Una agenda internacional con cuatro cumbres en menos de un mes

Alberto Fernández recibirá este jueves al enviado de Joe Biden para definir su participación en la Cumbre de las Américas. Luego tiene por delante la Cumbre del Mercosur, la de los BRICS -la única virtual- y, por último, la del G7, donde será el único latinoamericano.

25 de mayo, 2022 | 01.10

El presidente Alberto Fernández recibirá este jueves al ex senador demócrata Christopher Dodd, el delegado de Joe Biden para la Cumbre de las Américas, quien se encuentra de gira para intentar que la cita no termine en un fiasco. El mismo día, el canciller Santiago Cafiero se reunirá en México con su par Marcelo Ebrard en una misión comercial pero donde conversarán sobre una posible posición común. En un mundo convulsionado por una guerra de consecuencias imprevisibles, el encuentro convocado por Biden entre el 6 y el 10 de junio en Los Angeles será el primero de un junio con agenda internacional recargada para Fernández. Luego participará de cumbres del Mercosur, de los BRICS y del G7, la cita de los países más desarrollados del mundo donde Argentina será el único latinoamericano participante.

El amigo americano

El enchastre alrededor de la Cumbre de las Américas es único. Luego de mucho tiempo, la cita vuelve a realizarse en Estados Unidos y la gestión Biden buscó congraciarse con su electorado latino al no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Así reabrió una vieja discusión que parecía ya saldada luego de la Cumbre de 2015, en Trinidad, cuando Barack Obama se reunió con Raúl Castro. Entonces apareció el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, avisando que no viajaría si había exclusiones, rechazo al que se sumó Argentina -que además preside la Celac-, aunque manteniendo su predisposición a participar. Por su lado, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, amigo de Donald Trump y sin relación con Biden, directamente ni respondió a la invitación. 

Lo sucedido es una muestra clara de la pérdida de influencia de Estados Unidos en la región, donde hace tiempo dejó de dirigir su mirada y parece tener poco para ofrecer. Sin los tres principales países latinoamericanos, la cumbre de Los Angeles podría convertirse en un fiasco histórico. Biden comenzó aflojando sanciones a Cuba y Venezuela como gesto de buena voluntad, pero corre el riesgo de terminar disgustando al electorado latino estadounidense, clave para el examen que afrontará en las legislativas de noviembre, y sin conseguir nada a cambio. Designó al ex senador Dodd para reunirse con todos los gobiernos en busca de una solución. Ya estuvo con AMLO y este martes pasó por Brasilia para interesar a Bolsonaro. Como incentivo, le prometió un encuentro bilateral con Biden. "Valoramos mucho la voz de Brasil", dijo Dodd. Este miércoles el ex senador estará en Chile y el jueves recalará en Buenos Aires. 

No estará para recibirlo el canciller Cafiero, quien partirá junto a la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, rumbo a México para una misión comercial pero con un costado político debido a esta situación. El diario mexicano El Universal publicó que Biden sondeará a López Obrador, a ver si acepta estar en la cumbre si él permite una representación a nivel ministerial de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Seguramente de estos temas conversarán el jueves Cafiero con Ebrad en México y Fernández con Dodd en la Casa Rosada. Todo sigue en suspenso.

Dos con Bolsonaro

Finalmente, llegará el día en el que los presidentes del Mercosur se verán las caras. Luego de algunas cumbres virtuales con mucho picante, los cuatro países miembros más los asociados se encontrarán en la tercera semana de junio en Asunción para analizar el futuro del bloque, trabado desde hace tiempo. Brasil insiste en la rebaja del arancel externo común pero Uruguay condiciona su visto bueno a que se flexibilice la cláusula que impide a los países miembros celebrar acuerdos de libre comercio con terceros. El presidente Luis Lacalle Pou impulsa un pacto comercial bilateral con China. Habrá que analizar si cara a cara la sintonía entre los presidentes es mejor que en los conflictivos zooms. Tale vez sea la primera y última presencial de Bolsonaro, quien aparece con pocas chances para la reelección en las elecciones de octubre.

El 24 de junio, en tanto, Fernández tiene agendada una participación virtual en la cumbre de los BRICS, donde fue invitado por el presidente chino Xi Jinping. "Los BRICS son una excelente alternativa de cooperación frente a un orden mundial que viene funcionando para el beneficio de unos pocos", expresó en la carta de aceptación del convite. Desde hace tiempo Argentina busca acceder a este grupo de potencias emergentes que representan el 23% del PBI global. Brasil respaldó el ingreso argentino y el ministro de Economía, Paulo Guedes, declaró que promoverá que Argentina se sume al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la institución financiera creada por los BRICS en 2014, con sede en Shanghai.

Que la cumbre sea virtual le evitará a Fernández el momento incómodo de volver a encontrarse con el presidente ruso Vladimir Putin luego de las condenas argentinas a la invasión rusa a Ucrania.

En el G7

Por último, el lunes se conoció la invitación del canciller alemán, Olaf Scholz, a Argentina para participar como invitado de la cumbre del G7, que reúne a los países desarrollados, que se hará entre el 26 y el 28 de junio en los alpes bávaros. Que luego de estar con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Fernández se vea con el G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia) es una exhibición en los hechos de la multipolaridad que Argentina promueve en el escenario internacional.

En el encuentro que mantuvieron en Berlín dos semanas atrás, Scholz escuchó a Fernández plantearle su alarma por las consecuencias de la guerra en Ucrania en la seguridad alimentaria mundial, en especial en los países pobres de América Latina y Africa. Por otro lado, en caso de que el conflicto se prolongue propuso a Argentina como proveedor de alimentos y de energía, en reemplazo de Ucrania y Rusia. Pero para eso, en especial en lo referido al gas, son necesarias las inversiones europeas. Todos iniciativas que Fernández podrá trasladar en ese selecto foro donde se encontrará con los principales jefes de Estado del mundo en un hotel en medio de un paisaje de ensueño, donde oficiará como único representante latinoamericano.