El presidente Alberto Fernández llegó esta mañana a París donde mañana, viernes, será recibido por el reelecto mandatario de Francia Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo. En una Europa donde el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania está muy presente, Fernández insistirá en la necesidad de que los jefes europeos tomen una posición mucho más activa para que se llegue al fin del conflicto cuanto antes, dadas las consecuencias cada vez más graves que se desparraman por el mundo. Una de las más notorias es la inflación, que hoy tendrá un impacto especial en la Argentina cuando el Indec difunda el nuevo índice de abril. Una vez que se conozca el número, Fernández comentará su análisis de la cifra y su idea para conseguir contenerla.
Como primera actividad, el Presidente llegó al Hotel Raphael donde se aloja, dio una entrevista al diario Le Monde y salió rumbo a la Universidad de La Sorbona, donde será con la Médaille de la Chancellerie de l’Université de Paris. La comitiva partió a primera hora desde Berlín a bordo del charter de Aerolíneas Argentinas y aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle poco antes del mediodía. Lo estaban esperando la ex ministra de Justicia y actual embajadora en la Unesco, Marcela Losardo, y la ministra de la embajada en Francia, Silvina Murphy.
Originalmente, el encuentro con Macron fue la motivación principal del viaje, que luego agregó otras reuniones importantes con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, y el canciller alemán Olaf Scholz. Fernández se pronunció públicamente a favor de la reelección del presidente francés ante su ballotage con la ultraderechista Marine Le Pen y el reencuentro tenía un poco de celebración por el resultado. Aunque no son muy afines en lo ideológico, Fernández y Macron generaron un muy buen vínculo personal y trabajan en sintonía en el plano internacional. El francés fue otro de los apoyos de peso que recibió Argentina en sus negociaciones con el FMI.
Pero hoy la principal preocupación que busca transmitir Fernández en estos encuentros es la necesidad de que los mandatarios europeos extremen esfuerzos para que se ponga fin al conflicto en Ucrania. "No podemos avalar una guerra", afirmó aquí. Uno de los puntos que viene repitiendo es que medidas como aplicar sanciones económicas a Rusia terminan repercutiendo en los precios de las commodities de todo el mundo. Marca el caso de algunos países menos favorecidos de Centroamérica, que sufrieron en los últimos tiempos los efectos devastadores del cambio climático y mermaron su producción local de alimentos, ahora tampoco pueden acceder al mercado internacional por lo que subieron los precios.
En ese mensaje seguramente encontrará un aliado en Macron, dado que es uno de los jefes de Estado que más se viene moviendo para ponerle fin a la guerra. Incluso en la última semana alertó sobe un inminente desastre alimentario en Africa y Oriente medio si eso no ocurría. Argentina no tiene problemas en garantizar la seguridad alimentaria dado que es productora de alimentos, pero sí tiene graves problemas de inflación que vienen de arrastre pero se acentuaron con la guerra, como volverá a quedar claro con el índice que se conozca hoy,