A través del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el Gobierno confirmó este lunes que uno de los tripulantes del avión venezolano retenido en el aeropuerto de Ezeiza por actividad sospechosa, el capitán Gholamreza Ghasemi pertenece a la Guardia Revolucionaria de Irán, un grupo vinculado al régimen islamista de ese país y considerado como terrorista por Estados Unidos.
La Guardia Revolucionaria es una rama de las fuerzas armadas de Irán, destinada a proteger los fundamentos del régimen islámico que gobierna ese país desde la revolución de 1979. Además, las fuerzas militares de Irán están compuestas por otras dos ramas tradicionales: el Ejército y la Policía.
La Guardia Revolucionaria tiene un total de 125.000 efectivos, lo que incluye activos tanto terrestres como navales y aéreos. Aunque posee cerca de un tercio de los efectivos del Ejército, es considerada sumamente poderosa por su cercanía política al ayatolá, el líder supremo iraní, cargo vitalicio que ocupa desde 1989 Alí Jamenei.
A su vez, Ghasemi fue acusado de ser parte de la Fuerza Quds, una milicia especial de élite de la Guardia Revolucionaria compuesta por entre 7.000 y 10.000 miembros destinada a operaciones fuera del territorio iraní así como en inteligencia.
La Fuerza Quds también fue relacionada al financiamiento de organizaciones terroristas de otros países como Hezbollah en el Líbano o Hamás en Palestina.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y el terrorismo
Aníbal Fernández señaló este lunes que "esta Fuerza Quds se movió con empresas designadas posteriormente como terroristas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos".
Fue el expresidente de ese país, Donald Trump, quien incluyó a la organización estatal iraní en la lista de asociaciones terroristas en 2019, como forma de "reconocer la realidad de que Irán no es solo un Estado que apoya el terrorismo sino que la Guardia Revolucionaria participa en él, no financia y lo promueve como una herramienta del aparato estatal". Los otros dos países que también la consideran una organización terrorista son Arabia Saudita y Bahrein.
Aun así, la Guardia Revolucionaria de Irán no figura entre las organizaciones consideradas como terroristas por parte del Estado argentino, ya que no está en el Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento (Repet) elaborado por el Ministerio de Justicia, en base a registros de la ONU.
En cambio, el Estado argentino sí considera como terrorista a Mohsen Rezai, histórico comandante de la Guardia Revolucionaria entre 1980 y 1997, uno de los acusados por la Justicia argentina como autores intelectuales del atentado a la AMIA en 1994.