El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, participaron de la reunión del gabinete económico en Olivos, con el objetivo puesto en pulir la letra chica del acuerdo con el FMI, que tanto desde el Gobierno como desde el organismo financiero dijeron querer cerrar lo más rápido posible. "Los próximos días van a ser con cama adentro", ironizaban en Economía. Por otro lado, a horas de que se conozca el índice de inflación de enero, cerca del Presidente subrayaron que la suba de precios es la principal preocupación de la gestión y se esperanzaron con que la misma firma del acuerdo servirá para tranquilizar las principales variables económicas, por lo que también contribuirá a controlar la inflación.
Días atrás, en Economía habían anticipado la intención de Guzmán de viajar a Indonesia para la cumbre de Finanzas del G20. Pero el Presidente lo persuadió de que se quede en Buenos Aires para terminar de cerrar los aspectos técnicos del acuerdo y no seguir estirando la definición. De todos modos, la cumbre será en buena medida virtual: así participarán la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Por Argentina viajará el representante ante el Fondo, Sergio Chodos, compañero inseparable de Guzmán en las negociaciones.
Fijo en Buenos Aires, Guzmán estuvo domingo y lunes en la quinta presidencial para responder preguntas de Fernández y avanzar en las definiciones. El objetivo de máxima es que las negociaciones se cierren antes del próximo fin de semana. Luego quedará por delante la aprobación del directorio del Fondo y la del Congreso argentino. Otro de los temas que tocaron en el gabinete económico fue el de los convenios firmados días atrás en China, en donde se avanzó en la posibilidad de ampliar el swap de monedas. Serviría para fortalecer las reservas del Banco Central, que están al límite.
Cerca del Presidente volvieron a mostrar su convencimiento de que el acuerdo saldrá sin contratiempos por el Parlamento. Como anticipó Roberto Navarro este domingo en El Destape, el Gobierno espera presentarlo luego del 1 de marzo, cuando arranquen las sesiones ordinarias. "El Memorándum de Entendimiento Técnico y el Memorándum de Políticas Económicas y Financieras podrán ser conocidos completamente por los legisladores. Todos los detalles serán públicos", explicó. También el intercambio de mensajes entre el Presidente y Máximo Kirchner, que quedaron en tomar un café en los próximos días. El objetivo del Gobierno es hacer control de daños: si los legisladores camporistas no votan el acuerdo, al menos que lo hagan sin estridencias y sin daños irreparables a la unidad del Frente de Todos. Hay coincidencias. El diputado Itai Hagman anticipó que unos 30 legisladores de este sector podrían abstenerse, pero facilitando el tratamiento. El 22 de marzo hay un vencimiento importante y nadie quiere que el país caiga en default.
La otra preocupación
Del encuentro en Olivos, que duró más de tres horas, también participaron el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el ministro de Desarrollo Productivo, Matísa Kulfas, el de Trabajo, Claudio Moroni, la secretaria de Comercio Exterior, Cecilia Todesca, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y el asesor presidencial Juan Manuel Olmos, quien debutó en este tipo de encuentros para luego trabajar en la coordinación y seguimiento de los temas.
Otro de los puntos principales fue el análisis del índice de inflación de enero que se conocerá este martes. No sólo se anticipa que será alto, rondando el 4%, sino que los primeros días de febrero mostraron la misma tendencia alcista, en especial en algunos productos alimenticios. En los últimos días subió 5% la carne, 17% el pollo, 20% el pan, 25% la yerba y 50% los huevos. Es mucho y se viene a sumar a lo mucho que ya subió en los últimos tiempos, lo que pone en tela de juicio la eficacia de las políticas llevadas adelante hasta ahora. "Es la principal preocupación", respondía un funcionario, adelantándose al número que se dará a conocer.
El 33% que Guzmán había calculado en su presupuesto ya entra en tela de juicio si el porcentaje de los dos primeros meses del año supera el 7%. De hecho, desde el Gobierno ya plantearon una negociación paritaria en torno al 40%, lo que se ve más ajustado a la realidad. En Gobierno esperaban que el acuerdo con el Fondo Monetario tuviera un efecto tranquilizador sobre la economía y sirviera para desacelerar los precios. Hay coincidencia de que es el gran tema pendiente a resolver por el oficialismo si es que aspira a llegar con chances de reelección a 2023.