Los 16 gobernadores que impulsan la reforma de la Corte Suprema formalizaron la propuesta de crear una "liga" en la que estén representadas todas las provincias con el objetivo de generar una agenda de gestión federal. La movida apunta a quitarle centralismo a la ciudad de Buenos Aires, usina permanente de candidatos presidenciales, aunque aclararon que, si quiere, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta también está invitado a participar. "Nuestro espacio no pertenece a un partido en particular", anunciaron, y el gran desafío es atraer a los tres radicales y al cordobés Juan Schiaretti. Sin ellos, conseguir mayoría de votos en el Congreso pinta muy difícil.
Con la firma del presidente y de la vice del interbloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, a mitad de semana se presentó el proyecto para llevar la Corte Suprema a 25 integrantes. El texto consta de sólo cinco artículos y no precisa que los jueces van a surgir a propuesta de las provincias dada las críticas lanzadas desde los bloques opositores. No sólo el macrismo sino también el ex ministro Roberto Lavagna evaluó como "extraña" la propuesta de "provincializar" el máximo tribunal. Por eso, el proyecto no aclaró nada al respecto y sí detalló que con una Corte mucho más amplia se agilizará mucho la tramitación de expedientes. En caso de que el proyecto fuera aprobado, el Ejecutivo establecería por decreto que los nuevos integrantes serán designados a propuestas de las provincias respetando la paridad de género.
El disparador fueron los rumores de que la actual Corte, integrada por cuatro jueces varones que representan la región centro del país, estaría por emitir un fallo que devolvería a CABA los fondos que le quitó la Nación, dado el exagerado monto asignado por Mauricio Macri por el traspaso de la policía. "Son fondos coparticipables que pertenecen a las provincias, de ninguna manera tienen que volver a la Capital", explicaba uno de los gobernadores que encabezan la respuesta. Los mandatarios del peronismo y de partidos provinciales aliados entendieron que no podían quedarse de brazos cruzados y debían unirse para evitar que el poder central siguiera avanzando. La reforma del máximo tribunal de manera que el interior esté cabalmente representado es un punto central, pero no el único. La manera en que se distribuyen los subsidios, el actual esquema de coparticipación y hasta las bancas de diputados que le corresponden a cada provincia son otros aspectos que forman parte de la agenda.
Los gobernadores se reunieron el sábado en el CFI, algunos personalmente y otros por zoom. "Seguimos impulsando un espacio de debate, consulta y acuerdos, a través de una liga que nos reúne con una agenda permanente, con el objeto de conformar una Argentina justa y federal", iniciaron su documento. Entre los firmantes se alinearon una mayoría de peronistas "tradicionales" como Raúl Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán) Sergio Ziliotto (La Pampa) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis), junto a otros enrolados en el kirchnerismo como Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco) y Alicia Kirchner (Santa Cruz). También aliados dentro del Frente de Todos como Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Mariano Arcioni (Chubut) y otros de partidos provinciales como Gustavo Sáenz (Salta) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).
Una muestra de 16 gobernadores amplia y representativa, que aspiran a llegar en breve a 19, sumando a los demás partidos provinciales y al renuente Omar Perotti (Santa Fe), quien no quiso participar del proyecto para modificar la actual Corte que integran dos santafesinos. Luego de ese objetivo, quedaría acercar a los opositores. "Ellos comparten nuestras preocupaciones, tenemos los mismos problemas. Lo que pasa es que generarían una situación muy complicada en Juntos por el Cambio", argumentaba uno de los firmantes. Los radicales Geardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) son participantes activos de los encuentros de los mandatarios del Norte Grande, que funcionaron como embrión de esta otra propuesta ampliada.
"Este debate histórico nos advierte diferencias desde la infraestructura pública disponible, la competitividad de nuestras economías regionales, el precio inequitativo de los combustibles, las asimetrías de las tarifas energéticas y en los subsidios al transporte", enumeraron en el comunicado. Los gobernadores radicales, aseguraban, suscribían cada punto y lo padecen en carne propia con los aspirantes presidenciales como Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y hasta Javier Milei, todos producto del poder económico y mediático central. "En los focus groups la gente dice que le gustaría que llegara a la presidencia alguien del interior, pero después todos los candidatos son del AMBA. Es la única oferta que les llega", explicaba un gobernador.
Kicillof está entre los principales impulsores de la rediscusión. Aunque Buenos Aires recibe una porción -menor- de los subsidios al transporte, cerca del gobernador destacaban que era una suma mínima si se la comparaba con los seis puntos de coparticipación que la Provincia sufrió en 1988 y con la tendencia a la centralización de los recursos que se profundizó a partir del gobierno de Macri. Y le agregaban un reclamo particular: la necesidad de actualizar la representación parlamentaria de acuerdo a los números del último censo, algo sobre que la justicia electoral ya se pronunció favorablemente para no se tuvo en cuenta. La provincia de Buenos Aires subiría sustancialmente su representación -alguún otro distrito también- mientras que la Capital perdería algún escaño.
La nueva cuenta, de ponerse en marcha, podría incluso modificar la actual paridad parlamentaria que mantiene al Congreso bloqueado con proyectos que vota el Senado y rechaza Diputados y viceversa. Los gobernadores anticipaban que harán todo lo posible porque no suceda lo mismo con la reforma de la Corte.