner, llamó a elecciones para presidir el PJ bonaerense en noviembre. Hasta el día de los comicios será él la figura principal. “Va entendiendo que tiene que ayudar”, dijo un intendente del conurbano días atrás. Según pudo averiguar El Destape, hubo un llamado entre el hijo de Néstor y Cristina Kirchner y el gobernador que dejó la interna en el pasado. Sobre ello, desde el entorno de Kicillof dejaron en claro que “no hay tregua” porque “nunca hubo guerra”.
Un ministro bonaerense también se expresó sobre lo sucedido: “A los muchachos les cuesta conceder”. Y agregó: “Es una tensión constante que Axel sabe manejar muy bien”. Borrón y cuenta nueva.
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Lo que quedó del albertismo, y el movimiento Evita
Bajo la órbita del Ministerio de Producción, a cargo de Augusto Costa - hombre de confianza directa de Kicillof -, creó el Instituto de Asociativismo y Cooperativismo bonaerense (IPAC), que conduce Gildo Onorato, un referente de los movimientos sociales que también preside el partido La Patria de los Comunes. A principio de mes, el mandatario realizó un acto en Casa de Gobierno para lanzar el IPAC y sentó en primera fila al líder del Evita, Emilio Pérsico. Fernando "Chino" Navarro fue otro de los presentes, que aplaudió cada frase del Gobernador.
A principios de mayo, el ministro de Gobierno y uno de los hombres de mayor confianza del Gobernador, Carlos Bianco lanzó el espacio “Patria y Futuro” en La Plata. Allí, el dirigente pidió “trabajar y sostener la situación en los barrios", "construir una alternativa nueva, lo más amplia posible" y "denunciar públicamente todas las tropelías que está haciendo este Gobierno y salir a la calle a combatirlas”.
En ese espacio, Bianco tendrá el trabajo de sumar a todos los “sueltos” y “heridos” que pueden haber quedado tras la derrota nacional de 2023. Victoria Tolosa Paz, dirigente de Alberto Fernández, jugará dentro del espacio. La diputada, que el año pasado intentó disputar la gobernación, dejó en el olvido ese hecho y quedó bajo el ala de Kicillof. De esta manera, el ministro de Gobierno provincial deberá “suturar” y volver a “reconstruir” el daño que puede haber quedado latente.
Intendentes y gremios: unidos y encolumnados
Con los gremios provinciales, Axel Kicillof mantiene una paritaria abierta y ya otorgó cinco incrementos en lo que va de 2024. El ministro de Trabajo, Walter Correa, contiene desde su espacio a los gremios con lo que mantiene diálogo abierto y permanente. Los espacios sindicales no solo se enrolaron detrás del mandatario, sino que defienden públicamente al gobernador y apuntan como culpable de todos los males al presidente Javier Milei.
Los 84 intendentes del peronismo bonaerense hoy se muestran cercanos a Casa de Gobierno. Incluso, un alcalde “kicillofista” remarcó que el gobernador “comenzó a ganar espacios de manera muy genuina”. Y le sumó estructura y músculo político propio: “Cuenta con el respaldo de (de mínima) unos 60 intendentes directos”. La cuenta que hace es simple: de los 84 intendentes del amplio peronismo hoy denominado Unión por la Patria, 13 responden a La Cámpora, una veintena a Massa y el resto caratula como nuevo líder a Kicillof.
De esta manera, en el acto del Florencio Varela el sábado pasado, el Gobernador fue el único orador. Y detrás de él logró mostrar a todo su gabinete, dirigentes sindicales e intendentes que lo bancaban. El mandatario comienza a federalizar su gestión.
Kicillof saltó la grieta: fotos con Torres y Pullaro
Con la Ley Bases estancada, el 15 de mayo pasado, Axel Kicillof -uno de los dirigentes elegidos por Javier Milei para confrontar- rompió su cerco bonaerense y viajó a las tierras chubutenses gobernadas por su par macrista, Ignacio “Nacho” Torres, otro dirigente que sufrió en carne propia el escarnio público de Casa Rosada. El mandatario peronista saltó la grieta, desterró las diferencias políticas y mostró gestión a través de la firma de un contrato de comodato por el cual le entregó 15 ambulancias a Chubut y se comprometió a cooperar en materia sanitaria.
El mandatario ocupa espacios vacantes que deja Nación y construye un liderazgo que exceda al peronismo para torcer voluntades fiscales en Casa Rosada. Los gobernadores firmaron el convenio y brindaron una conferencia de prensa. Más tarde, almorzaron juntos y con intendentes de la provincia. Fue una foto entre el gobernador de la provincia más poblada del país y el de la segunda provincia petrolera más importante del país. "El trato fue excelente", dijo uno de los presentes de la comitiva bonaerense.
Dos días después, el 17 de mayo, Kicillof viajó hasta Santa Fe para reunirse con Maximiliano Pullaro y firmar un convenio que extiende el trabajo en conjunto entre ambos estados provinciales en la lucha contra el delito y las bandas criminales. En menos de cinco días el gobernador de la provincia más poblada de la Argentina viajó a dos jurisdicciones, que políticamente son contrarias, para saltar la grieta y remarcar que hay problemáticas "federales”. Una construcción de poder impensada años atrás en el seno kirchnerista.
Ese día los dos gobernadores mandaron un claro mensaje al presidente Javier Milei: "El delito organizado es un problema federal", dijo Pullaro. Kicillof remarcó que "nadie se salva solo", y que "los gobernadores trabajaremos en conjunto". Sobre las dos visitas a otras provincias, Gabriel Katopodis dijo: "Kicillof logró salir de la galaxia que propone Milei; del uno a uno. Logra pararse y poner el juego en otro pedazo de la cancha, y eso es acertado". "Que un gobernador peronista se siente con 2 gobernadores que son de otro signo político es un acierto de Axel", destacó.
De esta manera, el ministro de Infraestructura manifestó que "de Axel Kicillof hay que mirar lo que hace, y en lo que hace plantea una alternativa". A lo que sumó: "Lo que hace Axel está por encima de cómo actuó el peronismo en otras etapas".
Según pudo averiguar este medio hay dos provincias en el horizonte. La próxima sería La Pampa, gobernada por el pejotista, Sergio Ziliotto. El motivo sería finalizar una ruta que compromete a los dos estados. Aunque todavía no está definido. La frutilla del postre sería una foto que “hay que trabajarla”, ya que generaría un revuelo por demás interesante. Ni tan cerca, ni tal lejos, en el kicillofismo ven con buenos ojos visitar la provincia de Córdoba, gobernada por Martín Llaryora. En esa provincia Milei arrasó en las elecciones. “Hay que trabajarla”, repitió un ministro provincial. Todavía falta, los tiempos de la política definirán el cuándo, cómo y por qué.