El presidente Alberto Fernández repudió las movilizaciones que se realizaron en medio de la pandemia del coronavirus y cuestionó que los motivos de las protestas fueron absurdos como acusarlo de ser parte de un complot mundial para encerrar personas.
"Desde el primer día tomamos decisiones y desde el primer día recibimos críticas. Primero reclamaban cuidar la rentabilidad más que la salud, más tarde los que negaban la existencia de la pandemia nos acusaban de ser parte de un complot universal para mantener encerrada a la gente", sostuvo en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso.
El presidente apuntó contra los motivos de las protestas: "Cualquier razón se volvió válida para incitar banderazos y romper los protocolos impuestos con la sola razón de golpear la credibilidad de un gobierno convencido buscaba preservar la salud".
El jefe de Estado prometió no bajar los brazos y continuar "inquebrantable" para combatir la pandemia mediante la negociación con países para la compra de vacunas.
Alberto contra la oposición por las vacunas
El presidente apuntó contra los opositores que en redes sociales y medios de comunicación opositores cuestionaron la efectividad de la vacuna contra el coronavirus, sin embargo días más tarde acusaron que faltaban dosis.
"Muchos circularon incansables por medios y redes sociales blasfemando contra la vacuna realizada por el Instituto Gamaleia. ´Que se la pongan sus votantes´, decía uno de los ellos. Otros fueron más allá y nos acusaron penalmente por envenenar a la población", manifestó.
"Todos ellos poco tiempo después y con sus dedos acusadores, bramaron que el supuesto veneno era insuficiente", agregó.
Verán así como todas sus políticas condujeron a estrepitosos fracasos. Yo aún guardo la esperanza de que algún día hagan meaculpa, entierren el odio que cargan y ayuden a levantar los cimientos del país que han derrumbado"