El presidente Alberto Fernández conjuró rápidamente una inminente crisis en el Frente de Todos al pedirle la renuncia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y le ofreció el cargo al embajador en Brasil, Daniel Scioli, quien quedó en contestar dado que debe resolver unos asuntos personales antes. La decisión surgió luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner denunciara una operación en off desde el ministerio, por un whatsapp enviado a periodistas que adjudicaba a "funcionarios de Cristina" la responsabilidad en la licitación por el gasoducto de Vaca Muerta que determinó que sólo Techint pudiera ofertar. La salida del ministro, que desde hacía tiempo estaba entre los apuntados por el kirchnerismo, descomprimió la situación. En un sábado agitado en Olivos, el Presidente confirmó además la designación de Agustín Rossi como nuevo titular de la AFI.
La controversia nació poco después de finalizado el acto del viernes por los 100 años de YPF en el que el presidente y la vice volvieron a compartir escenario después de tres meses. Cristina planteó en su mensaje cuestiones relacionadas a la licitación ganada por la empresa de Paolo Rocca para la provisión de los casi 700 kilómetros de caños para construir el gasoducto, una obra clave. Reclamó que el Gobierno se siente a negociar "no como amigos" con la firma y se le obligue a fabricar los caños aquí y no importarlos desde una subsidiaria con sede en Brasil, con la consecuenta salida de millones de dólares de las reservas.
Como había ocurrido luego del anterior mensaje de la vicepresidenta, en la Universidad Nacional del Chaco, los funcionarios criticados salieron a responder. "El Gobierno no se sienta con ningún empresario como amigo", replicó Kulfas en un breve contacto con AM750. De forma sucinta, también avanzó algo sobre la cuestión de la licitación de los caños, por lo que responsabilizó a la empresa estatal IASA "que está conducida por gente muy cercana a la vicepresidenta", deslizó con tono de enojo contenido. Junto a Martín Guzmán, Kulfas venía siendo de los funcionarios más criticados desde el kirchnerismo.
Con todo, para alguien que no estuviera en el tema hubiera sido muy difícil entender de qué estaba hablando Kulfas. Para quienes no lo habían captado, desde el Ministerio difundieron a través del whatsapp una "información en off" a la prensa. "La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina", afirmaban allí. Acusaban a estos funcionarios de preparar un pliego de licitación a la medida de Techint ya que exigieron un grosor de los caños de 33 milímetros que sólo fabrica esa empresa y que si hubieran puesto 31 milímetros podría haber participado otro oferente.
El "off" llegó a manos de Energía Argentina -el nombre actual de la empresa-, cuyo gerente es Agustín Gerez, que respondió a los cuestionamientos a traves de las redes sociales, incluyendo una imagen del fatídico mensaje. La vicepresidenta se hizo eco de la publicación. "Muy injusto y, sobre todo, muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno del Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, en off, mintiendo y utilizando periodistas", escribió en Twitter.
Así planteadas las cosas, el Frente de Todos había quedado en las puertas de su mayor crisis interna. Fernández actuó con rapidez. Pese a que Kulfas era uno de sus funcionarios de mayor confianza, que lo acompañó desde el inicio de su candidatura como integrante del Grupo Callao, coincidió con la visión de la vicepresidenta al considerar "éticamente reprochable" la difusión de esos rumores en off y avaló la integridad moral de los funcionarios que participaron del proceso licitatorio. De inmediato le pidió la renuncia al ministro.
La agenda del sábado en Olivos tenía previstas otras actividades. Por ejemplo, la confirmación oficial de la vuelta de Agustín Rossi al gabinete en reemplazo de Cristina Camaño, quien finalizó su intervención en la AFI. En la hoja de ruta original, era el único nombramiento previsto. El Presidente desde hacía tiempo buscaba un lugar en la gestión para Rossi, quien meses había declinado el ofrecimiento de asumir como asesor presidencial. La espera tuvo recompensa y el ex ministro de Defensa asumirá esta semana en un lugar estratégico.
La otra actividad pautada era una reunión para preparar la participación en la Cumbre de las Américas de Los Angeles, a donde el Presidente y su comitiva viajarán el martes. Para esa charla llegaron al mediodía a Olivos el canciller Santiago Cafiero, la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. Pero el encuentro quedó trastocado por la designación del reemplazante de Kulfas, que recién se resolvió pasadas las 21.
Luego de evaluar diferentes posibilidades, Fernández se comunicó con Scioli para ofrecerle el puesto. El embajador -un cargo desde el que alentó varias actividades productivas nacionales que se encargó de difundir a través de las redes- en principio aceptó la propuesta, pero le pidió esperar para hacer el anuncio hasta que pueda resolver unas cuestiones personales en Brasil. De todas formas, recién asumiría a la vuelta de Fernández de Estados Unidos. Con Scioli y con Rossi, dos dirigentes que en más de una oportunidad plantearon aspiraciones presidenciales, el gabinete nacional ganará volumen político, algo que se le reclamaba a una gestión escasa en voceros que la defiendan.