José Ubeira, abogado de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa que investiga el atentado en su contra, aseguró este domingo que una exsecretaria de Gerardo Milman pidió borrar de su celular las pruebas que comprometían al exsecretario de Seguridad y acusó de complicidad a la jueza María Eugenia Capuchetti.
"Cuando planteamos en la primera audiencia que había que tomar los teléfonos a las asesoras de Milman, la jueza (Capuchetti) no hizo lugar, con lo que se abrió una ventana de 60 días para recusarla. Esto dio tiempo a que se borraran los teléfonos", señaló Ubeira en declaraciones a C5N.
Se trata de Ivana Bohdziewicz, una de las excolaboradoras de Milman en el Congreso, aparentemente despedida a principios de este año, y quien lo acompañaba el 30 de agosto pasado en el bar Casablanca cuando un testigo de la causa le escuchó decir -según declaró luego en el expediente- “cuando la maten voy a estar camino a la costa”.
A partir de declaraciones de Bohdziewicz ante la fiscal Alejandra Mangano que se conocieron este domingo, Ubeira relató que esta excolaboradora de Milman no pudo borrar todos los mensajes por lo que "la Policía de Seguridad Aeroportuaria recuperó un mensaje de agosto, cuando decía que 'borren todo'".
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Luego, el abogado de CFK acusó de complicidad a la jueza de la causa. "Capuchetti habilitó una ventana para que hicieran desaparecer toda la información", dijo, y anticipó que "ampliaremos la queja ante la Corte Suprema por las recusaciones".
Según afirmaron desde Télam y Página 12 este domingo, Bohdziewicz declaró que el borrado del contenido de su celular lo hizo “un perito” presuntamente facilitado por Milman en oficinas que atribuyó a Bullrich. El hecho habría ocurrido en noviembre pasado, después de la primera declaración testimonial que brindaron tanto Bohdziewicz como su otrora compañera Carolina Gómez Mónaco y cuando ya estaban al tanto de que existía la posibilidad -porque estaba en debate- de que les fueran secuestrados o reclamados sus teléfonos celulares.
Télam aseguró también que Bohdziewicz “no refirió" ahora que "se hubiera borrado información relativa al intento de atentado contra la vicepresidenta” sino que volvió a referirse a información vinculada a su intimidad, aunque agregó que el borrado incluyó contenido laboral.
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De constatarse la maniobra en los términos en los que fue relatada, podría estarse ante una hipótesis de encubrimiento o manipulación de la prueba.
Cuando declararon el 1º de diciembre pasado, el fiscal Carlos Rivolo le había preguntó a Bohdziewicz si en su teléfono celular tenía conversaciones con Milman, a lo que ella había respondido: "Sí, de temas laborales. Pero quiero aclarar que las borré. Tanto los mensajes como las fotos, porque sentí que se podía violar mi intimidad si me pedían mi teléfono. Yo borré todo porque no había posibilidad de seleccionar sólo algunas cosas y tenía fotos intimas mías comprometedoras. Para eso me asesoré”.