En medio de las tensiones internas del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández se enfoca en las relaciones internacionales, un rubro en el que viene manteniendo un papel activo. En los preparativos del viaje a Francia que emprenderá esta semana para participar del Foro de la Paz, arregló con el mandatario Emmanuel Macron que Argentina se sume al grupo de países que mediará para la reapertura del diálogo en Venezuela. Para eso habrá una primera reunión este viernes en París y, si todo marcha como está previsto, luego volverán las rondas de diálogo con sede en México, suspendidas desde hace un año. Alberto conversó también con el presidente venezolano Nicolás Maduro, que recibió con satisfacción la noticia de su mediación en las negociaciones.
Como anticipo de estas gestiones, Macron y Maduro se saludaron afectuosamente este lunes en Egipto, al cruzarse en el marco de la Conferencia sobre Cambio Climático, y avanzaron sobre el diálogo. Maduro le avisó que enviará al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, para que "hable con él con total confianza".
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El jueves que viene arrancará en París la quinta edición del Foro de Paz, que tendrá como eje principal -no el único- la guerra en Ucrania y sus derivaciones en cuanto a los precios de los alimentos y de la energía. El presidente francés, que desde el retiro de la alemana Angela Merkel tomó un poco la batuta de las acciones europeas, busca sumar apoyos en América Latina e invitó al encuentro al colombiano Gustavo Petro y a Fernández, que además es presidente pro témpore de la Celac. En total, Macron sumó a Alberto a nada menos que cinco actividades juntos, cuatro de ellas en París y una quinta el lunes próximo en Indonesia, donde también coincidirán para la Cumbre del G-20.
Una de estas actividades, agendada para el viernes a las 18 de París, será el encuentro de carácter privado con negociadores venezolanos propiciado por Macron. El súbito interés en una normalización de la situación política venezolana no es únicamente filantrópico, también hay una urgencia porque las petroleras francesas puedan entrar al país para extraer el crudo y el gas que necesitan ante el corte de suministro ruso. Pero para eso es condición que se levanten las sanciones que Estados Unidos aplica a cualquier transacción de la estatal Pdvsa. En eso, la reanudación del diálogo entre oficialismo y oposición en Venezuela es un requisito. Las negociaciones reservadas avanzan para que Estados Unidos libere al empresario y diplomático Alex Saab, allegado a Maduro, cuya detención justamente generó que de un día para otro se cortara la ronda de diálogo inicial, a fines de 2021.
Desde la presidencia de la Celac, Alberto estrechó el contacto con el gobierno venezolano. Por ejemplo, cuando expresó la queja ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, porque Venezuela, Cuba y Nicaragua hubieran sido excluidas de la Cumbre de las Américas de Los Angeles. "Fue firme, claro y valiente", lo elogió entonces Maduro. En la cumbre de cancilleres de la Celac y la Unión Europea que se reunió días atrás en Buenos Aires los ministros de esos tres países participaron activamente de los debates. De ahí el interés de Macron en sumar a Alberto como facilitador del diálogo, lo mismo que al colombiano Petro. Luego de aceptar, Fernández se comunicó con Maduro, que se mostró muy a favor de la idea. En paralelo, el embajador en Caracas, Oscar Laborde, impulsa el retorno de Venezuela al Mercosur, avance que podría concretarse luego del 1 de enero, una vez que Lula asuma la presidencia de Brasil.
Lo cierto es que a partir de este miércoles, cuando parta de Ezeiza por la noche, Fernández volverá a sumergirse en la agenda internacional, un ítem en el que se podría decir que le ha ido mejor que en el promedio de su gestión. Luego del triunfo de Lula, el Presidente subió un video a las redes -un tanto autorreferencial pero cierto- destacando su papel tanto luego del golpe en Bolivia y en el rescate de Evo Morales como su denuncia de la injusta prisión del brasileño. En ese rol, tendrá actividades entre jueves y sábado en París y luego recorrerá un largo trayecto hasta Bali, Indonesia, donde se desarrollará un cumbre del G-20 en un momento clave del mundo. Allí se cruzarán Biden y el recientemente reelecto presidente chino Xi Jinping, que negocian una posible bilateral. En cambio, el ruso Vladimir Putin no confirmó su asistencia. En ese ámbito, en Cancillería terminaban de cerrar encuentros bilaterales de Fernández. Uno confirmado era con Xi Jinping, con la probabilidad de avanzar en la incorporación argentina a los BRICS.
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