En columnas anteriores analizamos diversos aspectos de la composición de género del gabinete de Alberto Fernández, como parte de una investigación mayor que realizamos en el Observatorio de las Elites del Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA-CONICET-UMET). Mediante la sistematización de datos públicos sobre los hombres y mujeres reclutados por Fernández para ocupar los puestos más altos del gabinete nacional (ministros, secretarios y subsecretarios, y cargos de jerarquía equivalente), fuimos mostrando algunos de los avances en términos de igualdad de género en los espacios ejecutivos, así como también la persistencia de la desigualdad en algunos espacios y jerarquías políticas.
Hoy analizaremos las tendencias que presentó a lo largo del tiempo la distribución de género en las distintas áreas de gestión de los gabinetes de Fernández de Kirchner en 2011, Macri en 2015 y Fernández en la actualidad. Esto nos permitirá ver algunas de las formas que fueron presentando la desigualdad de género y el “techo de cristal” en las distintas áreas de gestión. Veremos, por ejemplo, que algunas áreas han sido consideradas como un “tema de hombres”, y como espacios vedados a la presencia de mujeres; que otras, al contrario, han sido consideradas “cosa de mujeres”. Nuestros datos también mostrarán que el gobierno de Fernández revirtió la tendencia a la masculinización de algunas áreas, pero que en otras la misma se consolidó.
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Una mirada de conjunto sobre los últimos gabinetes nacionales nos muestra que el de Fernández es el que mayor cantidad de mujeres reclutó (37,5%), el que primero consagró un área de gestión específicamente dedicada a las mujeres, los géneros y las diversidades, y el primero que mostró una orientación general hacia la paridad de género. ¿A qué nos referimos? A que 6 dependencias sobre 22 alcanzaron la paridad (50% de mujeres) o invirtieron la mayoría masculina (+de 50% de mujeres), mientras que otras 5 dependencias superan el 40%. Como referencia, en 2011 todas las dependencias del gabinete de Fernández de Kirchner, con excepción de Seguridad, estaban por debajo de la paridad, al igual que todas las dependencias del gabinete de 2015 de Macri, con excepción de Desarrollo Social.
Al observar más detalladamente las áreas de gestión, observamos que algunas han estado fuertemente “masculinizadas” durante los últimos años y que hoy así permanecen. Es el caso de Relaciones Exteriores, donde las mujeres perdieron 17 puntos de presencia en 9 años: 38,46% en 2011, 33,33% en 2015 y 21,43% en la actualidad. También es el caso de un área como Planificación/Obras Públicas (más allá de los cambios de denominación de las dependencias a lo largo del tiempo): 6,25% de mujeres en 2011, 14,29% en 2015, y 0% en la actualidad. Trabajo descendió bruscamente desde un 41,67% de mujeres en 2011 (fue la tercera dependencia con más mujeres del gabinete de Fernández de Kirchner), a un 23,08% con Macri, y a 0% en el gabinete actual. Transporte, un área que a partir de 2011 formó parte de ministerios muy masculinizados, como Planificación e Interior, redujo la presencia de mujeres del 26,67% con Macri a 0% con Fernández.
Nuestros datos muestran también que en algunas de esas áreas “tradicionalmente masculinas” la gestión de Fernández facilitó el avance de las mujeres. Esto parece suceder en algunas áreas “políticas” del gabinete. En Interior, un ministerio que en 2011 no tenía ninguna mujer ocupando altos cargos, pasamos a un 14,29% en 2015, y a un 33,33% bajo la actual gestión de Wado de Pedro. En la Jefatura de Gabinete de Santiago Cafiero, la presencia de las mujeres creció de un 12% en 2011, a un 30,43% en 2015, y hoy presenta un 36,67. Se observa la misma tendencia en las Secretarías de la Presidencia que pasaron de tener un 16,67% de mujeres en 2011, a un 18,18% en 2015, y a un 37,50% en la actualidad. De entre las áreas históricamente más “masculinizadas”, Defensa es un caso para destacar, porque allí el avance de las mujeres fue tan reciente como importante: en 2011 sólo encontrábamos un 10% de mujeres ocupando altos cargos, porcentaje que se redujo a 0 durante el gobierno de Macri, pero que actualmente asciende al 38,46% de mano de la gestión de Agustín Rossi.
Finalmente, también observamos algunas áreas que consolidan una fuerte y creciente presencia de mujeres. Desarrollo Social, el área “tradicionalmente femenina” del gabinete, fue creciendo en presencia de mujeres desde un 31,58% en 2011, a un 60% en 2015 (fue el área más femenina del gobierno de Macri), y hoy presenta un 41,18% conducida por Daniel Arroyo. Educación también abrió un camino de ascenso para el poder las mujeres: de un 25% en 2011, pasó al 30,77% con Macri y actualmente, bajo la conducción de Nicolás Trotta, se trata del tercer ministerio con más presencia de mujeres, con un 53,33%. Seguridad sufrió fuertes fluctuaciones: pasó de ser el área más “femenina” del gabinete de Fernández de Kirchner, la única que presentaba paridad (50%), a una decidida masculinización durante el gobierno de Macri a pesar de que entonces fue conducida por una mujer (15,38%); y hoy vuelve a ser una de las áreas con mayor presencia de mujeres del gabinete (61,54%) bajo la gestión de Sabina Frederic.