Juntos por el Cambio y los periodistas macristas dicen que el atentado a Cristina fue obra de lúmpenes. Lo despolitizan, le quitan importancia. Pero eso no cierra con el trabajo de inteligencia previa, ni con la pérdida de datos del celular del agresor, ni con los datos encriptados en el teléfono de la pareja del agresor. Tampoco con el contexto de odio que gestó el ataque.
La derecha se radicalizó durante la pandemia. Las marchas anti cuarentena atrajeron a grupos que parecían “unos loquitos” que exhibían guillotinas y bolsas mortuorias. El advenimiento y crecimiento de La Nación + apuró el proceso de radicalización.
Es evidente que Sabag Montiel y Brenda Uliarte no son dos loquitos sueltos.
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Ahora está claro que la novia del agresor tenía vínculos con uno de los grupos de derecha violentos, Revolución Federal –Brenda estuvo en la Casa Rosada la noche de fuego y bombas-, y está claro que hay un nexo discursivo entre los agresores de Cristina, los grupos violentos y el discurso de políticos y periodistas del macrismo. Las evidencias están a la vista.
El grupo Revolución Federal apareció el pasado 10 de mayo y lleva tres meses de actos violentos. Atacó la Casa Rosada con antorchas, agredió a Sergio Massa, estuvo cuando llevaron horcas, guillotinas y bolsas mortuorias a Plaza de Mayo en las celebraciones patrias del 25 de mayo y 9 de julio. El grupo también hizo escraches contra el Instituto Patria, contra Pablo Echarri, Juan Grabois y Jorge Ferraresi, entre otros.
Nación de Despojados irrumpe 5 días después, el 15 de mayo. Ambas agrupaciones articulan acciones y convocatorias, tanto en el territorio como en las redes. Y ambos coincidieron en la calle con las marchas convocadas por Juntos por el Cambio.
Sus expresiones de odio anti peronista son contundentes. El 9 de junio publicaron en sus redes sociales: “Todavía no encontramos al héroe que se anime a meterle un corcho a los parásitos”. El 28 de agosto, día del atentado contra Cristina, hay imágenes que prueban la presencia en la zona de Leonardo Sosa, fundador del grupo Revolución Federal, y de Gastón Guerra, del grupo de acción directa Nación de Despojados.
Las expresiones de Jonathan Viale y Eduardo Feinman en LN+ festejan este tipo de mensajes de odio y escraches, lo que incentiva a repetirlos.
La secuencia de acciones violentas se vuelve vertiginosa:
*El 4 de julio realizaron un escrache violento en la Quinta de Olivos, impidiendo que se lleve a cabo una conferencia de prensa por la asunción de Silvina Batakis. En la protesta del 9 de julio son los responsables de la colocación de la Guillotina con la leyenda TODOS: PRESOS, MUERTOS O EXILIADOS
*El 22 de julio participan de un escrache violento al edificio del Instituto Patria
*El 27 de julio publican un volante de convocatoria a la manifestación del #8A con el siguiente mensaje: “Si tenés miedo, no vengas. ESTA NO SERÁ UNA MARCHA PACÍFICA”
*El 4 de agosto realizan un escrache a Sergio Massa en las inmediaciones de la Casa Rosada.
*El 11 de agosto realizan un escrache a Pablo Echarri a la salida del Teatro. Graban un video y lo publican en sus redes.
*El 12 de agosto escrachan el Ministerio de Economía y el Banco Central con la consigna “Es hora de que sientan la persecución y afronten las consecuencias”.
*El 14 de agosto Brenda Uliarte y Fernando Sabag realizan la entrevista en Crónica TV. Ese mismo día Revolución Federal publicó un fragmento de ese video en sus redes con el texto: “Brillante exposición de una laburante que se planta a una planera”.
*El 18 de agosto realizan la marcha de antorchas en Plaza de Mayo en la que se registran hechos de violencia. De esa marcha participa, tal como ella misma publica en sus redes sociales, Brenda Uliarte.
*El 28 de agosto se infiltran en las manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta. Ellos mismos registran su presencia en el lugar y lo publican en sus redes sociales
Ese día se registra un hecho a investigar: mientras en la calle se realizaban manifestaciones de apoyo a Cristina, Leo Sosa de Revolución Federal y Gastón Guerra de Nación de Despojados ingresan al departamento de la vecina que vive en el piso de arriba de CFK.
¿Cómo llegaron Leo Sosa de Revolución Federal y Gastón Guerra del grupo Nación de despojados a ingresar a su departamento? ¿Cuál es la relación política entre ellos? La explicación de que son clientes de una amiga de la vecina tiene gusto a poco.
Hay lazos entre los agresores y los grupos violentos, y hay -cuanto menos- coincidencias de tonos e ideas entre los grupos violentos y dirigentes libertarios y de Juntos por el Cambio. Obviamente, todos son votantes del ala dura de juntos y de los libertarios. El 2 de septiembre, Sosa tuiteó en favor de la presidenta del PRO por su reacción ante el intento de asesinato de Cristina: “Bullrich 2023 mas que nunca”.
El nexo narrativo es evidente. Los grupos violentos que aparecen emparentados a los agresores repiten el discurso violento de los medios macristas y los halcones de Bullrich y los libertarios. Un ejemplo de decenas que hay en redes: Revolución Federal definió al Instituto Patria como “Aguantadero K” en un escrache. Lo difundieron en Instagram el 22 de julio: “Fuerte escrache en las puertas del Instituto Patria: huevazos, basura y verduras en el aguantadero K”. La palabra “aguantadero” en relación al kirchnerismo había sido inoculada por Jorge Lanata desde PPT en 2016, a través de un informe titulado “los aguantaderos K”.
El 8 de junio de 2022, Jonathan Viale hizo en LN+ un editorial sobre el “aguantadero de inmorales”, con las fotos de CFK y Alberto de fondo. En ese segmento habló del “peor gobierno de la historia democrática” y lo definió “como un aguantadero de inmorales”. Macri también utilizó el término en 2017. Habló entonces de “dejar de lado la intervención nociva que ha tenido la política en transformar el Estado en un aguantadero”.
El 26 de agosto pasado, Revolución Federal dio cuenta de una manifestación en la residencia presidencial: “Postales de la visita que le hicimos al mafioso garca de Alberto Fernández en la quinta de Olivos, el día de ayer a la tarde. Creen que amenazar al fiscal Luciani es GRATIS? La clase media los va a perseguir hasta que se vayan. Todos los delincuentes”, escribieron en la red social. La “amenaza” a Luciani fue instalada por los medios hegemónicos de comunicación luego de una frase de Alberto Fernández en A Dos Voces que no fue amenazante. Fernández lo explicó. Dijo que dado que en una entrevista en TN le preguntaron por Nisman a modo de paralelismo con Luciani, él contestó diciendo lo que "francamente" cree respecto a la muerte del fiscal que estaba a cargo de la UFI AMIA. ¿Qué había dicho? "Nisman se suicidó" e indicó que esperaba que el fiscal Diego Luciani "no haga algo similar". Acto seguido, los referentes de Cambiemos se tomaron de esa declaración y hasta lo denunciaron penalmente.
El mismo día del escrache de Revolución Federal, Patricia Bullrich –otra vez- dijo: “Entre todos tenemos que cuidar que esto que está sucediendo no lleve ni a la violencia, ni a la posibilidad de amenazas al fiscal y mucho menos la muerte, como fue el caso Nisman”.
En el buscador de Clarín a Messi lo nombran 150.000 veces, a Maradona 125.000, al Papa Francisco 142.000, y a Macri 186.000 veces. A Cristina Kirchner la nombran 2.390.000, 16 veces más que a cualquier otra persona de peso político
¿Por qué la nombran tanto? Para demonizarla, para deshumanizarla y que entonces sea eliminable.
La odian porque le dio el 52% a los trabajadores y el 48 a los patrones, porque les sacó el negocio de las AFJP, les sacó YPF, Aerolíneas y tanto mas
Quieren escarmentar a los que vienen para que nunca más haya una Cristina.
En Europa los discursos de odio son contra los extranjeros, en latinoamérica son contra los gobiernos populares.Se elije un enemigo para echarle la culpa del despojo que deja el sistema.
El neoliberalismo se adueñó de medios y redes y desde ahí logró que las consecuencias de sus políticas generan que la sociedad, en vez de ir hacia la izquierda, vaya hacia el fascismo. Según una muy alta fuente del gobierno, en el país se detectaron decenas de estos grupos fascistas. Todos con relaciones con policías, militares y servicios de inteligencia.
Si no lo reconocen, no lo cambiarán. Y si no lo cambian, la situación puede repetirse, y las consecuencias pueden ser trágicas. No pueden parar porque el odio es su campaña.
La respuesta del movimiento popular debe tener 3 patas:
1- La paz. El amor, jamás el odio, porque es la negación de la política. Y si no hay política ¿qué hay?
2-Aislar a los sectarios. Ellos son una secta, la secta del odio
3-Una respuesta económica contundente a los trabajadores. El que está bien quiere tranquilidad, el que está mal se prende con el odio
A pocos días del atentado sabemos que seguirán con el odio. La respuesta debe ser rápida y eficaz.
Es necesario un gobierno pacificador y firme. Pero fundamentalmente, peronista.