Un poco para reactivar el un tanto relegado papel de presidente pro tempore de la Celac y tal vez otro poco para tomar distancia de los problemas domésticos, Alberto Fernández evalúa la posibilidad de realizar una gira europea a mediados de mayo, que tendría como punto alto el reencuentro con el reelecto presidente de Francia, Emmanuel Macron, uno de los mandatarios con los que cultiva mejor relación. Respondiendo a invitaciones previas, el viaje incluiría también España, Alemania y la sede de la Unión Europea, en Bruselas. Las dudas pasan por la convulsión que sacude Europa con la guerra en Ucrania y las dificultades que el conflicto genera para cerrar acuerdos comerciales. La última palabra la tiene el Presidente.
La posibilidad del viaje resurgió a partir del triunfo de Macron en el ballotage contra la la candidata de ultraderecha Marine Le Pen, celebrado por Fernández en las redes. "En tiempos de redefiniciones en el escenario internacional, la victoria de Emmanuel Macron es fundamental para profundizar el multilateralismo", expresó. Dado el perfil crítico que estas elecciones adquirieron para los valores democráticos, el presidente argentino dejó de lado la habitual neutralidad que deben mantener en estos casos los jefes de Estado extranjeros y expresó antes de los comicios su respaldo a Macron. Lo mismo hicieron los primeros ministros socialistas de España, Alemania y Portugal.
Justamente, en la gira estarían incluídos dos de estos destinos con presidentes afines. El jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, es otro de los grandes amigos de Fernández en la política internacional. Igual que a Macron, Fernández lo vio por última vez en octubre pasado, durante la cumbre del G20, en Roma. En cambio, nunca se reunió con el canciller alemán Olaf Scholz, líder del Partido Socialdemócrata (SPD), quien recuperó para la centroizquierda el cargo que ocupó la conservadora Angela Merkel durante 16 años. "Debemos trabajar unidos por un mundo más igualitario", lo saludó Fernández cuando resultó electo, en diciembre pasado, en un mensaje en el que también le reconoció a Merkel el apoyo que siempre le prodigó.
A diferencia de viajes anteriores, este gira incluiría una visita a la sede de la Unión Europea, en Bruselas. El mes pasado, Fernández mantuvo una videoconferencia desde la Casa Rosada con el titular del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, donde quedó planteada la activación del diálogo birregional entre la Celac y la Unión Europea, además de analizar la situación en Ucrania y la relación bilateral de la Argentina con el bloque. En ese contacto, Michel lo invitó a Bruselas para mantener una nueva reunión de trabajo, con la posibilidad de lanzar una comisión mixta para impulsar el vínculo entre las dos representaciones regionales.
"La verdad es que no está cerrado, pero si el Presidente nos termina de dar el okay se puede armar muy rápido", respondían en Cancillería respecto al viaje pautado provisoriamente en la semana que va del 9 al 16 de mayo. De hecho, el canciller Santiago Cafiero se encontraba volviendo de una visita a la India donde mantuvo varios encuentros, incluyendo al primer ministro Narendra Modi. Una de las dudas sobre la conveniencia del hacer el viaje en este momento pasaba por el protagonismo que mantiene el conflicto en Ucrania, que obligaría a nuevas definiciones sobre el tema a Alberto Fernández. La propia guerra tiene hoy a Europa a maltraer, sin un liderazgo definido y una agenda que se modifica día a día.
Pero, por otro lado, los más de dos años de pandemia seguida de guerra también tienen a los presidentes inquietos y con deseos de normalizar sus vínculos, con una dinámica de contactos internacionales más activa. De ahí que en la UE también esperen a Fernández con los brazos abiertos y ganas de dar vuelta la página aunque sea por un rato.
Para el otro mes, en tanto, el Presidente ya confirmó su participación en la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en Los Angeles el 8 y 9 de junio. Esta semana se realizaron algunas reuniones preparatoria en Washington y, mientras se discuten los documentos finales, la atención pasa por los países que estarán excluídos del evento continental. Como presidente de la Celac, Fernández estará obligado a protestar por esas exclusiones que resuelve de manera unilateral el país anfitrión, que recaerían sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua. Un retroceso respecto a la época de Barack Obama. Por último, ya cerrado el acuerdo con el FMI, hay buenas probabilidades de que se produzca el encuentro bilateral entre Fernández y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden., algo en lo que viene trabajando el embajador en Washington, Jorge Argüello.