La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, se refirió al trabajo realizado por el gobierno de Alberto Fernández en relación a las diferentes informaciones relacionadas con el avión venezolano retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hace ya varios días. Cada ministerio, dentro de sus funciones correspondientes, accionó en las horas previas y posteriores a dicho aterrizaje. "Se llevaron adelante todas las medidas", afirmó sin vueltas.
En conferencia de prensa, la funcionaria reforzó varias veces que el Gobierno nacional hizo todo lo que debía hacer con respecto a la situación que generó extremo revuelo en los diferentes medios de comunicación del país. "La aeronave circuló por los cielos de México, Paraguay, Uruguay. Fue detenida en Argentina. A través de todas sus oficinas, el Gobierno llevó adelante todas las medidas que había que hacer y todos los datos están a disposición, a la vista", aclaró.
Por otra parte, Cerruti anunció: "Ninguno de los miembros de la tripulación tenía ningún tipo de alerta ni ningún tipo de antecedente". Y además dio detalles sobre lo que ocurrió con el avión Boeing 747 Dreamliner de la firma Empresa de Transporte del Sur SA (Emtrasur): "La embarcación no podía cargar nafta porque las empresas proveedoras de esa nafta sí tenían una alerta por sanciones económicas del gobierno de Estados Unidos a los países, no a la aeronave ni a la tripulación. Por eso no se les proveyó de combustible, esa es la única alerta que existía".
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Más allá de las explicaciones técnicas en relación al avión y a las problemáticas que tuvo, Cerruti calificó de "novela periodística" a todo el tratamiento mediático que rodeó al hecho. "Entendemos que se pueda generar cierta sensibilidad, tratándose de un país con el cual Argentina sigue reclamando el esclarecimiento de los atentados sucedidos", señaló. Y cerró: "Lo que pasa es que a veces la novela periodística pasa los límites de los razonable. Más allá de la sensibilidad, que la entendemos, el resto forma parte de la novela que cada medio quiera hacer".
Cabe destacar que, al darse dicho aterrizaje, el ministro Alexis Guerrera mantuvo reuniones con las titulares de la Administradora Nacional de Aviación Civil, Paola Tamburelli y de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), Gabriela Logatto, para obtener un detallado informe sobre la tarea realizada. Según la información a la que accedió El Destape de esos documentos, el avión "fue debidamente autorizado" y se confirmó que nunca se apagó el "transponder" en la aeronave.
Por parte de EANA y el control de navegación aérea desmintieron que el avión volaba sin el transponder prendido. "Se ve en flight radar 24 poniendo la matrícula que están todos los recorridos. Y de todas maneras si eso sucediera se activarían todos los protocolos para buscar en caso de que no aparezca en los radares de acá, que es otro sistema al transporte y EANA siempre vio al avión en sus sistemas", expresaron fuentes de Transporte.
Además, desde el mismo ministerio indicaron a El Destape que "el avión por parte de ANAC fue debidamente autorizado en el marco de la OACI sin ninguna observación o prohibición". Tenía los papeles en regla para ingresar a la Argentina así como para el resto de los viajes. La tripulación venezolano-iraní tenía planeado volar de regreso a Venezuela el 7 de junio pero no despegó, tal como explicó Cerruti, porque no consiguió cargar combustible. Mientras que ninguno de los 19 tripulantes de la aeronave tenía algún impedimento para ingresar a la Argentina. Según se desprende de Migraciones, no había pedidos de captura o alertas rojas de Interpol. El chequeo incluyó cruces con organismos internacionales.