El peligro de la alianza entre supermillonarios y nazis

La alianza entre líderes tecnológicos y la ultraderecha estadounidense amenaza la democracia mundial, consolidando privilegios en un contexto de desregulación y persecución. Desde gestos abiertamente nazis hasta políticas que privilegian el capital sobre los derechos humanos, la peligrosa simbiosis pone en jaque los valores fundamentales de las sociedades modernas.

22 de enero, 2025 | 00.05

En la foto que dio la vuelta al mundo se los ve a Elon Musk, Sundar Pichai (CEO de Google), Jeff Bezos (dueño de Amazon) y Mark Zuckerberg (Meta) en la primera fila del acto de asunción de Donald Trump. Es la foto del billón de dólares. Un millón de millones. Un uno seguido por doce ceros. 1.000.000.000.000. Esa es la fortuna acumulada por los cuatro representantes más conocidos de la tecno-oligarquía de Silicon Valley, la nueva élite global, que selló, en esa fría tarde de Washington, su alianza con el presidente de Estados Unidos. Como hace un siglo del otro lado del Atlántico, otra vez el gran capital apuesta por el fascismo. En ese momento existía, muy concreta, la amenaza soviética. Ahora ni siquiera lo hacen porque corren peligro sino para consolidar el privilegio adquirido de la acumulación infinita.

Musk, probablemente la persona más rica de la historia, y desde el lunes funcionario de primera línea del nuevo gobierno norteamericano, confirmó con un gesto los peores temores. Apenas un par de horas después de que Trump asumiera, desde el escenario montado para él, detrás de un atril con el sello oficial del presidente de los Estados Unidos, el dueño de X hizo dos veces, de forma inequívoca, el “saludo a la victoria” nazi, con el brazo derecho extendido en alto y la palma de la mano abierta hacia abajo. Hace no tanto tiempo esa foto hubiera sido la tapa de los diarios de todo el planeta. No pasó. El proceso de normalización de la ultraderecha está prácticamente completo. La pregunta que hicimos tantas veces mirando el pasado, ¿cómo dejaron que sucediera?, empieza a encontrar, ahora, una respuesta.

La alianza entre esta casta de supermillonarios y extremistas es la base del segundo mandato de Trump y un peligro para la humanidad. De acuerdo a un artículo publicado por el historiador norteamericano Quinn Slobodian, “al menos 13 supermillonarios van a tener cargos en el gobierno” y la fortuna acumulada de todo el gabinete es 60 veces más grande que la del equipo de Joe Biden. Hoy en día, agrega, entre las 10 personas más ricas de Estados Unidos, todos menos uno (el magnate financiero Warren Buffet) provienen de empresas tecnológicas. Se acercan a Trump con la esperanza de que logre disuadir, por las buenas o por las malas, a los países que intentan poner algún tipo de regulación a las plataformas, las redes sociales y el desarrollo de inteligencia artificial.

El primer reflejo de Musk después de su salida del closet nazi fue negarlo. En el video que subió a sus redes ese fragmento fue reemplazado por un plano de los asistentes. Luego dijo que el gesto representaba la frase con la que había agradecido al público: “Mi corazón está con ustedes”. Sus argumentos, por supuesto, fueron replicados por legiones en X. Sin embargo, no hay mucho margen para sembrar dudas. Quizás la prueba más contundente sea el regocijo con el que recibieron el gesto los neonazis asumidos, como el streamer de ultraderecha Nick Fuentes, que en su programa celebró: “¡Ese fue un ‘romano’ en serio! Ni siquiera fue algo sutil. Fue un Sieg Heil! hecho y derecho, con mucha energía de amor a Hitler”. 

Después de negar, durante cuatro años, cualquier participación en el intento de golpe de Estado de 2021, Trump inauguró su segunda presidencia indultando a 1600 participantes del asalto al Capitolio, que dejó un saldo de 4 muertos y 140 heridos. El más famoso de ellos, Jake Angeli-Chansley, conocido como el Qanon Shaman, publicó en sus redes sociales un mensaje en el que decía: “ACABO DE RECIBIR NOTICIAS DE MI ABOGADO… TENGO UN INDULTO, BABY! GRACIAS PRESIDENTE TRUMP!!! AHORA VOY A COMPRAR UNAS PISTOLAS DE P*TA MADRE!!! AMO ESTE PAÍS!!! DIOS BENDIGA A LOS ESTADOS UNIDOS!!!”. Entre los beneficiados por el perdón presidencial también están los líderes de las milicias supremacistas Proud Boys y Oath Keepers.

Las primeras redadas de la campaña de “deportación masiva” de inmigrantes anunciada por Trump anuncian la inevitable violencia de esta nueva etapa. Por una decisión ejecutiva, ya no estarán a salvo de estos operativos las iglesias, las escuelas ni los hospitales. No habrá refugio. ¿Utilizará el gobierno los datos que las grandes tecnológicas tienen de cada uno de ellos para perseguirlos? No hay motivos para creer lo contrario. Todavía no hay forma de dimensionar el riesgo que implica esta alianza entre nazis y supermillonarios para la democracia en todo el planeta, pero está claro que subestimar la amenaza da cuenta, más que de ausencia de criterio o capacidad de análisis, de una falta preocupante de instinto de supervivencia.