En el primer discurso público tras el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el presidente Alberto Fernández lamentó que "el discurso del odio y las expresiones violentas fueron volviéndose moneda corriente" y pidió: "No les demos más espacio a los cultores del odio". En ese sentido, lamentó: "La Argentina está lastimada".
Fernández afirmó que "la memoria democrática no recuerda una imagen tan tremenda como aquella que vimos cuando alguien martilló una pistola a escasos centímetros de la cabeza de nuestra vicepresidenta", a la vez que añadió: "Haya sido como consecuencia de un milagro o de una falla mecánica, el homicida no logró su objetivo y eso nos alienta hoy a poder reflexionar sobre lo ingrato del hecho que deja al descubierto el tiempo en el que vivimos".
El Presidente se expresó así en un encuentro con empresarios en el marco de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), en el predio de La Rural. Según sostuvo, tiene la "certeza" que "quien intentó llevar adelante un magnicidio no es un monstruo escapado de alguna tierra lejana, ni viene de otra galaxia, ni nació marcado para ser asesino", sino que "un miembro de nuestra nación, nuestra comunidad, nuestro país, que un día se ubicó fuera de los márgenes de la democracia, lleno de odio, de violencia, de rencor, y rompió nuestro acuerdo de convivencia, nuestro pacto democrático".
En referencia a los "discursos de odio", el Presidente puso como ejemplo a las "decenas de personas" que colgaron "bolsas mortuorias de las rejas de la Casa de Gobierno" con "nombre y apellido para que la intimidación surta efecto" o medios de comunicación que "corren presurosos para difundir la escena y hasta lograr los testimonios de los autores del 'montaje'", o la acusación contra "una expresidenta", por Fernández de Kirchner, que hace que "dirigentes opositores alcen discursos impiadosos en redes sociales y en medios de comunicación y para que un diputado se monte en el hecho reclamando la pena de muerte para la acusada".
Y continuó: "Un diario de alcance nacional anuncia en tapa a cuatro columnas que los patrimonios del presidente y de la vicepresidenta se triplicaron de un año para el otro. La información es aviesamente falsa. Pero eso no importa porque el objetivo no es informar si no solo generar indignación en quien lo lee". En ese marco, se preguntó: "¿Cómo fue que sucedió que la decrepitud de los discursos antidemocráticos acabara cooptando los espacios mediáticos y las redes sociales? ¿Cómo fue que un diputado nacional convoque al enfrentamiento de un pueblo afirmando 'son ellos o nosotros'?". Esto último, aludiendo al legislador de Juntos por el Cambio Ricardo López Murphy.
"La diversidad es constitutiva de una sociedad y el respeto a la diversidad es la regla que en democracia se impone", planteó, a la vez que reclamó no "poner en tela de juicio" que en la "sociedad todos estamos incluidos y todos debemos respetar y ser respetados en nuestra individualidad".
En ese sentido, Fernández recordó que la democracia argentina "cumplirá cuarenta años de vigencia ininterrumpida" que "pagamos con vidas, con desapariciones, con torturas, con exilios y con muchas otras frustraciones", por lo que pidió "crecer en paz y unidos".
"No les demos más espacio a los cultores del odio, a los que se valen de la libertad de opinar para difamar y desalentar al pueblo, a los que se encumbran en la democracia solo para desprestigiarla con discursos que no dejan de repudiarla, a los que siembran la violencia con el solo objeto de enfrentarnos", señaló el Jefe de Estado
"Dijimos Nunca Más, no solamente a la dictadura militar, las desapariciones y la tortura", señaló Fernández, sino "al odio, a la violencia, a la persecución, a los desencuentros, a la falta de justicia y de debate democrático". En ese sentido, afirmó: "Somos el Gobierno de los argentinos que quiere convocar a su pueblo a vivir en unidad y en paz. Ambas son condiciones esenciales para salir de estos años difíciles que hemos debido atravesar"
Hacia el final, recordó que un día como hoy pero de 1930 se produjo el golpe de estado contra Hipólito Yrigoyen, hecho que inició una "práctica nefasta para la salud democrática de la Argentina". Según señaló, ante "momentos graves debemos estar muy alertas, porque después nos lamentamos por todo aquello que no hicimos y estaba en nuestras manos poder hacer".
También destacó que con el intento de asesinato de la Vice, "el pueblo argentino se conmocionó y salió a las calles a expresar su repudio", en una movilización en la que "no hubo un solo acto de violencia" sino un "pueblo conmovido reclamando paz y respeto en la convivencia". Por último, sentenció: "Cuidemos nuestras instituciones. Protejamos a la democracia de todos aquellos que la desprecian. No son ellos o nosotros. Somos todos y todas; el pueblo de la Nación argentina".
"Necesitamos mejorar el poder adquisitivo de los salarios"
El Presidente planteó ante los empresarios de la construcción la necesidad de "necesidad de mejorar el poder adquisitivo de los salarios", pero destacó a la industria como el "motor de la economía" y un "termómetro de la marcha" de la misma.
Fernández enfatizó la "necesidad de mejorar el poder adquisitivo de los salarios", por lo que reclamó "trabajar juntos sector público y sector privado, las universidades y las diferentes ONGs que estudian estos temas" para "generar proyectos que se traduzcan en obras" que "impacten en nuestra población", aludiendo al lema de la convención. "Tenemos muchas demandas insatisfechas. Esto debemos pensarlo más que como un déficit como una oportunidad", sentenció.
Fue así, que remarcó que en Argentina el consumo interno está "cerca del 70% de lo que producimos" y que "la salud de los negocios está en directa relación con la capacidad adquisitiva de los salarios", por lo que rechazó "pensar en un mercado interno poco dinámico o concentrado en un porcentaje reducido de nuestra población".
Por otra parte, destacó la inversión en obra pública de su gestión, afirmando que "la construcción es madre de industrias" y que es para el Gobierno es un "motor de la economía" y un "termómetro de la marcha" de la misma.
En primer término, planteó que tienen una "tenaza que presiona" sobre las decisiones del Gobierno: "lo inmediato y lo estructural". Si bien afirmó que pueden constatar "el enorme impacto" de muchas obras "más pequeñas, en las comunidades, en los barrios, en localidades medianas", aclaró que no pierde de vista "aquellas otras que resultan estratégicas para nuestro desarrollo".
En materia energética, destacó la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, el convenio de YPF con la petrolera malaya Petronas para la construcción de un gasoducto desde Vaca Muerta hasta el mar y de una planta de licuefacción de gas. Sobre ambas obras destacó que permitirán además "generar divisas"
Sobre la construcción, sostuvo que en base de informes privados y estudios del INDEC se "mantienen altos los principales indicadores de la actividad de la construcción durante este año". En ese marco, destacó que el "presupuesto ejecutado en 2021 fue un 278% superior al ejecutado en 2019" y el "el nivel de inversión ejecutado en 2021 medido en términos de porcentaje del PBI representó un crecimiento real de más de un 90% respecto a los 3 años previos", uno de los "más altos de los últimos 10 años".
Diferenciando su gestión de la de Mauricio Macri, Fernández interpeló a los empresarios de la construcción presentes: "Ustedes saben bien que en diciembre de 2019 el 70 % de la obra pública estaba paralizada y que los atrasos en los pagos a los proveedores eran cercanos a los $40 mil millones".