El acto en el que compartirán escenario este martes en Avellaneda Alberto Fernández y Cristina Kirchner se terminará de redondear la expresión de apoyo cerrado que el Frente de Todos le ofreció al Presidente a partir del reconocimiento del "error" de la foto del cumpleaños en Olivos. Ante la intención de la oposición de reencauzar una campaña que venía muy extraviada a partir de este episodio, el oficialismo se encolumnó en el respaldo y en los actos del lunes encontró además un discurso de respuesta contundente. "Alberto necesitaba cerrar el acto como lo hizo hoy, especialmente antes de aparecer con Cristina", analizaba anoche un funcionario cercano al Presidente.
La Cámpora fue quien primero respaldó a Fernández ante la ofensiva opositora y, en alguna medida, marcó el tono de la réplica oficial. "Con la mitad de la indignación mediática de estos días aplicada a otras fotos nos hubiéramos ahorrado el endeudamiento de las próximas décadas", ironizó el sábado pasado subiendo una foto de la cena de Mauricio Macri con la entonces titular del FMI, Christine Lagarde, sin dudas bastante más costosa para el país que el encuentro de Fabiola Yáñez con sus amigos. Anoche, la agrupación dobló la apuesta volviendo a subir la foto acompañada de una frase de Macri. "Esa foto nos da la sensación de que tocamos fondo", dijo el ex presidente que, claro, se refería a la foto del cumpleaños.
"Nos quieren dar lecciones de ética y moral los que no tienen legitimidad", abundó luego el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, en diálogo con El Destape radio. Advirtió que a lo largo de la campaña seguramente se verán más episodios de este tipo. "Vamos a tener una batería de operaciones permanentes de la oposición porque se quedaron sin agenda", anticipó.
Otra pieza importante del Frente de Todos es el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien reapareció en un acto en Florencio Varela. "Vi al Presidente pedir perdón pero nunca vi al gobierno anterior pedir perdón por endeudar a la Argentina", lanzó en un encuentro del que también participaron el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, y el precandidato a diputado Daniel Gollan. Luego, ante una consulta, reiteró: "Lo vi pedir perdón, como hombre de bien que es, y plantear que había cometido un error. Yo , ser cómplices de un modelo económico que cerró fábricas, comercios y dejó gente sin trabajo".
El contragolpe
El respaldo unánime dio pie para el discurso de Fernández en el acto en González Catán, donde encontró el tono para la réplica. "El único responsable soy yo", dijo sobre la meneada foto, desmintiendo de paso que hubiera buscado descargar culpas en su pareja. “Fue un error, lo asumí y pedí disculpas. Pero nunca me van a tener que escuchar pedir disculpas porque cerré el Ministerio de Salud, de Educación o Trabajo. Nunca me van a escuchar pedir disculpas porque me arrodillé frente al FMI y endeudé a la Argentina", dijo en una frase muy festejada por la militancia que copó los alrededores del flamante Centro Universitario de la Innovación.
Ya antes, el gobernador Axel Kicillof había coincidido con la idea. "Pueden distraernos con discusiones, pueden distraernos con operaciones, pero esta es la realidad que genera transformaciones”, soltó. Hasta el lugar llegaron varios intendentes y también referentes cercanos a Máximo Kirchner como la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, y el jefe del bloque de diputados bonaerenses, Facundo Tignanelli.
El respaldo interno cosechado por el Presidente más el tono combativo y efectivo de la respuesta elaborada en su mensaje por terminaron por retemplar el ánimo de la Casa Rosada. "Necesitaba esto", coincidían en su entorno. Este martes, en el último día permitido para realizar inauguraciones por la veda de campaña, Fernández encabezará por la mañana un acto en San Martín en homenaje por el aniversario del fallecimiento del Libertador y por la tarde anuncia en Isla Maciel, en Avellaneda, la entrega de la vivienda número 20 mil construida durante su gestión y presenta el Plan Hábitat Integral y el Programa de Mejoramiento Barrial, que tienen que ver con programas de urbanización e infraestructura para barriadas populares.
Si bien en las apariciones de la vicepresidenta siempre hay que dejar lugar para lo inesperado, las señales dentro del Frente de Todos daban pie para imaginar que se escuchará la expresión más esperada en apoyo al Presidente. "Vamos a ver qué sucede. Pero claramente agarramos envión y entramos en modo campaña", opinaba un estrecho colaborador de Fernández.