El presidente Alberto Fernández dejará por un par de días las recorridas de campaña y viajará el martes a Ecuador para reunirse con su par Guillermo Lasso, con quien terminará de recomponer la relación bilateral. Con la visita, Fernández se asegurará el apoyo de Ecuador para su elección al frente de la Celac en la cumbre que se realizará en México a mediados del mes que viene. Será otro de los objetivos del periplo dado que, desde Ecuador, el canciller Felipe Solá seguirá camino rumbo a República Dominicana donde se reunirá con algunos de los ministros de la región con el objetivo de destrabar el último obstáculo para la llegada de Fernández a la conducción del organismo, luego del planteo de Nicaragua de una candidatura alternativa.
Ex banquero y representante de la derecha ecuatoriana, Lasso viene emulando en sus primeros pasos en política exterior los modos del chileno Sebastián Piñera. Es decir, mucho pragmatismo y búsqueda de buen vínculo también con los gobiernos progresistas. Fernández apoyó notoriamente en las elecciones ecuatorianas a su contrincante Andrés Aráuz, el candidato de Rafael Correa. Muchos errores cometidos en la campaña llevaron a Aráuz a perder un ballotage que parecía ganado. Pero Lasso no tomó en cuenta ese antecedente y buscó tener un encuentro de presentación con el presidente argentino cuando coincidieron en Lima para la asunción de Pedro Castillo, donde acordaron la visita oficial que se concretará este martes y miércoles.
“Ha sido mucho más que productiva aún cuando muchos nos paran en veredas diferentes", dijo Fernández luego de aquella primera conversación en Lima. "La verdad es que las diferencias no son tantas a la hora de ver cómo concretamos los objetivos, y tenemos que lograr respetarnos en la diversidad y trabajar juntos por eso que necesita América Latina que es lograr un espacio donde podamos discutir nuestro destino”, agregó. El Presidente viajará el martes al mediodía con comitiva reducida. Por la noche, cenará junto a Lasso y al otro día mantendrán una reunión bilateral en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno. La vuelta está prevista para el jueves.
En Cancillería esperaban dejar atrás toda suspicacia abierta en la relación para centrarse en los temas donde hay afinidad y evitar las controversias. En principio, Lasso no presentaría ninguna queja a que una ex ministra de Correa, María de los Angeles Duarte, permanezca en la embajada argentina en Quito, donde se encuentra refugiada desde el año pasado, luego de que fuera condenada a ocho años de prisión en una causa de cuadernos de sobornos muy parecida a la que existe en la justicia argentina.
La estrategia Celac
Con la visita, Fernández se asegurará el respaldo de Lasso a su designación como presidente pro témpore de la Celac para 2022 durante la cumbre que se realizará en México el próximo 18 de septiembre, días después de las PASO. Curiosamente, Fernández cuenta con el voto seguro de todos los gobiernos de derecha: Uruguay, Chile, Paraguay, Colombia y ahora Ecuador. El Brasil de Jair Bolsonaro suspendió su participación en el organismo.
El problema viene por izquierda. La elección de la presidencia pro témpore se hace por consenso. El inconveniente que le surgió a la postulación de Fernández fue con los países del ALBA luego del enojo de Daniel Ortega por la decisión de Argentina y de México de retirar sus embajadores en Nicaragua. Ortega propuso entonces para la Celac al "camarada Ralph" Gonsalves, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, una isla del Caribe. Argentina confía en los buenos oficios que puedan ejercer las cancillerías de Bolivia y de Venezuela para persuadir a Ortega de desistir de su idea.
Con ese objetivo, el canciller Solá y su jefe de gabinete Guillermo Justo Chaves viajarán desde Quito a República Dominicana para participar de una cumbre de ministros de Relaciones Exteriores y mantener algunas reuniones. Conocerán al nuevo canciller venezolano, Félix Plasencia, un diplomático de bajo perfil que podría actuar para destrabar el asunto.
En consonancia con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien ocupa la titularidad de la Celac hasta el 31 de diciembre, Alberto Fernández busca que este organismo continental tome el lugar de la OEA, con el prestigio por el subsuelo gracias a la conducción de Luis Almagro. México ya lo hizo este año aportando a iniciativas de interés común como, por ejemplo, apuntalar la búsqueda de vacunas para todos. Sin tanto debate y más actividad, AMLO reactivó la Celac y lo propuso como un organismo regional realmente autónomo, dado que no lo integran Estados Unidos ni Canadá. En cambio, sí están Cuba y la Venezuela de Nicolás Maduro, ambas expulsadas de la OEA.
De la mano de una recuperada Celac, tanto AMLO como Fernández planean darle a sus mandatos un mayor protagonismo internacional y, con ellos, a la región. Pero en ambas cancillerías aclaran que ni buscan reemplazar a la OEA ni apuntan a una política anti-norteamericana, sino simplemente un organismo que una a Latinoamérica y represente fielmente sus intereses y preocupaciones. “Vemos a los Estados Unidos como un aliado muy importante en la recuperación económica de la Argentina", avisó el jueves Solá al hablar ante el Consejo de las Américas, cuando se definió además como "admirador" de Joe Biden en muchas de sus propuestas.