Cristina Caamaño, interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), contestó el pliego de preguntas que le hicieron Mauricio Macri, Gustavo Arribas y el fiscal Juan Pablo Curi en el marco de la investigación por el espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan. En sus respuesta desbarató la maniobra coordinada entre Macri y el fiscal Curi, que en lugar de indagar sobre los seguimientos e infiltraciones a los familiares de los 44 submarinistas se dedicó a apoyar la estrategia de defensa del ex presidente y a hacerle preguntas a Caamaño que eran en realidad para Arribas.
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El Destape publicó hace unos días los pormenores del pliego de preguntas enviadas a Caamaño desde el juzgado a cargo del juez Martín Bava. Son las que ahora contestó la interventora de la AFI. Fueron un total de 20, pero 14 las hizo el fiscal Curi. Las 6 restantes se las dividieron a medias entre Macri y su hombre en la AFI, Arribas. Las preguntas de Macri no tenían sentido, eran consultas sobre la figura del Presidente en la Ley de Inteligencia. Las de Arribas se concentraron en poner en duda la forma en que la intervención de la AFI encontró la evidencia del espionaje, ya que fue la gestión Caamaño la que denunció este capítulo del espionaje.
Pero las que llamaban la atención eran las del fiscal Curi, que no preguntó nada sobre esas evidencias encontradas por la gestión Caamaño sino que apuntaron, en línea con la defensa de Macri, a los supuestos vínculos de la AFI macrista con la Casa Militar.
En lugar de indagar sobre los 6 hechos por los que está imputado Macri, el fiscal Curi se limitó a preguntas sobre cuestiones burocráticas. Preguntó obviedades como quién estaba a cargo de la AFI antes de la llegada de Caamaño, cuáles eran las funciones de cada área del organismo durante la gestión Arribas, quién tenía que controlar lo que se hacía sobre las bases de la AFI en todo el país (en línea con la que cuestiona el exjefe del organismos de inteligencia), si existió la posibilidad de cuentapropismo, cuál era el rol de la AFI para la seguridad presidencial de Macri, de qué modo informaban a Macri sobre cuestiones vinculadas a sus traslados y cómo fue el vínculo de la AFI con Casa Militar, el área de seguridad presidencial. En particular el fiscal Curi preguntó si existía un área de la AFI que funcionara de enlace con Casa Militar y qué se hacía con los informes de esa área. Se trata del área Avanzada Presidencial.
“La mayoría de los interrogantes que se plantea el Fiscal deberían ser formulados a las autoridades de la gestión anterior que cumplían funciones al momento de los hechos que aquí se investigan porque eran ellos quienes tenían responsabilidades funcionales y jurídicas” retrucó Caamaño, y agregó: “Sin perjuicio de ello y siendo que la Agencia Federal de Inteligencia es una sola y a mí me ha tocado, en mi rol de interventora, reordenar el Sistema de Inteligencia Nacional transparentando los procedimientos y ordenando la administración bajo los estándares de toda la Administración Pública, daré cuenta de la información con la documentación e información hallada hasta el momento para dar respuesta a las preguntas del Sr. Fiscal”
Caamaño contestó que las renuncias de Arribas y Majdalani fueron aceptadas por Macri el 5 de diciembre de 2019 a partir del 10 de diciembre siguiente, algo que el fiscal podía chequear en el Boletín Oficial. “Sin perjuicio de ello, cuando asumí mis funciones el día 23/12/19 quienes me hicieron la entrega formal de la gestión fueron el Sr. Gustavo Arribas y la Sra. Silvia Majdalani”, detalló la actual interventora de la AFI.
También describió las distintas funciones de las áreas de la AFI e informó que encontró una resolución de carácter secreto que establecía las funciones de la dependencia de la casa de los espías que se encargaba de la relación con Casa Militar.
Como informó El Destape, todas las preguntas del fiscal Curi eran y son más para Arribas que para Caamaño, ya que versan sobre lo que sucedió durante la gestión macrista y no sobre la actual. Más aún, siguen la línea que trazó el propio Macri, cuando reconoció que hubo tareas de inteligencia sobre las familias de los tripulantes del submarino y alegó que criticarlas “es desconocer cómo funciona la Casa Militar y la custodia del presidente que a cada lugar que va tiene que saber, naturalmente, con quien se va a reunir”. Una cosa es saber con quién se reunirá el presidente y otra bien distinta son los seguimientos e infiltraciones que sufrieron los familiares del ARA San Juan. Son al menos 6 hechos, ya acreditados en el expediente. Uno, puntual, del 3 de febrero de 2018, hace a los temas que le preguntarían a Macri los familiares en una reunión que se concretó tres días después de las tareas ilegales de inteligencia.
Arribas, ex señor 5 de la AFI, sólo envió 3 preguntas que versan sobre lo mismo: cómo fue el procedimiento para la obtención de evidencia digital con la que se inició esta causa. Todo indica que su estrategia es apuntar al origen de la prueba que desencadenó este expediente y se halló en la AFI. Le preocupa saber cómo apareció la evidencia pero no preguntó nada sobre la destrucción de archivos en la base Mar del Plata de la AFI, que tuvo a su cargo el espionaje a los familiares del ARA San Juan, tal como reveló El Destape.
La interventora Caamaño le respondió que cuando asumió ordenó la elaboración de un protocolo “con la finalidad de establecer los lineamientos generales que permitan armonizar las necesidades de resguardar la seguridad nacional y los derechos de defensa de la persona objeto de investigación –para los casos en los que se instruyan actuaciones sumariales- mediante la investigación de conductas pasibles de sanción que incluya la recolección de elementos de cargo o de descargo en pos de asegurar la calidad y valor probatorio de la evidencia obtenida. Asimismo, tuvo como finalidad constituir el procedimiento básico de estandarización de la obtención y preservación de los elementos digitales de relevancia para la investigación administrativa y para la instancia judicial, en caso de ser necesario, estableciendo los recaudos mínimos para la obtención y preservación de la evidencia digital”. Agregó que “no había un protocolo anterior”.
Macri, por su parte, también había enviado 3 preguntas para Caamaño. La primera para que ratifique la denuncia, algo que no le corresponde a él sino al juez. Las otras dos son cuestiones puntuales sobre el rol del Presidente en la Ley de Inteligencia Nacional que podrían evacuarse con su simple lectura. El artículo 12 de esa ley dice que “el Presidente de la Nación fijará los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de Inteligencia Nacional”, que la AFI funciona bajo su órbita y que es quien nombra y desplaza a sus titulares. Caamaño le contestó simplemente eso: que todo está en la ley.