En el Gobierno no esperan críticas directas en el acto de Cristina

No anticipan que la Vicepresidenta profundizara sus críticas en el mensaje que dará en el Estadio Único de La Plata. El rol crítico, entendían, lo asumió Máximo mientras que CFK apunta a fortalecer su liderazgo en el Frente de Todos. Al horario del acto, el Presidente estará en vuelo de vuelta desde Madrid.

17 de noviembre, 2022 | 12.39

En la comitiva que acompañó a Alberto Fernández en su gira por Francia e Indonesia no esperaban que Cristina Kirchner apuntara sus principales críticas al Presidente en el acto que encabezará este jueves en el Estadio Único de La Plata, así como no lo hizo en su última aparición en la UOM. Consideraban que ese rol ahora lo tomó su hijo Máximo Kirchner y que la vice prefiere posicionarse en el papel de líder político de la generalidad del Frente de Todos, con una tarea de reivindicación de sus gestiones como presidenta. De todas formas, el Presidente se enterará de lo que diga en diferido, porque mientras la vice hable estará en vuelo de regreso desde su última escala en Madrid.

“Máximo se equivocó cuando salió a decir que creía que no iba a ser candidata, por eso ella ahora busca instalar como algo muy probable que sí lo sea”, explicaba uno de los integrantes de la comitiva. Eso tenía que ver, añadía, con las cosas que la vice tiene por delante, principalmente la sentencia en la causa Vialidad. “Trabaja en un reposicionamiento de su figura, en fortalecer el liderazgo para que no se la lleven puesta. Después seguramente verá si será o no candidata. Personalmente, creo que ella va a designar a alguien”, continuaba el análisis. Hay que ir muy para atrás para recordar un acto encabezado por un político de la magnitud del que hará CFK para el Día de la Militancia. 

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También para el nivel de promoción de la convocatoria que se viene haciendo desde hace varios días desde la dirigencia y la militancia kirchnerista, no sólo para que concurra mucha gente sino para que Cristina vuelva a convertirse en centro y figura de un escenario político que ingresó de manera muy anticipada en modo electoral. “Sin lugar a duda, Cristina es la mejor de ellos. Los demás vienen muy atrás”, deslizaban cerca del Presidente. 

La ajenidad de ese “ellos” hace juego con el tuit de la vice de días atrás respecto al aumento de la medicina privada en el que revelaba que ella había recomendado no aumentar y que “el Gobierno” autorizó de todos modos. También como si fuera una entidad separada.

Alberto y Cristina volvieron a hablar el martes, luego del problema de salud que sufrió el Presidente durante la apertura de la Cumbre del G20. Se conoce que la Vicepresidenta quiso saber de primera mano qué había sucedido y cómo se encontraba. No trascendió si la conversación luego derivó hacia otras cuestiones. En el entorno de Alberto no querían agregar nada porque se trató de una conversación privada y “después Cristina se enoja”. Algunos de los enojos de los últimos tiempos tuvieron que ver con filtraciones periodísticas.

Es más, Alberto y otros integrantes de la comitiva analizaron cómo fue que trascendió que la Vicepresidenta lo había llamado antes de que saliera la información oficial, a través de un tuit de una periodista que cubría su participación en la cumbre en Bali. “¿Fuimos nosotros o fueron ellos?”, le preguntó el Presidente a la portavoz Gabriela Cerruti. La conclusión fue que habían sido “ellos”. 

La conmemoración que había ideado el Presidente por el Día de la Militancia era casi el anverso del de CFK. Era una actividad en el salón de un hotel con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, para presentar una estampilla que emitirán ambos correos recordando los 50 años del exilio y retorno del general Perón. Entre la salud deteriorada de Fernández y el retraso de Sánchez por una cumbre trastocada por el misilazo en Polonia, debió suspenderse. Alberto y su grupo más cercano -en el viaje lo acompañaron Cerruti, el canciller Santiago Cafiero, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos- ven a Máximo Kirchner ahora como el más enojado y el más crítico. Pero sus dardos no tienen el mismo efecto que los que lanza Cristina. 

“Quedó mal luego de su renuncia a la presidencia del bloque de diputados. Ahí se equivocó y nunca más encontró su lugar. Vos fijate que cada vez que sale a hablar vuelve sobre la cuestión del acuerdo con el Fondo”, comentaba días atrás Alberto con uno de sus colaboradores. El vínculo del Presidente con Máximo es evidente que no hay manera de emparcharlo, incluso el propio diputado se colocó fuera de cualquier “mesa política” que se pudiera armar, como lo vienen reclamando.

En cambio, el Presidente sostiene que cada vez que toma alguna decisión importante -sea un proyecto de ley, un decreto, un medida económica- a Cristina se lo informa, vía Olmos o vía Sergio Massa. “Yo les digo ‘esto hablalo con Cristina’. Así que no es que no está al tanto de lo que hacemos”, explicaba el Presidente en esa charla.

Massa se sumó a la gira en el último día en París para encarar la Cumbre del G20. El Presidente subió un video a las redes que los mostró subiendo al avión juntos y trabajando en el vuelo, en la lógica de equipo. El ministro parece sentirse cómodo en ese rol de ser el que habla con uno y con otro, y que eso termine resultando en sacar medidas que le permitan ir poniendo en caja la situación. 

Llegó adelantando sus objetivos para que China flexibilice el swap y que el FMI acepte contemplar los costos de la guerra en las pautas que le exige a los gobiernos endeudados. Fueron los dos grandes resultados de la accidentada estadía en Bali. Como si hubiera estado pensado. 

Habla de un camino de inflación en baja paulatina: dos meses en siete y algo, dos meses en seis y algo, ahora deberían venir dos meses en cinco y algo. Todo un desafío dado que en diciembre los precios siempre se tensionan. También reconoce complicado cumplir la previsión en marzo y abril. Imagina llegar a las elecciones de octubre con una inflación un poco por encima del dos por ciento, lo que colocaría al Frente de Todos con muy buenas posibilidades.

¿Con qué candidato? Tal vez en el estadio de La Plata se dé alguna respuesta a esa pregunta. Los de la comitiva presidencial se enterarán en diferido.