Desde el lunes, cuando inaugure el período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el presidente Alberto Fernández iniciará varios días de gestión con actividades vinculadas a las relaciones exteriores, un rubro en el que le ha ido mejor que en el promedio. Al encuentro de la CEPAL, que tendrá invitados especiales como el Nobel Joseph Stiglitz, le seguirá una cumbre de cancilleres de CELAC-Unión Europea con la participación del alto representante europeo Josep Borrell. Uno de los condimentos del encuentro serán las negociaciones de pasillo para resolver al nuevo presidente del BID. Y esto ocurrirá poco antes del viaje de Fernández a París para un evento por la paz al que lo invitó el presidente Emmanuel Macron, al que le seguirá la cumbre del G20, convocada para el 15 y 16 de noviembre en Bali, Indonesia, con el trasfondo de la guerra en Ucrania.
Argentina asumió esta semana la presidencia pro témpore de la CEPAL -una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas-, que se ocupa del desarrollo de América Latina. El lunes, el Presidente inaugurará en el CCK el período de sesiones, el evento bianual más importante del organismo, junto al secretario ejecutivo, el costarricense José Manuel Salazar. Habrá encuentros hasta el miércoles del que participará Stiglitz, que compartirá una mesa con el canciller Santago Cafiero sobre "producción, inclusión y sostenibilidad" y la secretaria general Iberoamericana Rebeca Grynspan. Otra invitada de renombre será la economista italonorteamericana Mariana Mazzucato. Las preliminares arrancaron el viernes en el Palacio San Martín con el "Día Nacional", donde se discutió sobre la situación de las provincias con ministros nacionales, gobernadores y legisladores.
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El martes llegará Borrell, el canciller europeo, para comenzar los encuentros con sus colegas latinoamericanos. También mantendrá reuniones políticos: tiene agendada una visita al despacho de Cristina Kirchner el jueves a la tarde. Vale decir que CFK no se mantuvo al margen de esta actividad internacional. Con la organización del presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de Diputados, Eduardo Valdés, y del embajador Amador Sánchez Rico se reunió el jueves pasado con los embajadores de los países de la UE acreditados en Buenos Aires para analizar la situación mundial. Ese mismo jueves, por la mñana, será la cumbre entre los cancilleres de la CELAC y de la Unión Europea. Obviamente, los cancilleres de Nicaragua, Cuba y Venezuela, países apartados de la OEA, aquí participarán activamente de las deliberaciones.
Argentina también preside la CELAC por lo que queda del año y Fernández tiene la secreta aspiración de que le renueven por otro más, para hacer coincidir su mandato con el de su amigo, el jefe de gobierno español Pedro Sánchez, al frente de la Unión Europea. Pero para esa negociación todavía falta. En la que deben avanzar en el encuentro de cancilleres de esta semana será respecto al candidato latinoamericano para la presidencia del BID, cargo que quedó vacante luego de la remoción del norteamericano Mauricio Claver-Carone por conducta anti-ética. En su momento, Alberto impulsó a Gustavo Beliz para el cargo, sin conseguir demasiado respaldos. En su reciente visita a Estados Unidos, el ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó que Argentina tendría su propio postulante, pero en Cancillería lo relativizaban. "Trabajamos para el consenso regional", sostenían.
Argentina también preside la CELAC por lo que queda del año
Hay varios lanzados. México sostiene a Alicia Bárcena, quien durante casi 14 años fue secretaria ejecutiva de la CEPAL. "Es una mujer excepcional, muy respetada, con muy buenas relaciones con todos los gobiernos”, presentó su candidatura el presidente Andrés Manuel López Obrador. Tanto AMLO como Bárcena tienen un vínculo muy bueno con Alberto Fernández. La ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, junta firmas de apoyo, y la actual titular interina del BID, la hondureña Reina Irene Mejía Chacón, quiere seguir. Pero el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, recordó que su país nunca había estado a cargo del organismo. Brasil y Argentina son los dos países latinoamericanos que tienen mayor porcentaje de acciones en el BID -11,35% cada uno- por lo que tienen motivos para respaldar sus aspiraciones. El candidato brasileño sería Ilan Goldfajn, ex presidente del Banco Central y actual director del Hemisferio Occidental del FMI, por lo que tiene trato frecuente con los funcionarios argentinos.
En el gobierno argentino evaluaban absurdo que Jair Bolsonaro pretenda colocar al titular del BID cuando lo más probable es que no renueve su mandato. En todo caso, habrá que esperar el resultado de la segunda vuelta con Lula del domingo que viene. Si gana Lula, es poco probable que impulse a un ortodoxo como Goldfajn. "Seguro lo vamos a conversar durante estos días. Primero hay que construir un gran consenso regional y después se verá quiénes son los candidatos que mejor representan ese consenso", comentaban, con prudencia, en el despacho de Cafiero. Una versión que circuló en los últimos días fue que esa figura que podría reunir el consenso general era el de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet. Habrá que esperar si la discusión se resuelve esta semana en Buenos Aires.
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