La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Ángela Ledesma y Alejandro W. Slokar, rechazó este miércoles el recurso presentado por la defensa de Gerardo Milman contra la orden de secuestro de su teléfono celular en el marco de la causa que investiga el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Para los magistrados, el pedido de Milman de dar marcha a atrás con el secuestro de su celular no tenía argumentos suficientes para que la Cámara interviniera sobre la decisión de la Sala I de la Cámara Federal, que el 17 de agosto pasado -con la disidencia de Mariano Llorens- había ordenado el secuestro del teléfono de Gerardo Milman a partir de la sospecha, fundada en la declaración de una de sus asesoras, de que el diputado las convocado para eliminar la información que podría ser de interés para la investigación del intento de magnicidio contra la Vicepresidenta.
Luego, la Cámara de Diputados autorizó el secuestro del "celular o los celulares" del diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman y el acceso a la información y comunicaciones que contengan.
La resolución de la Casación resulta de especial relevancia por dos razones. Por un lado, pone fin a posibles planteos de nulidad por parte de la defensa. Por otra parte, al confirmar lo actuado, obliga a cumplir adecuadamente con lo ordenado, ya que Milman solamente aportó a la causa un celular que no tenía al momento del atentado y que tampoco utilizó en las semanas posteriores.
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La denominada "pista Milman" comenzó a investigarse el 23 de septiembre pasado: esa tarde un asesor del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Jorge Abello, se presentó ante la jueza María Eugenia Capuchetti y dijo que había escuchado al legislador opositor referirse al atentado antes de que ocurriera.
"Cuando la maten yo estoy camino a la costa", fue la frase que Abello dijo haberle escuchado decir a Milman en el bar Casablanca el 30 de agosto, oportunidad en la que el legislador se encontraba acompañado de dos asesoras que ya declararon en el expediente y negaron que esa frase hubiera sido pronunciada. La orden para secuestrar el celular, entonces, se dispuso tras la declaración de una de sus asesora de Miman que contó ante la Justicia que había sido convocada por el entorno del legislador para eliminar la información de su teléfono celular, que podría ser de interés para la investigación del intento de magnicidio contra la Vicepresidenta de la Nación.
Objetivos y expectativas ante la pericia
Cuando ordenaron el secuestro del celular, los jueces de la Cámara Federal porteña establecieron la búsqueda de información en el teléfono de Milman deberá "enmarcarse estrictamente al análisis del contenido relevante en torno a los hechos ventilados en la presente causa, debiendo preservarse toda aquella información que no guarde estricta relación con el caso”. Para ello, -explicitaron- "se deberá asegurar que, ni bien se produzcan los primeros resultados de las diligencias, esa información sea recibida únicamente por el juzgado, a los efectos que la magistrada esté en condiciones de determinar cuáles datos son ajenos al legajo -imponiendo su eliminación- y cuáles sí pueden ser destinados a la actividad de los auxiliares de la justicia y al conocimiento de todas las partes legitimadas".
Los jueces Bruglia y Bertuzzi, quienes autorizado la medida, demarcaron que "la extracción de información del teléfono en cuestión deberá limitarse a un acotado y prudente lapso temporal -abarcado desde el 1° de julio de 2022 al 10 de mayo de 2023-". La expectativa de que pueda hallarse información útil para la causa en el teléfono de Milman es muy baja, sin embargo, porque, entre otras cosas, pasó mucho tiempo ya desde el hecho ocurrido el 1 de septiembre pasado, reconocieron los abogados de la querella cuando se hizo la audiencia para reclamar que de todas formas se realizara.