El documento oficial, tras el atentado contra Cristina Kirchner. "Paz social", el pedido que unió a 500 mil personas en Plaza de Mayo

El escrito apuntó contra la dirigencia política y medios que difunden "un discurso de odio". Por último, hicieron un "llamamiento a la unidad nacional, pero no a cualquier precio".

02 de septiembre, 2022 | 18.06

El intento de magnicidio a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner conmovió a la sociedad argentina que no dudó en movilizarse a la Plaza de Mayo en apoyo a la líder política y en defensa de la democracia. Ante 500 mil personas que se congregaron en el lugar para rechazar los discursos de odio y la violencia política, la actriz y presidenta de Actores Argentinos, Alejandra Darín, leyó un documento que llamó a la paz social, y reclamó: "El odio, afuera".

Los puntos clave del documento titulado "La paz social" estuvieron concentrados en el repudio del atentado a Cristina Kirchner y la importancia de convivir en el marco del orden democrático, lejos del odio que impulsan ciertos dirigentes políticos. "Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante. Todos hemos visto movilizaciones donde se pasearon por las plazas más importantes de la Capital Federal bolsas mortuorias, ataúdes o guillotina", manifestó Alejandra Darín en un pasaje del documento.

Además, la actriz señaló la total conmoción del pueblo argentino -más allá de quienes simpatizan con la ideología peronista- en este atropello al sistema democrático. "En honor a todos nuestros compatriotas es que hacemos este llamamiento a la unidad nacional pero no a cualquier precio: el odio afuera", pidió Alejandra, llamando a un compromiso social para erradicar el accionar atroz de quienes predican la violencia.

 

El documento completo

"Frente al intento de asesinato de la principal dirigente política del país, nadie que defienda la República puede permanecer en silencio o anteponer sus diferencias ideológicas al repudio unánime que esta acción depara. No hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio. La solidaridad y el repudio de dirigentes de toda América Latina, de los EEUU, de Europa y del Papa Francisco, muestran que el mundo comprende cabalmente la gravedad de lo ocurrido. En el mismo sentido se expresó el movimiento obrero organizado, entidades empresarias, comunidades religiosas, asociaciones deportivas y demás organizaciones intermedias del país", expresó Darín.

"También gran parte de la dirigencia política nacional, a quienes agradecemos que comprendan que la convivencia democrática debe prevalecer sobre cualquier desacuerdo político. El 'límite', del que hemos oído hablar mucho en las últimas horas, no se cruzó ayer. Si no queremos que la intolerancia y la violencia política arrasen con el consenso democrático que hemos construido desde 1983 a la fecha, debemos contextualizar lo ocurrido anoche contra la vicepresidenta Cristina Kirchner: Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante. Todos hemos visto movilizaciones donde se pasearon por las plazas más importantes de la Capital Federal bolsas mortuorias, ataúdes o guillotinas", agregó.

En tono crítico y tras los vítores de la multitud, la actriz señaló: "No es inocente ni gratuita la legitimación de discursos extremos, de llamados a la agresión, de planteos que niegan legitimidad democrática del adversario político. Nadie es individualmente responsable por las acciones de otros, pero quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio deberán reflexionar sobre cómo han colaborado para que lleguemos hasta esta situación. La vida democrática es incompatible con el accionar de minorías violentas que pretenden llevar de las narices al resto de la sociedad, u obligar a determinada dirigencia a tomar posiciones cada vez más sectarias con tal de contentar a esa supuesta clientela electoral".

"La convivencia en el marco de un orden democrático también es el umbral de las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestros hijos y nuestras hijas. El daño que producen las acciones y las palabras violentas en las mentes de niños y niñas es una condena para el futuro de la Argentina. El pueblo argentino está conmovido, impactado por lo ocurrido, incluyendo a millones que no simpatizan con Cristina ni con el peronismo. En honor a todos nuestros compatriotas es que hacemos este llamamiento a la unidad nacional pero no a cualquier precio: el odio afuera", cerró Alejandra.

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