Gestión y construcción transversal: los planes de Axel Kicillof para 2025

El gobernador bonaerense resiste a los embates constantes del gobierno de Javier Milei. No se corre un centímetro de su modelo político y lo replica día a día. El 24 de marzo recibió, por primera vez y manera unánime, apoyos y cánticos de las agrupaciones con miras al 2027. 

01 de abril, 2024 | 17.27

A medida que transcurren las semanas y la motosierra del gobierno nacional cala profundo en todos los estratos posibles, el gobernador Axel Kicillof resiste a los embates constantes y se centra en su modelo político de gestión que implementa en la vasta y golpeada provincia de Buenos Aires. Javier Milei lo posicionó en el centro rojo de un tablero de dardos y una reciente encuesta reflejó que es el principal dirigente opositor dentro de Unión por la Patria detrás de Cristina Kirchner. El ministro de Economía de la nación, Luis Caputo, dilata los giros a la provincia y hasta intenta frenarlos, por lo que su gestión, la tarea de sostener un “Estado Presente” y sus planes a futuro están llenos de obstáculos.

En las últimas horas llegó a los despachos de la dirigencia política una encuesta que realizó la consultora Opinaia y que deja entrever que Axel Kicillof - quien es uno de los principales dirigentes opositores - podría comenzar a delinear su imagen como uno de los líderes del peronismo. Durante la primera quincena de marzo la consultora realizó un relevamiento en el que si bien la opción de que "por ahora nadie" lidera el espacio de "principal dirigente opositor", el gobernador bonaerense está entre los primeros puestos.

Ante la pregunta "¿Quién es el líder de la oposición al gobierno de Javier Milei?", quienes votaron al actual presidente en el balotaje, respondieron que "por ahora nadie" con un 44%, le sigue Cristina Fernández con un 28% y tercero asoma Kicillof con un 12%. El mismo interrogante fue realizado a mil votantes de Sergio Massa en el balotaje y el "por ahora nadie" quedó primero con un 34%, le sigue el Gobernador bonaerense con un 27% y aparece tercera CFK (23%). Es decir, el mandatario tiene los próximos meses para hacer crecer esas cifras.

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Además, su figura empieza a emerger desde las bases. El 24 de marzo en plaza de Mayo, en la histórica marcha por el día por la Memoria, Verdad y Justicia, el reconocimiento hacia su figura fue unánime. “Axel Presidente” y los dedos en V fue lo que la militancia le correspondió. También lo hicieron ajenos. “Hasta la izquierda se lo cantó”, contaron desde su entorno ¿Puede un gesto de tal magnitud adelantar los “tiempos de la política”? 

Axel Kicillof el 24 de Marzo (Foto de Estanislao Santos @esfotografia7)

No hay que cenar en el desayuno” es una frase que repite en varias oportunidades Carlos “Cuto” Moreno, uno de los dirigentes más cercanos de CFK. Tal es así que fue uno de los testigos de casamiento en La Plata entre los dos expresidentes. La frase es un dogma inclaudicable en el entorno de Kicillof. “No hay que acelerar los tiempos de nada, hay que dejar que decante”, dijo un funcionario de la mesa chica de Casa de Gobierno a El Destape

Un cercano 2025 

Con apenas cuatro meses del gobierno de Javier Milei, algunos espacios del peronismo empiezan a pensar en las elecciones de medio término como una oportunidad para recuperar algo del poder perdido y posicionarse de cara a unas lejanas presidenciables. ¿Qué papel jugará el gobernador de la provincia más poblada de la Argentina? Nadie quiere avizorarse ni anticiparse. 

Sin embargo, y según pudo averiguar este medio, una vieja jugada política empieza a tomar fuerza. Tras la derrota de Cristina Fernández contra Mauricio Macri en 2015, la dirigente más importante de los últimos años no tomó la clásica postura de ser solo “opositora” al gobierno de derecha. Si bien, el hijo de Franco Macri la combatió desde el día 0, CFK le respondió encabezando una lista de medio término en 2017 y sostuvo un piso de 33 puntos. Desde allí, la líder de aquel peronismo construyó lo que sería la fórmula de 2019. 

En este escenario, Axel Kicillof “se pondría la campaña al hombro de 2025” y se posicionaría como “el dirigente” que contrapondrá su modelo de país al que gobierna actualmente. Una jugada que, de salir bien en las urnas, lo dejaría muy empoderado de cara al 2027. Y además, el peronismo tendría un Congreso mucho más afín al actual. “No necesariamente hay que tener un mismo apellido para ser ‘hijo político’ y encabezar el desafío que se aproxima”, deslizó un dirigente peronista del conurbano profundo sobre las disputas de liderazgos y el rol del Gobernador. 

La maldición centenaria que azota a los Gobernadores

La “maldición de Alsina” es una suerte de estigma con más de 100 de vigencia que impidió a los gobernadores bonaerenses a llegar a la presidencia de la Nación. La misma nació cuando Adolfo Alsina - gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1866 a 1868 - intentó ser candidato a presidente en 1868 pero, debido al escaso apoyo que tuvo, sólo llegó a la vicepresidencia acompañando a Domingo Faustino Sarmiento. Desde esa fecha en adelante, cada gobernador de la provincia de Buenos Aires que apuntó al sillón de Rivadavia no lo concretó. ¿Será Axel Kicillof quien, de proponérselo en un futuro no tan lejano, pueda romper con esa maldición? 

Si bien la idea de “federalismo” es una posición política que el Gobernador pregona con el ejemplo - la semana pasada se mostró con su par santafesino Maximiliano Pullaro y firmaron un convenio de ayuda recíproca para combatir el narcotráfico - “no está pautado que Kicillof se muestre con más gobernadores”, sobre todo que no sean del peronismo. Tampoco se verá con intendentes que formen parte de otras fuerzas. “En términos políticos no está previsto”, indicaron, dando a entender que todo puede variar en lo que respecta a la gestión cotidiana y al sinfín de imprevistos que pueden acontecer. 

El mandatario analiza cada paso que da y evalúa cuando acelerar y cuando frenar en un vehículo que, poco a poco, comienza a ver en el espejo retrovisor la Casa de Gobierno. Falta mucho y el fuego amigo está latente. Son tiempos de templanza y espera.