La jueza María Eugenia Capuchetti ordenó extraer el contenido y las comunicaciones de un celular perteneciente a Gerardo Milman, diputado y exjefe de campaña de Patricia Bullrich. Este teléfono, que el diputado entregó voluntariamente el 22 de agosto, quedó en el centro de atención debido a las denuncias de la querella de Cristina Fernández de Kirchner. Argumentaron que se trata de un modelo de teléfono -un iPhone 14 Pro-, que no existía en el mercado antes del intento de magnicidio del 1º de septiembre del año pasado, y que Milman comenzó a utilizar a mediados de noviembre.
La investigación sobre la llamada "pista Milman" comenzó hace casi un año y un mes, cuando un testigo declaró haber escuchado al diputado decir, dos días antes del atentado, "cuando la maten yo estoy camino a la costa". La declaración desató una serie de interrogantes en torno a la presunta participación o conocimiento de Milman en relación con el atentado.
Debido a que Milman no proporcionó la clave de acceso al teléfono, la jueza solicitó al Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales "Buenos Aires" de la Gendarmería Nacional que informe si cuentan con los medios y equipos técnicos necesarios para extraer información del dispositivo electrónico y cuál será la modalidad de trabajo a emplear. La querella teme que la respuesta sea negativa, lo que añadiría más complejidad a una investigación que se desarrolla en cámara lenta.
En su resolución, la jueza ordenó que se investigue todo el contenido del teléfono desde el 1 de julio de 2022 hasta el 10 de mayo de 2023. Esta última fecha es relevante ya que corresponde a la declaración de Ivana Bohdziewicz, una asesora que afirmó haber sido llevada a oficinas de la candidata a presidenta Patricia Bullrich para borrar el contenido de su teléfono, donde se encontraba Milman, cuyo teléfono también fue, según ella, "manipulado". Otra asesora, Carolina Gómez Mónaco, recibió instrucciones para comprar un nuevo iPhone y cambiar la clave de acceso.
Las dos asesoras, Bohdziewicz y Gómez Mónaco, estaban presentes con Milman en el bar Casablanca cuando el testigo Jorge Abello escuchó la famosa frase que levantó sospechas.
La resolución establece acotar el rastreo a datos relacionados con los hechos ventilados en la causa y pide que se preserve cualquier información que no guarde relación estricta con el caso. El detalle favorece al legislador, quien tiene otras causas pendientes, como posible lavado de dinero y enriquecimiento.
El abogado de Milman, Manuel Barros, informó que el diputado posee tres líneas telefónicas adicionales, y la Cámara Federal debe tomar una decisión en los próximos días sobre si se pueden analizar estos dispositivos. En caso afirmativo, la Cámara de Diputados deberá aprobar una nueva autorización para llevar a cabo esta medida. La audiencia sobre este asunto tuvo lugar la semana pasada, y la resolución se espera en breve.