El ministro de Economía, Sergio Massa, acaba de volver de Estados Unidos y en el Gobierno ya ultimaban los detalles de los próximos dos viajes con destino al país del Norte. Este fin de semana, el presidente Alberto Fernández partirá junto al canciller Santiago Cafiero rumbo a Nueva York para su primera participación presencial en la Asamblea General de las Naciones Unidas, periplo que incluirá también una escala en Houston. El otro fin de semana será el turno del ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, quien encabezará una delegación de diez gobernadores del norte del país que irán en busca de promover exportaciones regionales y la llegada de inversiones. En tanto, en Cancillería aún aguardan que Joe Biden ponga nueva fecha a su suspendido encuentro con Fernández.
"Septiembre será un mes movido en los Estados Unidos, movido por la Argentina", había anticipado el embajador en Washington, Jorge Argüello, días atrás cuando expuso ante los empresarios convocados al Consejo de las Américas. Fernández recibió este martes en su despacho a Massa, quien le informó los detalles de su viaje. Fue una semana completa en Estados Unidos, que incluyó una reunión de la que participó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y otra con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Así, desde la Casa Blanca expresaron su apoyo al rumbo emprendido por Massa, de equilibrio de las variables económicas. Por otro lado, el staff del Fondo dio por cumplidas las metas del nuevo trimestre, lo que habilitará el desembolso de 4.100 millones de dólares. Anteriormente, el BID y el Banco Mundial ya le habían informado que habían destrabado los préstamos acordados con el país. En el equipo económico insistían en la calificación de "positivo" de un viaje en el que cumplieron los objetivos propuestos, incluso con alguna yapa como fue la sorpresiva aparición de la secretaria Yellen en el encuentro en el Departamento del Tesoro.
Fernández tomará la posta este sábado a la noche cuando se embarque rumbo a Nueva York junto a su esposa Fabiola Yáñez, el canciller Cafiero, el ministro de Educación, Jaime Perczyk, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, la portavoz Gabriela Cerruti y el resto de una comitiva que aún no estaba definida. Para el lunes tienen agendado participar de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación donde fueron invitado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. "La cumbre buscar dar respuestas a la una crisis mundial de la educación en materia de igualdad, inclusión, calidad y pertinencia", apunta la convocatoria. Por la tarde, se hará la presentación en el consulado en Nueva York de la candidatura del Museo de la ex ESMA para que sea declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. También habrá una sala en el propio edificio de las Naciones Unidas dedicada a ese objetivo.
El martes a la tarde, en la jornada de apertura de las sesiones, Alberto Fernández tiene turno para hablar ante la Asamblea General, por primera vez de manera presencial. Debido a la restricciones por la pandemia, en los dos años anteriores expuso vía zoom. El clima político del cónclave estará centrado en la guerra en Ucrania y Fernández volverá a exponer sobre las consecuencias que afectan al resto del mundo en lo referido a precios de los alimentos y de la energía, tal como ya lo hizo en la Cumbre del G7. Otro tema que seguramente no faltará será el reclamo para la reducción de las sobretasas que el FMI cobra a los países más endeudados, tampoco el reclamo al Reino Unido por la apertura de diálogo por la soberanía de las islas Malvinas. En Cancillería negociaban varios encuentros bilaterales entre los que podrían estar los mandatarios de Francia, de India y de China, aunque aún no se daba nada por confirmado.
Ese mismo martes será la tradicional recepción que el presidente de Estados Unidos organiza para los jefes de Estado visitantes. Para esta altura en el Gobierno imaginaban ya tener fecha para la esperada bilateral con Biden en la Casa Blanca, pautada originalmente para el 26 de julio y que se suspendió por el Covid positivo del presidente estadounidense. El corrimiento de los compromisos de Biden más la proximidad de las elecciones legislativas de noviembre hasta ahora impidieron que se fije una nueva fecha. Mientras espera, seguramente Fernández tendrá una nueva foto con Biden cuando se saluden durante la recepción.
El miércoles, en su última jornada en Estados Unidos, Fernández y su comitiva se trasladarán a Houston, la capital energética, donde ya estuvo Massa la semana pasada. El embajador Argüello trabajaba en el armado de la agenda de encuentros, que anticipaban que abarcaría representantes de al menos 35 empresas de primer nivel. El Presidente buscará convencerlos de apostar por las posibilidades de los yacimientos de Vaca Muerta y por las reservas de litio. El objetivo del Gobierno es que, a partir del año próximo, el país pase de importador a exportador de energía al mundo como nuevo rubro generador de divisas junto al agropecuario. De ahí que Houston ahora se haya convertida en parada obligada para los visitantes argentinos, un destino antes reservado sólo para los funcionarios del área. Desde allí, Fernández emprenderá el vuelo a Buenos Aires, con regreso previsto para el jueves.
En abril pasado, el ministro Wado de Pesro encabezó un viaje de gobernadores a Israel. El próximo 25 de septiembre repetirá la experiencia en Estados Unidos junto a diez mandatarios de provincias del norte. "Vamos a convertir la Embajada en una ronda de negocios", adelantó Argüello cuando anunció este viaje. El objetivo es que los gobernadores se reúnan en Washington y en Nueva York con inversores en plan de promoción de exportaciones y también mostrando las oportunidades de negocios que ofrece cada jurisdicción. Las posibilidades del litio también estarán presentes.
Más allá de lo económico, no escapa al análisis el protagonismo de De Pedro, quien es mencionado como un posible candidato del Frente de Todos para las elecciones del año próximo. Desde hace tiempo, el ministro -de carácter dialoguista- viene tendiendo puentes con el establishment económico, como para que empiecen a conocerlo. Ahora será el turno de que lo conozcan también en Estados Unidos.