"Es muy importante que Argentina mantenga el rumbo tal como lo hizo tan exitosamente en los últimos meses", afirmó la directora del FMI, Kristalina Georgieva, al término del encuentro con el presidente Alberto Fernández en su única actividad en su última jornada en Bali. Hubo una aprobación general a la marcha de la economía y una nueva recomendación para bajar la inflación. Georgieva no lo dijo expresamente pero en el Gobierno argentino informaron que aceptó abrir una negociación por los costos de la guerra. Es decir, los cinco mil millones de dólares extra que se gastaron en concepto de costos de más por las importaciones de gas y de fertilizantes.
“Tuvimos una conversación muy buena por el impacto de la guerra en la economía mundial y en especial la Argentina”, fue lo que expresó la directora del FMI. Pero en el Gobierno ampliaban el alcance de esa declaración hasta una nueva negociación, se supone que en términos más benévolos para el país. Otra posibilidad es una emisión extra de DEGs. Cualquiera de las dos alternativas estaba muy bien para el Gobierno.
En el mensaje de apertura de la Cumbre del G-20, que iba a dar Alberto Fernández pero que finalmente leyó el canciller Santiago Cafiero, hubo una queja respecto a los miles de millones de dólares extra que Argentina gastó por culpa de la guerra. Y se preguntaba quién se haría cargo de semejante perjuicio.
“Hemos concluido exitosamente la segunda revisión en un tiempo breve debido a la disciplina de Massa y su equipo”, sostuvo. Y remarcó que es clave que en "un contexto global complicado como el actual se siga manteniendo la disciplina”.
En cuanto al otro reclamo principal argentino, el de los sobrecargos, fue planteado pero se sabe que eso es un tema que se sigue discutiendo. En principio, Argentina consiguió que nuevamente sea incluido en el documento final del G-20. En el documento de la anterior edición, también hubo una recomendación de los jefes de Estado para que se discutan en los organismos financieros, pero luego no hubo novedades.
Georgieva se aprendió la letra. Cuando habla del cumplimiento del programa, remarcó que esa senda debía “tener en cuenta las necesidades de la gente en Argentina, especialmente los más vulnerables”.
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El encuentro se realizó en el salón Tampaksiring del hotel Meliá donde se alojó Fernández junto a su comitiva. En el encuentro se sentó con Cafiero, Massa y el embajador en Washington, Jorge Argüello. A Georgieva la acompañaron los funcionarios del Fondo Gita Gopinath, Krishna Srinivasan, Christian Mumssen y Kristina Kostial.
La tensión generada por el misil que causó dos muertes en Polonia trastocó la última jornada de la Cumbre del G-20. Todo se retrasó y el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, no pudo coincidir con Fernández para el lanzamiento de una estampilla conmemorativa de los 50 años del exilio y retorno del general Perón.
Sánchez, Emmanuel Macron y otros presidentes se comunicaron durante el día con Fernández para conocer cómo se sentía luego del episodio del día anterior, cuando debió levantar parte de su agenda por un cuadro de gastritis con sangrado que le produjo un bajón de presión. Georgieva también dijo sentirse “feliz” por verlo recuperado. La reunión originalmente sería en otro hotel pero aceptó ir al hotel de Alberto para que no tenga de trasladarse.
Luego de la reunión con Georgieva, Fernández y su comitiva salieron hacia el aeropuerto para iniciar el largo camino de regreso que tendrá una escala en Madrid, donde tiene agendada una reunión con la vicepresidenta Yolanda Díaz Pérez.