Con la rápida gira que iniciará el próximo lunes, el presidente Alberto Fernández tomará distancia, al menos por unos días, del repiquetear de críticas que le llueven desde el interior del Frente de Todos. "A Néstor y a Cristina nunca les tembló la pera a la hora de defender a los trabajadores y a las trabajadoras", insistió el diputado Máximo Kirchner en un acto homenaje a Evita. "Nadie se puede olvidar para qué ganamos las elecciones", lo secundó el gobernador Axel Kicillof. Con esas reuniones con jefes de Estado y empresarios europeos en busca de inversiones, Fernández buscará de nuevo centrar la agenda en la gestión y en las posibilidades para el despegue de la economía.
En las proximidades del Presidente tenían la sugerencia de no responder a las críticas, ni hacer referencia a la crisis interna del oficialismo. Incluso en los apuntados "off" a los que hizo referencia la vicepresidenta Cristina Kirchner, diciendo que ella siempre habla en "on". "Fue contundente pero no agresiva", calificaba el mensaje de CFK un dirigente que hoy orbita cerca de Fernández. Los discursos que le siguieron este sábado en el escenario en recuerdo de Evita montado en Los Toldos volvieron sobre algunas preocupaciones. "Lo que hay que hacer es subir los salarios", planteó Máximo, quien resaltó cuánto había bajado la participación de los asalariados en el PBI. Igual que la vice, resaltó las bondades del debate "de cara la gente". Incluso bromeó sobre su crianza en un hogar peronista "pero con mucho debate". "Si alguno se asusta con lo que ve ahora...", ironizó.
Como cada semana, desde el Gobierno volvían a confirmar al equipo económico. El Presidente deslizó ante sus colaboradores que mientras le sigan pidiendo renuncias no dará el brazo a torcer por una lógica de sostenibilidad política. Si accediera sin más, entiende, junto a sus funcionarios se irá su poder de mando. "Pensemos en todo lo que hicimos este tiempo en unidad", planteó el viernes en Ushuaia, poco antes de que comenzara a hablar Cristina en Chaco. Un punto que marcaban cerca del Presidente fue la muy vaga referencia de la vicepresidenta al acuerdo con el FMI, que hasta hace poco acaparaba toda su atención. Esperaban que así como ese tema ahora se había convertido en secundario, también los demás cuestionamientos pronto bajaran de tono. Para eso, evaluaban, lo mejor era no contestar dado que, si no hay respuesta, el reclamo repetido pierde sentido.
Nada mejor para Fernández que un cambio de agenda, seguramente uno de las motivaciones del repentino viaje a Europa. Si bien era una idea que se venía analizando desde hacía algunas días, la confirmación fue recién el jueves pasado. El Presidente partirá el lunes hacia Madrid, donde tiene agendado un encuentro el martes con el jefe de gobierno socialista, Pedro Sánchez, uno de los mandatarios con quien mantiene mejor vínculo. Luego partirá a Berlín, donde conocerá al nuevo canciller Olaf Scholz, el líder de la centroizquierda alemana que reemplazó a la conservadora Angela Merkel luego de 16 años de mandato. El objetivo de Fernández es reforzar el buen vínculo con Alemania, un inversor fuerte en el país y habitual apoyo en las negociaciones con el FMI.
Entre uno y otro encuentro habrá contactos con empresarios y la posibilidad de algún anuncio de inversiones. "La agenda de crecimiento", la definió la portavoz Gabriela Cerruti. Quedaba a confirmar un posible cumbre con el reelecto presidente de Francia, Emmanuel Macron, en un rápido paso por París en el último día de la gira. En la idea original, la reunión con Macron era el objetivo principal del viaje. Fernández jugó fuerte pidiendo el voto al presidente francés días antes del ballotage con la ultraderechista Marine Le Pen -Sánchez y Scholz también lo hicieron- e imaginaba un reencuentro con aires de celebración en el Palacio del Elíseo.
Pero Macron asumió su segundo mandato recién este sábado y está metido en el armado de su gobierno. Por eso recién el lunes se sabrá si habrá espacio en la agenda para un encuentro de Fernández con Macron, quien deseaba recibirlo. El jueves, en Argentina, se conocerá el nuevo índice de inflación. Otra buena razón para conseguir una foto fuerte para contrarrestar el golpe.
La guerra en Ucrania, la inflación mundial y las necesidades energéticas formarán parte de la agenda de las reuniones del Presidente. Por otro lado, la Unión Europea viene mandando señales de querer reactivar el acuerdo con Mercosur firmado en 2019 y en revisión desde entonces. Dado el impacto de la guerra en lo referido al suministro de energía y alimentos, en la UE ven el Mercosur como una alternativa sustitutiva, por lo que las conversaciones podrían tomar otra velocidad. Macron justamente se encuentra a cargo de la presidencia pro témpore de la Unión Europea, lo mismo que Fernández de la Celac. Está dicho, una agenda diferente a la local.