Cambios y medidas: lo más parecido a un relanzamiento en modo Alberto

En dos días, el Gobierno anunció un cambio de gabinete y un paquete de medidas destinadas a estabilizar las variables económicas. Lo más parecido al relanzamiento de la gestión de Alberto Fernández que se venía anunciado desde la derrota en las elecciones legislativas. Pero se hizo en cuotas y en diferentes formatos.

17 de junio, 2022 | 00.05

Dos cambios en el gabinete que sumaron nombres con peso político propio y gran visibilidad más una serie de medidas económicas destinadas a estabilizar algunas variables es lo más parecido al relanzamiento del gobierno que desde el Frente de Todos se le venía pidiendo a Alberto Fernández luego de la derrota en las elecciones legislativas de octubre pasado. Sin embargo, fiel al estilo ajeno a toda épica que suscribe el Presidente, los anuncios de los últimos dos días fueron en cuotas y en diferentes formatos. Tal vez por el contenido de los medidas, dirigidas a ordenar las cuentas en línea con lo acordado con el FMI más que a dar buenas noticias, la Casa Rosada optó por presentarlas de manera deshilvanada sin "relato"

El relanzamiento es una herramienta de comunicación a la que suelen acudir los gobiernos para dar vuelta la página y arrancar una nueva etapa con más bríos, regenerando expectativas. En varias oportunidades se especuló en los últimos meses con cambios en el elenco oficial y con paquetes de medidas que luego quedaron en la nada. A veces, el propio Presidente alentó esas especulaciones como cuando un martes de marzo anticipó que ese viernes lanzaría una guerra contra la inflación que terminó siendo un mensaje sin anuncios concretos. Otra veces, la expectación previa se vio reducida al mínimo como cuando el "relanzamiento" del 25 de mayo se limitó a un cambio de eslogan de los actos oficiales.

Los fines de semana largos habitualmente sirvieron para redoblar el suspenso. Incluso funcionarios del entorno del Presidente supieron mostrarse desilusionados luego de algunos de esos feriados al comprobar que había transcurrido sin novedades, dejando pasar una nueva oportunidad para una administración que siempre le costó promover una agenda propia. A diferencia de Cristina Kirchner, a Fernández no le sale naturalmente generar una épica de gestión y ya se manifestó en contra de lo que se conoce como "relato" porque, entiende, esconde falsedades. En esta ocasión, lo que ocurrió es que una cosa fue llevando a la otra: novedades no todas pautadas de antemano, pero que ante los hechos se decidió no presentar en conjunto.

El fin de un nuevo período de intervención en la AFI de Cristina Camaño le dio la chance de encontrar al fin un lugar donde reincorporar a Agustín Rossi. De manera impensada, ese mismo día debió designar un reemplazante para Matías Kulfas en el ministerio de Desarrollo Productivo luego de que Cristina expusiera públicamente un imprudente "off" filtrado a periodistas para responderle. La salida de Camaño se dio por razones temporales y la de Kulfas por motivos políticos, pero sí quedó en manos del Presidente la decisión de suplantarlos por dos dirigentes como Rossi y Daniel Scioli. Referentes con mucho peso dentro del oficialismo, ambos con ambiciones presidenciales, que cambiarán la fisonomía de un gabinete de escaso volumen político.

Scioli, de hecho, recreó la ilusión en un sector del oficialismo que no veía perspectivas claras para 2023. La nutrida asistencia a su jura en la Casa Rosada y las banderas de bienvenida que algunos sindicatos desplegaron en edificios públicos dieron cuenta del entusiasmo por la vuelta a los primeros planos del "pichichi". Fiel a su estilo, en su primer día como ministro Scioli recorrió las instalaciones del Inti, se reunió con el ministro de Educación Jaime Perczyck y con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y su ministro Augusto Costa. En el entorno de Scioli, adelantaban que se mantendría en ese esquema de alta visibilidad que lo caracteriza.

Un día después de la jura, y justo antes del inicio de un nuevo fin de semana largo, se fueron desgranando las medidas económicas pensadas para responder a diferentes problemas, algunos de ellos agravados en los últimos días. "Fue una decisión de la Casa Rosada", respondían desde un importante despacho la forma desordenada de presentación. Por la mañana, la vocera Gabriela Cerruti informó sobre el decreto que estableció el nuevo sistema de segmentación de tarifas de servicios públicos, una propuesta que llevaba años de gestación. Al mismo tiempo se publicaron los decretos por el que se informó del nuevo corte de biodiésel en el combustible con el que se espera poner fin a la falta de gasoil y otro con la modificación del Presupuesto para este años elaborado por ministro Martín Guzmán. 

Luego se añadieron la suba de tasas de interés para préstamos y plan Ahora 12 y se informó de la firma del contrato para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Por último, se anticipó que existirá una mayor coordinación entre los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo para definir el otorgamiento de dólares para pagar importaciones, un punto clave. El esquema se completó con un cambio en la dirección de Aduana, donde Guillermo Michel asumirá en lugar de Silvia Traverso. En Economía justificaban el anuncio sigiloso y en off del paquete en que el mercado había ido asimilando de buena manera las novedades a lo largo del día.

En el kirchnerismo guardaron silencio. El miércoles hubo un tuit del secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, felicitando al "compañero" Scioli por su asunción, pero no hubo reacción al paquete ideado por Guzmán, a quien tienen apuntado. En Gobierno no escapaba que las medidas tenían eje en el reordenamiento de las cuentas y que faltaba alguna pata redistributiva para hacerlo más potable a nivel interno. Por eso, por la tarde el Presidente convocó a su despacho al jefe del bloque de diputados, Germán Martínez, para anunciar la intención de apurar el tratamiento del proyecto para gravar la renta inesperada de las empresas. "Es un debate importante, nos interpela a todos, en un mundo con tanta complejidad y la otra semana lo pongo en debate en la Cámara de Diputados", explicó Martínez a la salida.

Dos designaciones de importantes figuras políticas en el gabinete, la segmentación de tarifas prometida desde hacía mucho, un presupuesto modificado, un nuevo esquema para resolver la escasez de dólares, respuesta a la falta de gasoil, la ratificación de la construcción del estratégico gasoducto y una suba de tasas de interés. Lo más parecido a un relanzamiento desde que se inició el Gobierno, pero presentado a la manera que le sale a Alberto.