"No tengo que pelear con Cristina, ni me quiero pelear con Cristina, me tengo que pelear con Macri y con la derecha. Esos son los causantes de la decadencia argentina", definió el presidente Alberto Fernández respecto a la relación con la vicepresidenta. Explicó que tenía "diferencias" con Cristina pero no una disputa y que en 2023 debían hacer "lo que fuera necesario para ganar y garantizar que no vuelvan el macrismo y la derecha no vuelvan a sumirnos en el mundo espantoso que nos sumió".
La respuesta vino a propósito de las declaraciones a El Destape Radio del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, que viene asumiendo el rol de vocero de los funcionarios alineados con el Presidente: colocó a Alberto como "la mejor figura" del oficialismo para 2023 y dijo que si Cristina quería presentarse tendría que competir. El Presidente no contestó específicamente sobre esas declaraciones, pero aseguró que no estaba pensando en su reelección. "Mi cabeza está puesta en resolver los problemas de los argentinos, en acotar los daños que el conflicto internacional genera en Argentina, mi cabeza está en ayudar a salir de la pobreza a los que están en esa situación, en generar trabajo, en eso está mi cabeza", aseguró.
Uno de los objetivos del equipo de comunicación del gobierno había sido que en esta gira el Presidente pudiera poner de relieve una agenda de gestión y de crecimiento, que dejara en un segundo plano las diferencias internas dentro del Frente de Todos que no se acallan. Sin embargo, en la rueda de prensa que ofreció en París, se lamentó porque en el primer día de la gira un periodista del diario madrileño El País le hizo dar vueltas y vueltas con varias preguntas sobre su vínculo con Cristina y que la situación se repitió en la entrevista para la televisión alemana. También se había molestado porque los cronistas que siguen su gira compartiera esa agenda. Lo cierto es que, si bien en reglas generales dijo en esos reportajes lo mismo que en la conferencia -básicamente que el Frente de Todos tenía que pelearse con el macrismo y no entre ellos-, también siempre le dedicó a alguna frase a la vicepresidenta, como esa "mirada parcial" que le adjudicó en el reportaje en Madrid.
Ya avisado, esta vez no se desvió y apuntó todos los cañones contra la derecha que "son los que contrajeron la deuda que aún hoy estamos discutiendo, los que generaron la caída del 20% del salario real que tenemos que recuperar para que la distribución del ingreso sea mejor". E insistió "la verdad es que yo no estoy discutiendo con Cristina, no estoy discutiendo ninguna interna y la verdad es que no estoy pensando en mi reelección".
Ultimo día en París
En su primera jornada en Francia, el Presidente recibió una medalla en la Universidad de La Sorbona de manos de su rector Cristophe Kerrero. Luego, se reunió con el consejo académico de la institución para conversar sobre los problemas de la desigualdad en el mundo y su impacto en los países en desarrollo y de renta media. También en ese encuentro realizado en el Salón Richelieu de la Universidad surgió el tema de la guerra en Ucrania y los problemas que está generando en todo el mundo. Fernández y su comitiva fueron luego a realizar un recorrido por las salas del rectorado, el auditorio principal y la Catedral de Santa Úrsula, y firmó el Libro de Honor de La Sorbona.
Este viernes, en el último día de la gira, Fernández se reunirá al mediodía con el presidente francés Emmanuel Macron en el Palacio del Eliseo. De muy buen vínculo personal, seguramente van a tener coincidencias también sobre las consecuencias de la guerra y lo que podría suceder en algunos países si se extiende, algo que todo parece indicar que ocurrirá si no sucede nada que lo impida. Macron alertó esta semana sobre una amenaza de hambruna en África y Medio Oriente, Fernández lo viene haciendo respecto a los países más desfavorecidos de América Latina. Sin producción propia de alimentos, no les alcanzarán los recursos para acceder a ellos en el mercado internacional. Habrá que esperar para saber si encuentran alguna solución para este grave problema.