"Después de todo lo que pasó, el clima era muy bueno y de unidad", aseguraba uno de los ministros que participó de la jura en el Museo del Bicentenario. El presidente Alberto Fernández dio con el tono al recordar a quienes cuando no los votan "se enojan con la gente" mientras que en el peronismo "nos enojamos con nosotros" y adelantó que "lo que se viene tiene que ver con decisiones que vamos a empezar a tomar". Una gestión a ritmo más acelerado que arrancará el martes con una conferencia de prensa mañanera del nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para avanzar en aperturas sanitarias, a la que seguirá más tarde la reunión del Consejo del Salario donde se anunciará el aumento del salario mínimo. A eso seguirán otras medidas con las que el Gobierno buscará sepultar la "etapa de reflexión", como llamó el Presidente el debate post derrota, y avanzar en una gestión de súper acción enfocada a revertir la situación en las elecciones de noviembre.
"Basta de amigos, quiero gestión", cuentan que fue una frase de Cristina Kirchner en medio del fragor del va y viene de nombres de la semana pasada. Quienes oficiaron de negociadores, sostenían que eso quedaba bien claro no sólo en la elección de Manzur -que claramente no es un dirigente cercano a la vicepresidenta- sino en las modificaciones que propició para la provincia de Buenos Aires, con el ingreso de intendentes para la administración del gobernador Axel Kicillof. Ejecutividad y mayor peso político serán las marcas con las que buscarán que se identifiquen los nuevos elencos.
“Tenemos anuncios económicos y anuncios que tienen que ver con lo sanitario", adelantó Manzur sus próximos pasos. Su llegada le dio otro color a la ceremonia en el Museo del Bicentenario, con una asistencia ya similar a los actos pre-pandemia entre funcionarios, dirigentes y familiares. "¡Tucumán, Tucumán!", fue el grito del grupo de intendentes provinciales que se acercaron para alentar a su comprovinciano ante el desafío asumido. Un peronismo del interior que, sin duda, el Gobierno necesitaba sumar. "Sin prisa pero sin pausa", adelantó Manzur el ritmo de su gestión y adelantó su primer presentación junto a Vizzotti. "La idea es empezar a generar cada vez más exenciones, empezar a liberar actividades, con todas las reglas sanitarias que esto requiere", avanzó. El Gobierno busca también darle vuelta la página a la pandemia que marcó a fuego sus días.
Unidos triunfaremos
La animada conversación que mantenían Máximo Kirchner y Gabriel Katopodis al pie del escenario poco antes de que se inicie la ceremonia de jura podía tomarse como símbolo de la unidad mantenida en el Frente de Todos pese a los cantos de sirena que debió escuchar el Presidente de parte de quienes le aconsejaban romper lanzas y armar un nuevo tipo de coalición. Fernández se enojó muchísimo por el episodio de las renuncias y desde el kirchnerismo buscaron la manera de acercar posiciones mediante algunos emisarios. Gracias a esas gestiones, quedaron casi todos los renunciantes pero también los ministros que quería mantener el Presidente.
En la Casa Rosada hubo un elenco nutrido de gobernadores y los ministros salientes se mezclaban en la platea con quienes habían mantenido su lugar, como símbolo de que las diferencias debían quedar atrás. Los nuevos ministros hablaron a la salida y ya Aníbal Fernández dio la idea de lo que puede hacer por esta gestión pidiéndole a los periodistas acreditados que le hicieran "más preguntas" si querían. Por la tarde, se reunió con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, para atender la grave situación de Rosario y el martes recibirá a los jefes de las cuatro fuerzas de seguridad. Súper acción.
"Bueno, terminamos esto y todos a laburar", les avisó Alberto Fernández antes de iniciar el acto. "Está claro que hay un cambio de ritmo, nos pidieron a todos que preparemos una agenda para los próximos días", comentaba uno de los funcionarios.
Las medidas
Como lo detalló Cristina Kirchner en su carta, el origen de la derrota electoral tuvo que ver con la situación económica de la población y a eso buscará darle respuesta el Gobierno a partir de hoy. A las 14 está convocado el Consejo del Salario que anunciará una suba anual del salario mínimo vital y móvil en el orden del 46% dejándolo en $ 32.367, un incremento que servirá además para definir montos de diferentes beneficios de Anses como la AUH o la Asignación Universal por Embarazo (AUE) y planes sociales. También repercute en los mínimos de algunos convenios.
Una versión indicaba que el mismo martes, Fernández y Manzur podrían anunciar la actualización del piso de ganancias, que pasaría de 150 a 175 mil pesos brutos, como respuesta a la reapertura de paritarias decidida por varios gremios. También estarían listas otras medidas de impacto como un bono para jubilados y beneficiarios de AUH y la implementación de créditos para Pýmes y para el consumo. Estas medidas las dejaron listas Santiago Cafiero y Cecilia Todesca el jueves pasado y ahora deben pasar el visto bueno de Manzur y su equipo. "Vamos a bajarle un cambio", respondió Manzur cuando, tan sólo unos minutos después de jurar, le exigían definiciones.
Por otro lado, el el bloque de diputados del Frente de Todos que encabeza Máximo Kirchner ya anticipaban que exigirían modificaciones en el Presupuesto enviado por Martín Guzmán al que consideraban demasiado restrictivo. Más que claro, una nueva gestión, con un perfil distributivo más marcado y mayor tono político. Para que quede bien claro el antes y el después, el Presidente convocó a un acto masivo -el primero desde que llegó a la Casa Rosada- para el miércoles para acompañar la apertura de la nueva Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de José C. Paz, una de esas facultades que el macrismo no quería inaugurar más.