El presidente Alberto Fernández se reacomoda a la agenda de una gestión reformulada imprimiéndole mayor ritmo: el lunes inauguró obras en el Conurbano, el martes visitó en Catamarca proyectos mineros y este miércoles le tomará juramento como ministro de Economía a Sergio Massa, en lo que se espera sea el principio del fin de la crisis económica. Por otro lado, quedó confirmado que el fin de semana retomará la agenda internacional cuando viaje a Colombia para participar de un hecho histórico como lo será la asunción de Gustavo Petro, el primer presidente colombiano de izquierda, la antesala regional a las decisivas elecciones de octubre en Brasil.
Cerca del Presidente habían anticipado el objetivo de activar una gestión bien visible, alternando salidas al Conurbano y al interior, poniendo de relieve la fuerte instrumentación de obra pública en todo el país codo a codo con gobernadores e intendentes. También apuntará a poner de relieve las inversiones en sectores productivos como lo hizo este martes al visitar un proyecto de explotación de litio en Catamarca junto a los gobernadores Raúl Jalil y Ricardo Quintela, unos de los rubros esenciales para el ingreso de divisas. En este caso se trata de una inversión china de 380 millones de dólares. Será la manera de complementarse con un Massa seguramente hiperactivo y dedicado en los próximos días a anuncios de medidas.
Pero si hay un rubro que a Fernández le resultó provechoso este año fue el de las relaciones internacionales, donde le dio un buen uso a su rol de presidente pro tempore de la Celac, la organización que nuclea a todos los países de Latinoamérica y el Caribe. Hizo una gira por la Unión Europea y participó de las cumbres de las Américas, de los Brics y del G7. Este fin de semana retomará esta agenda cuando el sábado viaje junto al canciller Santiago Cafiero rumbo a Bogotá para participar el domingo de la jura de Petro, quien asumirá la presidencia en reemplazo de Iván Duque. El mandato del ex alcalde bogotano y ex guerrillero del desmovilizado M-19 marcará un hecho histórico para ese país tradicionalmente dominado por las fuerzas conservadoras y aliadas incondicionales de Estados Unidos. "Su triunfo convalida la democracia y asegura el camino hacia una América Latina integrada, en este tiempo que nos exige la máxima solidaridad entre pueblos hermanos", celebró Fernández el resultado electoral de junio pasado.
Entre los presidentes que confirmaron su asistencia están el chileno Gabriel Boric, el peruano Pedro Castillo, el ecuatoriano Guillermo Lasso, el boliviano Lucho Arce, el dominicano Luis Abinader, el paraguayo Mario Abdo Benítez y la hondureña Xiomara Castro, entre otros. También estará el rey de España, Felipe VI. En Cancillería adelantaban que era muy probable que Fernández realizara dos o tres encuentros bilaterales entre el sábado a la noche y la jornada del domingo, que será extensa dado que habrá más de una ceremonia entre el Parlamento y la Casa de Nariño, sede del gobierno.
Como adelanto, Francia Márquez, quien asumirá como vicepresidenta de Petro, realizó una gira por la región que incluyó a Argentina, donde fue recibida por Fernández en la Casa Rosada y por la vicepresidenta Cristina Kirchner en el Senado. Márquez es la primera afrocolombiana y la segunda mujer en ser vicepresidenta de su país, donde es conocida como defensora del medioambiente y abogada de las víctimas del conflicto armado en el marco del Proceso de Paz. En la Rosada estuvieron charlando de la crítica situación que se vive en el mundo por el conflicto en Ucrania y cómo influye en la región, una cuestión sobre la que Fernández, como titular de la Celac, viene alertando en cada foro internacional que participa.
Justamente, su actividad internacional continuará el 18 de agosto cuando encabece un seminario de la Celac en el CCK que tratará sobre "El futuro de la integración", con el objetivo de avanzar en la institucionalización del bloque. Dado el desprestigio que fue sumando la OEA de la mano del uruguayo Luis Almagro, la Celac -donde no están Estados Unidos ni Canadá pero sí Cuba y Venezuela- aspira a ganar espacio como principal ámbito de discusión regional. El dato político importante será que Lula ya confirmó su participación, tal vez de manera virtual dado que faltará poco para las elecciones. Sin dudas, los comicios brasileños del 2 de octubre resultarán decisivos para el futuro de esta parte del continente. Si gana Lula, como pronostican todas las encuestas, las fuerzas progresistas volverán a ser mayoritarias y es de esperar una rápida revitalización de organismos como Mercosur, Unasur y Celac. Tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner estarán muy atentos a lo que suceda allí y a los efectos que produzca en la política local para resolver los próximos pasos de cara a 2023.
Pero si algo falta para coronar el año internacional de Fernández es que se concrete la bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca. La fecha pautada era el 26 de julio pero debió postergarse por el Covid positivo de Biden, que luego reincidió en el diagnóstico y aún espera el alta. Una vez que la tenga, los negociadores volverán a conversar. Difícil que se realice en agosto porque es mes de vacaciones en el norte, probablemente se postergue para septiembre. Quedará así muy cerca de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la gran cita internacional que se produce cada tercera semana de septiembre de en Nueva York.
Luego de dos años, volverá la presencialidad total lo que deparará múltiples interrogantes respecto a participaciones como la del presidente ruso Vladimir Putin y de la del chino Xi Jinping. ¿Se los verá por las calles neoyorquinas? Los ojos del mundo estarán puestos allí como pocas veces y Fernández buscará nuevamente utilizar ese atril para exponer sobre los problemas de los países en dificultades económicas y que sufren las consecuencias de conflictos que se desarrollan en lejanas partes del planeta sin que su voz sea escuchada.