El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, salió a responderle al presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, por los inconvenientes en la organización del dispositivo para proteger el recorrido de los jugadores de la Selección y afirmó que los jugadores no quisieron ir a la Casa Rosada para no ligarse a la política.
"Tomé la decisión de que se subieran al helicóptero mientras Tapia me amenazaba con el primer tweet que me importó un carajo. Nosotros ya sabíamos que Messi, Di María y De Paul ya estaban en el helicóptero para saludar", sostuvo Aníbal Fernández.
El ministro señaló que el riesgo era la vida de los futbolistas. "Hicimos algo cuidadoso y criterioso, ningún futbolista se quejó, al contrario. Fuimos prudentes, desplegamos un operativo con 10 mil policías. Queríamos cuidar a los jugadores, no porque la gente quisiera hacerle daño a los futbolistas, pero había tantas personas que querían saludarlo que podría pasar algo", afirmó en una entrevista en Radio 10.
Aníbal Fernández contó que algunos jugadores explicaron que no querían ir a la Casa Rosada para no quedar ligados a la política y además comentó que consultó con el presidente Alberto Fernández la decisión de sacar a los futbolistas en helicóptero. "Yo le planteé a Tapia que ni locos acompañábamos que vayan al Obelisco, porque había mucha gente", indicó Aníbal Fernández, quien admitió que fue decisión suya el descenso de los helicópteros que transportaban a los campeones mundiales en la Escuela de Cadetes.
"Tapia me llamó diciendo que lo habíamos traicionado", contó el funcionario nacional en declaraciones a la prensa. Antes de ingresar a la sede de la cartera policial, Fernández aseguró que la coordinación del operativo de seguridad estuvo a cargo del Gobierno Nacional y negó la participación de su par bonaerense, luego de que Tapia destacara el rol de Berni.
El ministro de Seguridad sostuvo que hicieron 160.000 llamados cruzados para cumplir con el protocolo de custodia del colectivo. "Evitamos la violencia institucional, no hubo un solo gesto de uso de la fuerza pública y todos los agentes iban desarmados", explicó.
El funcionario informó en la entrevista que el operativo estuvo a cargo del gobierno nacional con la colaboración de la provincia de Buenos Aires que custodiaría el micro hasta el Mercado Central y el gobierno de la Ciudad que lo escoltaría el resto del camino.