Luego de que Ángel Di María confirmara la decisión de no volver a Rosario Central porque "no se sentía seguro" por la inseguridad que padece Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro aseguró que, si se respetan los protocolos estipulados para las figuras públicas, las condiciones de resguardo "están garantizadas", pero aclaró que “respeta” la decisión del jugador y su familia.
La ilusión de los hinchas canallas de ver a "Angelito" nuevamente en el Gigante de Arroyito se desplomó tras las declaraciones del presidente Gonzalo Belloso, quien contó que el delantero lo llamó el fin de semana para anunciarle su continuidad en el Benfica de Portugal una nueva temporada.
"La vuelta de Angelito era un sueño para todos. Para mí, comenzó mucho antes de ser presidente de Central, en largas charlas con él y otros exjugadores. A lo largo del último año, creció mucho la idea de que él venía. Fuimos haciendo muchas cosas en conjunto. Creíamos y creemos que estábamos en un gran momento para recibirlo, con un plantel afianzado, con muchos refuerzos, un técnico de la casa y una estructura sólida del club. Era el mejor momento para que pudiese venir", expresó Belloso en declaraciones a la emisora radial AM1230, de su ciudad. Sin embargo, el mandatario del Canalla le puso punto final a la expectativa al manifestar que se trata de un "caso cerrado".
El territorio de Santa Fe atraviesa una lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, con el foco puesto en la ciudad de Rosario, donde desde hace muchos años mandan las bandas criminales que ejercen el terror en la sociedad, y cuyos delitos se multiplicaron durante los últimos meses. Esta situación extrafutbolística se transformó en la gran traba que bloqueó la vuelta de Di María: tanto él como sus familiares fueron amenazados de muerte, mediante pintadas y cartas.
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Consultado al respecto, el gobernador Pullaro reconoció que “es doloroso” que una persona no quiera regresar por una cuestión de seguridad, pero afirmó que "todas las personas tienen los resguardos", aunque "hay que aceptar un protocolo, no es la misma vida que vas a tener si sos una persona conocida o que puede ser víctima de tensión, en este caso de hinchadas de fútbol”. Además, dijo que, ante estas circunstancias, personalidades como el atacante de 36 años tienen que “perder márgenes de libertad”.
En ese sentido, hizo referencia a los protocolos de seguridad y el respaldo que podía llegar a tener el ídolo canalla en caso de retornar se tomó el atrevimiento de hacer una autorreferencia, ya que él mismo fue víctima de intimidaciones hace algunos meses por los narcos: “Lo tengo yo que debo ser la persona más amenazada del país por las organizaciones criminales, lo tienen los fiscales y también lo tiene a disposición cualquier persona pública que quiera vivir aquí, como un deportista de gran nivel”, dijo en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).
Pullaro admitió que dirigentes del club le solicitaron oportunamente que hablase con el futbolista para convencerlo, pero contó que no accedió por considerar que no era pertinente. "En un momento me habían pedido que me comunicara con Di María; dije que no correspondía que yo hiciera eso. Nosotros trabajamos en los diferentes protocolos para los distintos tipos de resguardo, y trabajamos para que toda la sociedad pueda vivir mejor, no sólo quienes tenemos exposición pública", insistió.
Pullaro habló sobre una baja en los parámetros de violencia en Santa Fe, aunque los hechos delictivos no cesan
Tras la Copa América 2024 conseguida en Estados Unidos, "Fideo" definió su futuro y seguirá en el fútbol europeo. Pullaro, quien no pudo lograr mejoras reales tras sus medidas, se lamentó por no contar con la vuelta del campeón del mundo a su territorio y planteó que, junto a su Gabinete, trabajan "para que la seguridad pueda mejorar", debido a que tienen "los parámetros de violencia más bajos de los últimos quince años en la ciudad de Rosario. Y esto tiene que ver con muchas acciones policiales y del Servicio Penitenciario pero también de agentes territoriales que se están esforzando con el trabajo de todos los días".
De esta manera, reivindicó el Plan Bandera establecido junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y explicó que "todos estos hechos de amedrentamiento fueron esclarecidos porque el Gobierno y la Fiscalía trabajaron para que ello suceda".
Asimismo, manifestó que "es muy difícil poder prevenir" que una persona, un grupo criminal o un grupo de fútbol haga una amenaza sobre alguien. "En Estados Unidos casi asesinan a un presidente, fijémonos lo que sucedió en Madrid o Israel. Hay hechos que no se pueden prevenir en ningún lugar del mundo", mencionó.
Bullrich prorrogó por 90 días el funcionamiento del Comité de Crisis ante la persistencia de "hechos delictivos de extrema gravedad en la referida localidad" denunciados por el mandatario provincial. A pesar de la extensión de la medida, el Comité y el programa Bandera implementados no garantizan la seguridad afuera ni adentro de las cárceles.
Los hechos de violencia, sobre todo durante las madrugadas, no cesan. Hace algunos días, en un lapso de tan solo cinco minutos, hirieron con un arma blanca a un hombre, en el sur de la ciudad de Santa Fe, y balearon a otro, en el distrito costero de Alto Verde.
Mientras que en el interior de los establecimientos penitenciarios hay rastros de desidia: la hija del preso Roberto Eduardo Rosales (47 años) denunció que su padre, quien se encontraba en la cárcel de Coronda, falleció y su cuerpo fue sepultado sin haber recibido aviso alguno.