El presidente Alberto Fernández inaugurará este martes el período de sesiones ordinarias con el desafío de relanzar una gestión que no deja de afrontar dificultades fuera de lo común: a la crisis heredada, la pandemia y la deuda externa récord se le acaba de sumar un conflicto bélico de consecuencias imprevisibles. La novedad le agregó suspenso a la definición del acuerdo con el FMI, que está al caer pero se demora. Se suponía -no había confirmación- que el Presidente anunciará en su mensaje detalles del acuerdo que enviará al otro día para que sea aprobado por el Parlamento, en una discusión que pondrá a prueba la fortaleza del Frente de Todos pero también tensionará a la coalición opositora. Flanqueado por la vicepresidenta Cristina Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, Fernández pondrá el acento en los índices de recuperación que mostró la economía en 2021 y sus planes para apuntalar la reactivación en el año y medio que le resta de mandato.
El Presidente llegará pasadas las 11.30 al Congreso, donde lo estarán esperando miles simpatizantes movilizados por la CGT, las organizaciones sociales e intendentes del Conurbano, que fueron quienes le aportaron volumen a los últimos actos del oficialismo en la pasada campaña electoral. Con todo, desde el PJ Nacional adelantaron que no se tratará de una gran concentración sino más bien un "acompañamiento" a Fernández. También, implícitamente, representará un apoyo al acuerdo con el FMI, por lo que es lógico que no participen las agrupaciones que lo cuestionan como La Cámpora. A todo esto, hay que imaginar el habitual show de los medios opositores sobre la interpretación de los gestos y los silencios de Cristina, dado que desde el acto del 10 de diciembre pasado que no se la ve junto al Presidente.
Los colaboradores más cercanos de Fernández prometían días atrás que el mensaje ante la Asamblea Legislativa sería la oportunidad ideal para dar vuelta la página y plantear una gestión a futuro, con la puesta en marcha -al fin- de un modelo de desarrollo productivo y generación de empleo. "Va a hablar un 30% del pasado y un 70% del futuro", aseguraba uno de sus funcionarios más cercanos. Pero en los últimos días ocurrieron complicaciones -nada raro, por otro lado- que vienen demorando el cierre del acuerdo con el Fondo, un paso ineludible para superar los graves obstáculos recibidos. Como viene reclamando el kirchnerismo, el Presidente pondrá el acento en el origen espurio de la deuda contraída por Mauricio Macri pero tendrá que cuidar sus palabras para no enojar en bloque a la oposición y poner en riesgo el tratamiento del acuerdo en el Congreso. Ya pasó algo así con el Presupuesto.
Para elaborar el discurso en el que trabajó todo el fin de semana, el Presidente recibió informes de todos los ministerios, no sólo con lo realizado hasta el momento sino también con los principales proyectos de ley que se buscarán impulsar. En los ejes del mensaje trabajaron el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el asesor Alejandro Grimson y también aportó lo suyo el consultor catalán Antoní Gutiérrez-Rubí, quien trabajó como asesor en la campaña. Gutiérrez es de los que están convencidos de que es necesario cambiar el clima pesimista que trajo aparejado la pandemia como condición indispensable para conseguir nuevamente el apoyo de la población. Fernández planteará el acuerdo como paso necesario para dar mayor previsibilidad a la economía, tranquilizar sus principales variables y ganarle a la inflación.
Ante la posibilidad de que busquen roturarlo como un presidente que está a favor del ajuste, Fernández repasará los números de su gestión y los proyectos ya enviados para que se traten durante el verano en unas sesiones extraordinarias que nunca ocurrieron, todos ellos relacionados con actividades productivas. "En 2021, Argentina creció al 10,3% en su PBI, creció el 15% de la industria, el 30% en la construcción y el 42% en las exportaciones", destacó el diputado oficialista Marcelo Casaretto. El acuerdo -que se demora por una discusión nada conveniente con el staff del FMI por el aumento de las tarifas- no impondrá reformas laborales ni previsionales, ni recortes al gasto social, toda una novedad para lo que suelen ser las recetas del Fondo, items que Fernández pondrá de relieve.
Dado el contexto, el mensaje incorporará un tramo dedicado a la situación internacional. El canciller Santiago Cafiero anticipó en la reunión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra el rechazo a las acciones militares de Rusia y un respaldo al principio de integridad territorial de los países, que es el que Argentina esgrime para sus reclamos soberanos sobre las islas Malvinas, a poco de cumplirse los 40 años de aquel 2 de abril. En un guiño a lo planteado por la vicepresidenta en su último mensaje en las redes, también hará un llamado de atención a la doble vara que en estos conflictos plantean las grandes potencias y a la necesidad de reformas en los organismos de las Naciones Unidas. Habrá que ver si es suficiente para dejar conformes a todos.