El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, habló con El Destape Radio sobre su primera semana al frente de la cartera. En este sentido, dio detalles sobre la situación en Rosario y cargó contra Patricia Bullrich por las declaraciones en su contra y sobre la banalización que la exfuncionaria hizo sobre el uso de las pistolas taser.
"Agarré con muchas pilas este tema y cuando arrancás con muchas pilas no te das cuenta. El lunes fue la asunción a las 4 de la tarde y a las 7 me reuní con el gobernador de Santa Fe (Omar Perotti) por los temas que teníamos definidos en la agenda", relató Aníbal Fernández en diálogo con Alocarla. "El martes fue la reunión con las 4 cúpulas de las 4 fuerzas marcando hacia donde queremos ir. El miércoles recibí a Sergio Berni por la Provincia y a Marcelo D'Alessandro, revisamos muchos tópicos para ponernos de acuerdo", continuó.
"El jueves hablé con Marcelo Saín sobre el tema Rosario", informó al tiempo que detalló: "Yo tenía muy en claro de qué estábamos hablando. La charla con Perotti me vino bárbara porque me terminó de graficar con mucha precisión lo sucedido. Y la reunión con Saín, lo mismo. Él sabe más o menos lo que estamos haciendo y nos vamos a volver a juntar en el corto plazo para poner en marcha el plan que se nos antoja importante".
"La situación de Rosario es tan complicada porque lo que empezó como narcotráfico termina armando un montón de ramificaciones y una de ellas es el lavado como sucede con el juego clandestino o las inmobiliarias. Hay un trabajo muy profundo y que depende de las resoluciones judiciales de las jurisdicciones", completó.
A continuación, sobre los cambios en el gabinete de ministros, analizó que "todas las gestiones tienen un desgaste y con la pandemia ese desgaste es peor. Era imperioso un cambio y ese cambio, según mi visión, tenía que ver con el momento en el que se anunciaban las cosas". "Sobre la comunicación yo tenía una visión en la que criticaba, como en el fútbol, muchas veces dicen que no hacemos nada, ¿cómo hago para que sepan que hacemos mucho?", observó.
En este sentido, fue consultado sobre las últimas declaraciones de Patricia Bullrich en las que que lo describió como parte de un "grupo de choque" del Gobierno nacional, y opinó que "lo que dice lo dice para llamar la atención. Es su historia, no la mía, no tengo mucho de qué preocuparme. La verdad que, de lo que ella hizo, no hay nada para reflejar, no hay nada que uno pueda ir a buscar".
"Hay otras formas de prevenir y las estamos estudiando. Hay otras formas y no necesariamente una pistola de esas características a la que llama 'pistolita de agua'", lanzó Aníbal Fernández. "Están planteando que una solución son las taser y yo tengo una visión muy clara y es no pegarle un tiro a nadie", planteó en referencia a la gestión de la exministra Patricia Bullrich.
"La taser no es una pistolita de agua, es una pistola que hace daño", insistió y describió que las armas lanzan dos cables con un polo negativo y otro positivo que se engancha en el cuerpo y anula a la persona con un ataque a su sistema nervioso, pudiendo hacerle daño a muchas personas.
En esta línea, aseguró que tiene un "100 por ciento de Néstor (Kirchner)" para pensar las políticas de seguridad dado que su formación en Derechos Humanos fue con el expresidente. Así, consideró que la herramienta para manejar las protestas sociales radica en "charlar".
"Nadie quiere contarlo, pero ya no nos pertenece a nosotros. Quien tiene que actuar en la protesta social es la Ciudad de Buenos Aires, nosotros no vamos a desacatar, podemos colaborar. No podemos hacer otra cosa", completó.