Con una serie de tuits, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, buscó dar por cerrada la polémica generada con el presidente Alberto Fernández y funcionarios de su entorno por no haber sido invitado la semana pasada a una actividad de Lula con organismos de derechos humanos. "Los que tenemos responsabilidades debemos aportar sensatez", escribió el ministro para bajarle el telón a un episodio que ya generaban inquietud dentro del Frente de Todos, donde temían una fractura. Los tuits de Wado rápidamente sirvieron para bajar la tensión y en las cercanías del Presidente daban vuelta la página. "Lo debía haber hecho el viernes, pero ya está, episodio superado", avisaban.
La escalada había comenzado a incomodar la agenda del oficialismo. Gobernadores e intendentes que tenían cita con el Presidente o con el ministro dudaban si debían cumplirla porque no querían aparecer tomando partido en la puja. Incluso los diputados que el jueves retomarán el juicio político a la Corte Suprema mostraban cierto fastidio. "Estamos iniciando una batalla contra el poder real de la Argentina y el Gobierno aparece metido en una pelea de cartel", se quejaba un legislador. Ya le habían hecho llegar mensajes en ese sentido tanto a Alberto como a Cristina. Aseguraban que la vicepresidenta, desde su casa en El Calafate, se mostró contrariada por la situación.
"No es mi intención seguir abonando esa polémica", avisó anoche el ministro en las redes. Por cierto, Wado nunca hablía hablado públicamente del episodio que se inició la semana pasada a través de un enojo conocido a la manera de trascendido, junto con una declaración filosa -"no tiene códigos"- dirigida contra el Presidente. El encono se sostenía en que -con padres asesinados por la dictadura y un pasado miltante en la agrupación HIJOS- el ministro consideraba que debió participar del encuentro que Lula mantuvo durante su visita al país con dirigentes de organismos de derechos humanos y que el motivo por el que había sido excluido era que Alberto lo veía como un rival para sus aspiraciones electorales. Pero en la Casa Rosada consideraban que se equivocaba porque no hubo ministros en ese encuentro, ni siquiera de otros vinculados al tema como el de Ambiente, Juan Cabandié, también hijo de desaparecidos.
Wado sacó los tuits pasadas las 21, al cierre de una jornada en la que el camionero Pablo Moyano había reclamado terminar con lo que denominó "un cambalache" interno. "Lamentablemente le damos más chances a la derecha recalcitrante", afirmó Moyano, verbalizando lo que varios dirigentes del Frente de Todos sólo se animaban en expresar en voz baja. En una línea parecida, De Pedro sostuvo luego que sus preocupaciones no pasaban por la polémica interna sino en buscar soluciones "para que los que hicieron tanto daño, los que endeudaron el país y multiplicaron la pobreza, no vuelvan a gobernar". En clave electoral, el ministro más cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner agregó que su responsabilidad era trabajar para "la estrategia que comenzó en 2017 y a fortalecer el frente que construimos en 2019".
Desde la Casa Rosada le habían pedido una aclaración pública a De Pedro. La portavoz Gabriela Cerruti se lo hizo saber a través de mensajes de whatsapp que parecieron agrandar el malentendido. La ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, luego expresaron su malestar porque un colega de gabinete se manifestara en esos términos respecto al Presidente. "O estás adentro o estás afuera", argumentó Tolosa Paz. Desde el kirchnerismo salieron en defensa de Wado la senadora bonaerense Teresa García y la titular del Instituto Cultural Florencia Saintout. "¿Adentro o afuera de qué?", se preguntó "Tere".
El asunto llegó hasta el diputado Máximo Kirchner, en su reaparición luego de un largo silencio en una entrevista en El Cohete a la Luna. "Me extraña mucho del compañero Presidente -que fue tan crítico del gobierno entre 2010 y 2015, cuando nos iba mucho mejor en términos económicos-, que ahora esté tan cerrado a la voz de otro compañero que aparte se rompió el lomo para que sea presidente", intervino Máximo en un debate en el que ya muchos se sentían incómodos. No sólo Pablo Moyano. "En la provincia la unidad del Frente de Todos es inquebrantable", respondió el gobernador Axel Kicillof cuando lo consultaron por estas diferencias, buscando quedar el margen del fuego cruzado.
Lo cierto es que, antes de los tuits, la continuidad de Wado como ministro ya era puesta en duda en Gobierno. "Alberto le está buscando un reemplazo: tiene que ser alguien de La Cámpora o del kirchnerismo duro, pero que no esté pensando en hacerle la interna", comentaba un dirigente que había hablado en las últimas horas con el Presidente. En la Casa Rosada lo confirmaban. "El viernes le habíamos pedido que se retractara. El fin de semana no se tomó ninguna decisión por la visita del canciller de Alemania, Olaf Scholz. Pero él sabía que si no salía a aclarar este lunes, el martes tenía reemplazo", aseguraban cerca del despacho presidencial.
La pregunta entonces era cómo seguiría la situación de De Pedro en el gabinete y su situación personal con el Presidente. "Para nosotros, ya está. Le pedimos que aclarara y aclaró. A su manera, pero lo hizo", aseguraban en la Casa Rosada, dando el episodio por superado. Sin embargo, no parece que sea tan sencillo. Ya era raro que Alberto y Wado coincidieran en alguna actividad oficial, ahora es de imaginar que lo será más todavía. En principio, este martes, Wado compartirá una actividad con Kicillof, Máximo y el ministro de Economía, Sergio Massa, con los intendentes de la primera y de la tercera sección electoral en La Colonial, en Merlo. Allí buscarán mostrar que la mesa política del Frente de Todos que le reclaman a Alberto a nivel nacional funciona sin problemas en la provincia de Buenos Aires.