El presidente Alberto Fernández afirmó que coincidía con la postura del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y reclamó que en la Cumbre de las Américas que se realizará el mes que viene en Los Angeles sean invitados todos los países del continente, sin exclusiones. El lunes, el canciller Santiago Cafiero le había remitido una carta al secretario de Estado Antony Blinken con el mismo pedido, dado que no remitieron invitaciones a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Con todo, a diferencia de AMLO, Fernández confirmó que de todas formas asistirá al encuentro.
“Tengo pensado ir a la Cumbre de las Américas, pero le pido a los organizadores lo mismo que AMLO, que inviten a todos los países de América Latina”, sostuvo Fernández en la entrevista concendida a la cadena alemana Deutsche Welle (DW) en español. Fernández está en una situación especial porque preside la Celac y, en alguna manera, le corresponde la representación de los tres países excluidos por Estados Unidos con el argumento de que no respetan la carta democrática de las Américas. Estas cumbres tienen la particularidad de que es el anfitrión el que decide a quién invitar. Luego de este capítulo varios países miembros -Argentina entre ellos- están evaluando pedir una modificación de la carta constitutiva para eliminar esa prerrogativa y que todos los gobiernos del continente sean invitados.
El caso de Cuba ya fue muy discutido en su momento y pareció quedar saldado cuando Raúl Castro fue invitado a participar de la Cumbre realizada en 2015 en Panamá, donde mantuvo un histórico encuentro con Brack Obama. Sin embargo, siete años después, Joe Biden vino a poner de nuevo en debate aquella cuestión que parecía terminada, luego de la intensa presión que ejercieron muchos países latinoamericanos para que la isla fuera nuevamente un integrante activo del sistema institucional del continente.
" ¿En qué quedamos, vamos a respetar la independencia de los pueblos o no; la soberanía de los pueblos o no? ¿Va a ser nada más el discurso? ¿Quiénes somos nosotros para llamar ‘matones, torturadores, represores’ a unos y no a otros?", expresó López Obrador para explicar su rechazo a formar parte de la cumbre en esas condiciones y que México sea representado por su canciller Marcelo Ebrard. "No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos", argumentó AMLO. De inmediato, se le sumó el presidente de Bolivia, Luis Arce. Ambos mantienen un muy buen vínculo con Alberto Fernández.
Sin embargo, Estados Unidos hasta ahora se expresó sólo a través de funcionarios de segunda línea y no hubo una confirmación oficial ni por sí ni por no. “No hemos tomado una decisión de quienes serán invitados, las invitaciones finales aún no han sido enviadas”, respondió la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, ante una consulta. Al no haber una última palabra, los países miembros creen que todavía hay chances de que se invite a todos. La cita se llevará a cabo entre el 6 y el 10 de junio en Los Angeles y será el primer encuentro de Biden con los países latinoamericanos, una región que hasta ahora recibió muy poca atención por parte de su gestión. Tendría lógica que no quisiera que este primer contacto con sus pares de la región no termine siendo un fiasco y una foto sólo con los amigos.
"Una cumbre sin exclusiones", le pidió Cafiero en su carta al secretario Blinken. A diferencia de López Obrador y de Arce, por el momento Fernández sigue confirmando su participación. Incluso, según se rumorea, existen buenas posibilidad de que mantenga allí su primer encuentro bilateral con Biden. Pero habrá que esperar los próximos días para conocer el desenlace de la historia.