Reanudaron el diálogo en Venezuela con Alberto Fernández, Petro y Macron como veedores

Con el auspicio de los presidentes Macron, Fernández y Petro, oficialismo y oposición de Venezuela retomaron el diálogo en París. El acuerdo cuenta con una parte económica y otra política que deberán contemplarse hasta desembocar en elecciones con participación libre y observación internacional en 2024. 

11 de noviembre, 2022 | 18.43

Oficialismo y oposición venezolanos declararon este viernes, en París, reabierto oficialmente el diálogo que se había cortado de manera abrupta un año atrás. El impulso del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el acompañamiento de Alberto Fernández y del colombiano Gustavo Petro sirvieron para volver a sentar en la mesa al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, en representación del gobierno de Nicolás Maduro, y a Gerardo Blyde, enviado de Juan Guaidó, por el lado de la dirigencia opositora. Plantearon un camino de solución que cuenta con dos patas: una social y económica y otra parte política, por lo que deberán ir trabajando en ambas hasta llegar a la normalización de la situación con elecciones generales sin proscriptos y monitoreada por observadores internacionales en 2024. El tiempo dirá que tan histórica resultó esta cita parisina.

La reanudación del diálogo se produjo en un aparte del Foro de la Paz organizado por Macron, con paneles con jefes de Estado, funcionarios de organismos internacionales y demás especialistas debatiendo sobre los desafíos del mundo en esta época de conflicto. El presidente francés contactó a Fernández y a Petro para que lo ayudaran a sentarse a los negociadores venezolanos. Alberto habló días atrás con Maduro, quien se mostró muy conforme con la participación argentina como veedor, lo mismo que la Colombia de Petro, con quien normalizó recientemente las relaciones bilaterales entre ambos países. Macron y Maduro escenificaron el compromiso días atrás, cuando se cruzaron en la Conferencia de Cambio Climático en Egipto y se mostraron conversando amablemente en un video que recorrió el mundo.

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Todo una noticia porque Macron, en febrero de 2019, había reconocido a Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela y en 2020 no dio validez el triunfo electoral de Maduro. Pero en medio ocurrió la invasión rusa a Ucrania y la decisión de Vladimir Putin de cortar el suministro de petróleo y gas a Europa, que ahora busca con urgencia canales alternativos de abastecimiento. Venezuela aparece como una opción muy viable, pero el problema es que sobre el gobierno de Maduro pesan nada menos que 762 sanciones internacionales que dificultan todo tipo de relación comercial con otros países. Por eso, su idea de recomponer el diálogo y trabajar para que se vayan levantando todas esas penalizaciones. Italia y España ya tienen sus empresas petroleras trabajando en la cuenca venezolana y a Macron le urge que ingresen las francesas.

También participó la canciller de Noruega, Anniken Huitfeldt, cuyo país fue el principal gestor de la primera ronda de diálogo de 2021. Luego de tres rondas, aquellas conversaciones quedaron cortadas luego de que Estados Unidos extraditara al empresario Alex Saab, de origen colombiano pero con pasaporte diplomático venezolano, muy cercano a Maduro. La reunión en París, en un salón del primer piso del Palacio Brongniart, la abrió Macron. Como le había dicho el día anterior a Fernández, repitió que el originalmente tenía una mirada sobre Venezuela similar a la visión "dominante", pero que ahora había comprendido que no era el camino adecuado. Alberto le viene insistiendo que el camino de las sanciones no es la vía para conseguir reformas en Venezuela, que eso ya se intentó con Cuba y fracasó. Que la forma de hacerlo es integrarlos en el sistema internacional y persuadirlos en este tipo de diálogos. 

Fernández recordó que desde que llegó a la presidencia en 2019 planteó que el Grupo de Lima, impulsado desde Washington por el gobierno de Donald Trump, no era la forma de obtener algo en Venezuela. Que decidió mantener el contacto con Maduro y que ahora buscará facilitar el diálogo. En la Cancillería argentina también veían a Petro como un jugador clave, por la rápida normalización que llevó adelante del vínculo clave de su país con Venezuela, por la relación que armó con Maduro y por su participación en esta ronda de diálogo. Contó que Colombia está entre los más interesados por la normalización de su país vecino porque tiene nada menos que dos millones de venezolanos viviendo en su territorio. 

Quedó establecido las dos partes en que se desenvolverá el acuerdo. Por un lado, el aspecto social y económico, que tiene que ver con el destino que se le dará a los recursos de Venezuela que se encuentran embargados por las sanciones internacionales, una vez que los liberen. No está expresado, pero es obvio que alrededor de esta reanudación del diálogo sobrevuela un consentimiento de parte de la Casa Blanca, la principal impulsora de las sanciones a Maduro. "Está claro que las señales son de distensión de parte de Estados Unidos", comentaban en la comitiva. También se sabe que en los últimos días Alberto Fernández dialogó en un par de ocasiones con Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden. La liberación de Alex Saab también es otra de las posibilidades, que sería en canje por un militar estadounidense detenido en Caracas. 

De acuerdo a lo pactado por las dos partes venezolanas, los recursos liberados deberán destinarse a salud, educación, elecricidad, alimentos y agua potable. No podrán utilizarse para otras cuestiones. En cuanto a la pata política del acuerdo, tienen que ver con las garantías del gobierno de Maduro para asegurar la libertad de expresión, el mantenimiento de los derechos huamanos, las posibilidades de candidatearse sin que surjan problemas y el establecimiento de un cronograma electoral que culmine con elecciones generales sin proscripciones y con observadores internacionales en 2024. Algo que decían los observadores era que, anteriormente, el gobierno de Maduro insistía en el levantamiento de las sanciones en su contra -la pata económica de este acuerdo- y no atendía la otra, que era el reclamo excluyente de la oposición. Por eso, ahora era fundamental que se avanzara con ambas al mismo tiempo. 

Del encuentro también formaron parte el canciller Santiago Cafiero y el colombiano Alvaro Leyva, quienes a partir de ahora se encargarán del seguimiento del tema. No está establecido cuándo será la próxima reunión ni si las sesiones volverán a tener como sede México. Si conversaron de impulsar la vuelta de Venezuela al sistema interamericano de derechos humanos para que sus problemas internos puedan ser interpretrados en su contexto. Tanto los argentinos como los colombianos recordaron que el sistema interamericano resultó valioso en la dictadura militar o para, por ejemplo, habilitar la candidatura presidencial de Petro. Hablaron bien del sistema de derechos humanos, todo lo contrario respecto al trabajo del secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien le deben haber zumbado los oídos.