La ensayista e intelectual Beatriz Sarlo lanzó una frase polémica en La Nación. Allí afirmó sobre el Gobierno del Frente de Todos: "No preví el imperio y la hegemonía del kirchnerismo sobre Alberto Fernández".
No sin polémica, Sarlo fue un poco más allá: consideró que si el Presidente renunciara "sería el fin de su carrera", y dijo no lo ve ese hecho estrepitoso como un escenario viable.
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Asimismo, la escritora afirmó que tampoco espera que Cristina Kirchner dé un paso al costado. "Cristina no se va a correr nunca", dijo al debatir sobre la actualidad en Terapia de Noticias, programa del canal del grupo La Nación.
Consideró que "es difícil juzgar" a un Gobierno en medio de una pandemia pero así y todo opinó: "La situación política es caótica". Y, más adelante, reconoció: "Me equivoqué. Yo creí que Fernández iba a tener mayor libertad para establecer su ruta y no preví el imperio y la hegemonía que el kirchnerismo tiene en el Ejecutivo".
Según dijo la ensayista, eso se da por el rol de Máximo Kirchner en el Parlamento, dado que es "portador de un buen paquete de votos en Diputados". "También tendría que haber hecho mejor las cuentas sobre el caudillismo provincial, que se van a aliar al gobierno que les asegure los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) y la coparticipación federal", siguió. "Eso nos obliga a dejar de cantar, por un rato, la zamba del federalismo", destacó.
"Una hipótesis es que se acabó la credibilidad, ya está, no vayas a ese tanque porque no vas a sacar ni un baldecito de agua. Otra hipótesis es que hay una nube de credibilidad política y que existen las necesidades de confiar en el gobierno que sea y que te toque", dijo Sarlo. Para ella, sin ese "reservorio" de confianza es muy difícil gobernar.
La grieta, según Sarlo
Sobre la división en el país, Beatriz Sarlo opinó: "La Argentina no está partida en dos, está estallada en diversos pedazos que se unen o se desunen según las conveniencias económicas, culturales y sociales", analizó. "No veo la posibilidad de un acuerdo".
Además, señaló como "rumbo imposible" que el país se asemeje a países como Noruega, Dinamarca o Suecia. "Parecerse a ellos sería imposible, es pasar por alto 200 años de historia".