Dada la suba de contagios registrados en los últimos días, el presidente Alberto Fernández y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta coincidieron en la necesidad de volver al esquema de coordinación entre Nación, provincia de Buenos Aires y CABA, que tan buenos resultados arrojó durante los momentos más complicados de la pandemia. "El jefe de gobierno me expresó que mañana mismo se comunicaría con Axel Kicillof (con quien yo ya he hablado y quien comparte también la necesidad de coordinar tareas) para intercambiar información y encarar el trabajo en conjunto", comentó Fernández luego del diálogo. Por otro lado, plantearon mantener, al menos por el momento, las escuelas abiertas con educación presencial.
Debido al positivo confirmado del Presidente, el encuentro se pasó de la mañana para la tarde y de presencial a virtual. Fue un diálogo de algunos minutos, pero tuvo su importancia. Por un lado, significó la reanudación de la comunicación entre Nación y Ciudad luego de varios cortocircuitos producidos en los últimos tiempos. En lo concreto, además, sirvió para avanzar en el reconstrucción de la mesa del área metropolitana en medio de un incesante ascenso de los contagios que se multiplican a una velocidad incluso mayor a la del año pasado. "Nuestra experiencia indica que ante el avance de la pandemia, los casos se concentran primero en el AMBA y después irradian hacia el interior del país. Es por eso que el trabajo coordinado de CABA, PBA y el Estado Nacional se torna indispensable", comentó Fernández.
En los últimos días, desde la gobernación bonaerense insistieron en la idea de volver a la coordinación de meses atrás, dado que las medidas que se toman en un distrito tienen que tener correlato en el otro para que sean realmente efectivas. Por ejemplo, la restricción nocturna de 2 a 6 que se decidió en la mayoría de los municipios de PBA. Habrá que tomar decisiones también respecto a actividades como restaurantes, bares, cines y teatros. Rodríguez Larreta le dijo a Fernández que hablaría con Kicillof y que, luego, durante la semana, retomarán el diálogo tripartito para fijar una estrategia sanitaria común.
En la videollamada, analizaron los datos epidemiológicos de la Ciudad, cuya curva de contagios no paró de crecer desde comienzos de marzo, acentuándose en los últimos días. Con todo, hay una coincidencia en no restringir, por el momento, la actividad escolar. "Ambos compartimos la preocupación por garantizar el dictado de clases. Aún así, acordamos observar con atención cómo evoluciona la situación epidemiológica en las aulas siempre preservando la salud de nuestros niños y niñas a la hora de educarse", detalló el Presidente.
En Gobierno también prevalece la idea de mantener abiertas las actividades productivas dado que, entienden, no es en esos lugares que funcionan a través de estrictos protocolos donde se producen la mayor parte de los contagios. "El problema está en los encuentros sociales", remarcó el Presidente, que habló de minimizar las salidas nocturnas y los encuentros con amigos. No obstante, en la entrevista que ofreció a la mañana en la AM750 aclaró que si el Estado nuevamente debe acudir en auxilio de algún sector que se vea obligado a cerrar su actividad lo hará aunque el margen hoy sea menor. "Lo principal es que la gente no padezca más", concluyó.
Otro tramo del diálogo con Rodríguez Larreta estuvo dedicado al proceso de vacunación en la Ciudad, que tuvo más de un tropiezo y que va a un ritmo más lento que en otros lugares del país. "Me detalló de modo pormenorizado la evolución en CABA del plan de vacunación. Han vacunado ya a todos los mayores de 80 años que se han registrado minimizando así el riesgo de quienes representaron hasta aquí más del 20% de la letalidad registrada en la ciudad", contó el Presidente. Y dada la intención de acelerar la vacunación entre los adultos mayores, que representan un porcentaje importante de la población porteña, Fernández le propuso que analizara involucrar al PAMI en la campaña, algo que el gobierno porteño soslayó desde un primer momento.
Larreta, por su parte, comentó que le reiteró al Presidente que se reviera el criterio de distribución de las vacunas. El gobierno de CABA insiste que debe recibir más dosis que las demás provincias porque tiene en proporción más trabajadores de la salud y adultos mayores de 60 años.