El grupo de al menos 5 jóvenes que vendía copos de azúcar junto a los dos detenidos por el intento de asesinato de CFK está en el foco de los investigadores. Todo indica que Fernando Sabag Montiel y su pareja Brenda Uliarte no actuaron solos en su intento de asesinar a CFK el pasado 1 de septiembre. La jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo analizan si estas personas, que por ahora declararon como testigos y aportaron sus celulares, tuvo algún tipo de participación en el ataque.
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Una serie sucesos alimentan las dudas sobre su participación en el intento de magnicidio:
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- Estuvieron junto Brenda pocas horas después del ataque.
- Al menos dos ellos subieron mensajes amenazantes en las redes y aplicaciones de mensajería apenas se ejecutó el intento de magnicidio.
- Uno de ellos borró todos sus posteos y red de amigos de Facebook en las últimas 24 horas, tal como constató El Destape.
- También borraron de sus celulares chats que intercambiaron tras el intento de homicidio de la vicepresidenta.
- Incurrieron en contradicciones cuando declararon en programas televisivos, adonde concurrieron luego de que Uliarte fuera detenida.
- El carrito de algodones de azúcar aparece en los días previos al ataque en los alrededores de la casa de Cristina y se sospecha que al menos uno de los integrantes del grupo estuvo allí haciendo un relevamiento de la zona.
- La Justicia investiga si usaban cuentas falsas para comunicarse.
- Mientras esto sucede, la Policía de Seguridad Aeroportuaria avanza en el peritaje de 8 teléfonos celulares. Por ejemplo, en el de Brenda se halló una carpeta “segura”, es decir, una especie de coraza para impedir un acceso fácil a los archivos que allí estén guardados.
A su vez, mientras desde la oposición y los medios hegemónicos buscan instalar que el ataque lo realizaron dos lobos solitarios, se conocieron registros de cámaras de seguridad que alimentan la tesis de una organización incluso mayor a la del grupo de los algodones de azúcar. El Destape, por ejemplo, reveló que Brenda participó de la violenta marcha opositora 18A que se realizó el 18 de agosto pasado frente a la Casa Rosada y que impulsó la agrupación Revolución Federal. El referente de ese espacio, Jonathan Morel, salió a despegarse de los atacantes de CFK: "Jamás los vimos", dijo a La Nación. Brenda había posteado que estaba en esa movilización y hasta subió fotos a su Instagram.
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El 1 de septiembre, pasadas las 16, es decir, pocas horas antes de gatillar la Bersa .32 en la cabeza de CFK, el agresor y su pareja estuvieron en un Mc Donalds del centro de Quilmes, donde realizaron una maniobra que llamó la atención de los investigadores. Allí, una mujer que estaba sentada en una de las mesas del local dejó caer un papel y se retiró. Brenda recogió ese papel y se lo dio a Sabag Montiel que lo leyó y lo tiró al tacho de basura y luego se fueron. ¿Había alguna indicación a seguir?
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Quién es quién
El grupo de jóvenes que supuestamente vendía copos de azúcar hizo su presentación pública el viernes 2 de septiembre, al día siguiente del ataque a CFK, en una entrevista que brindaron en el noticiero de Telefé. Fueron junto a Brenda Uliarte. Este miércoles dos integrantes del mismo grupo volvió a presentarse ante las cámaras de televisión. En esta ocasión fue en Telenoche.
Quien llevó la voz cantante del grupo en la entrevista de Telefé fue Nicolás Gabriel Carrizo, quien se presentó en sociedad como el encargado del emprendimiento de los copos de azúcar. Se cree que pudo haber estado en los alrededores del domicilio de CFK los días previos al ataque. Durante la exposición en TV por momentos corregía el discurso de Brenda ante los conductores.
En su estado de Whatsapp Carrizo tenía mensajes amenazantes. Por ejemplo, a las tres horas del ataque a Cristina subió un mensaje que decía: “Seguro el próximo sos vos Alberto! Tené cuidado!”. También subió otro que decía: “El Gobierno es vulnerable y espero que les quede claro…Nosotros somos los que mantenemos a estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación Argentina”. En dialogo con Telenoche, este último miércoles, dijo que esos mensajes fueron “una gilada mía”. “Yo no tengo absolutamente nada. Entregué mi celular. Le pido disculpas al señor Presidente. Tengo mi posición política pero fue una gilada política”, añadió.
Ante Telenoche dijo que conoció a Brenda hace tres meses. Y respecto a sus compañeros dijo que “ellos salían a vender, yo organizaba digamos los lugares donde ellos iban y si en algún momento ellos me decían 'quiero ir para un determinado lugar', ellos iban. Yo no sé ni donde vive Cristina”. En otro pasaje de la misma entrevista dijo que no hablaban de política algo que se contradice con lo que relató otro de sus compañeros entrevistado en el mismo programa.
En el estado Whatsapp de Carrizo también figuraba un chat misterioso que él mismo había subido donde haba con un tal “Checho” (se estima que es otro integrante del grupo, podría ser Sergio Orozco): Allí Checho le cuenta que “me va a tener vigilado”. Todo indica que un tal “Marcelo”. También le contó que lo paró alguien cuando llegó a su casa. “Dice ser policía, es tipo encubierto y buscaba a alguien”, le añadió. Carrizo buscó tranquilizarlo: “No te hagas problema. Vos actua normal”. Y le envía dos audios. Checho entonces lo consulta “cuanto tiempo más vamos a estar así. Yo ya me siento re arruinado”.
Otro integrante del grupo es Miguel Ángel Castro Riglos, que en Facebook actúa bajo el nombre de Miguel Ángel Smart. Tiene 24 años. Entre este miércoles y jueves borró sus publicaciones antiguas de Facebook y a información que había sobre su red de amigos. El Destape accedió a sus posteos antes de que los borrara. Al igual que Carrizo, el mismo 1 de septiembre, menos de tres horas después del atentado subió un meme muy sugestivo: “Toda Argentina en este momento: ‘Tenias un solo trabajo!’”. Al día siguiente continuó con el mismo tono en las redes: subió una foto de Messi con un revólver y tras escribir “Golazo” puso “todo tiene que hacer Messi, viejo”. Esos mensajes ya los borró. Lo mismo que otro texto que escribió en Facebook el martes, en el que pedía ayuda por una “urgencia”: "hola necesito su ayuda de bancarme a mi por un tiempo porque el lugar donde vivia ya no puede vivir por la presion' es urgente".
Castro Riglos fue apuntado por el diputado nacional Rodolfo Tailhade, quien escribió en Twitter:
Este miércoles, Castro Riglos –que también había ido a la entrevista en Telefé- habló con Telenoche. Dijo que justo el jueves a la hora del ataque estaban todos junto en la casa de Quilmes en la que hacen los algodones y que él fue el primero en enterarse. “Estaba sentado en la cama, veo el celular e inmediatamente investigo. Veo la foto del atacante y veo que es él. Me quedé perplejo”, dijo. Luego se refirió a Brenda: “Ella nos negó que estuvo con Fernando ese día”. No obstante, después dijo que “confesó que le daba bronca que no concretó el objetivo”. Respecto a Sabag Montiel, Castro Riglos buscó presentarlo como un loquito: “Era mitómano, grandeza de soberbia y baja autoestima. Le decíamos el ‘vendehumo’. Decía que iba a reescribir la historia”, afirmó y no se refirió a sus mensajes difundidos por redes el día del intento de asesinato.
Por otro lado, contradijo a Carrizo cuando aseguró que “Brenda sí mostraba actitudes muy antiperonistas”. “La mayoría del grupo somos antikirchneristas pero la única que decía que quería matar a Cristina era ella. Lo dijo abiertamente”, afirmó ante las cámaras. ¿Pero no eran que no hablaban de política?
Entre los amigos de Facebook de Castro Riglos figuraban Nicolás Gabriel Carrizo y Sergio Eduardo Orozco, integrantes del mismo grupo vinculado a los algodones de azúcar. También borró esa red de relaciones. ¿Quién es Orozco? Presuntamente el Checho que dialogó con Carrizo.
Sergio Eduardo Orozco tiene 25 años y figura como empleado del gobierno porteño entre 2020 y 2022. Aparece vinculado al Hospital Borda y al Hospital de Nuños Pedro de Elizalde. Según declararon en la Justicia es quien prestó la casa a la que se dirigió Brenda tras el ataque. Aparece en una de las entrevistas que le realizó Crónica a Sabag Montiel en Tigre, cuando le preguntan por Massa y él cuenta que vivía en San Martín.
El grupo se completa con Lucas Acevedo y Leonardo Volpintesta.
En sus declaraciones televisivas, todos buscaron despegarse de Sabag Montiel y dijeron que tenían miedo y no estaban al tanto de antemano de nada de lo que había pasado. Al menos Brenda quedó claro que mintió. La joven de 23 años fue detenida el domingo e imputada junto a su pareja de “haber intentado dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner –vicepresidenta de la Nación y presidenta de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”. Para los investigadores todo indica que ese acuerdo incluyó a más personas. El lunes, tras la detención de Brenda, el grupo se presentó ante la Policía Federal y desde allí fueron trasladados a Comodoro Py donde se les tomó declaración testimonial y dejaron sus celulares. Esos aparatos telefónicos están siendo analizados por los investigadores.
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Hipótesis en danza
Quienes sigue de cerca la pesquisa entienden que Sabag Montiel y Uliarte no actuaron solos: “Tenían un motor en algún lugar”, indicaron a El Destape. Consideraron que además de una posible participación del grupo de los copos de azúcar puede haber también un instigador ideológico y/o económico. “Hay mucha información para procesar”, añadieron. Entre ese material se cuentan los mentados 8 celulares, la computadora de Sabag Montiel y las cámaras que registraron lo que sucedía en la zona el 1 de septiembre y también los días previos.