Luego de los estudios realizados, los médicos le diagnosticaron al presidente Alberto Fernández "una gastritis erosiva con signos de sangrado", que habría sido el desencadenante del episodio de hipotensión y mareos que lo obligó a suspender su mensaje en la apertura de la Cumbre del G-20. El nuevo informe de la Unidad Médica Presidencial comunicó también Alberto presenta "en buen estado de salud" por lo que retomará la agenda que tenía prevista, aunque bajo observación. El canciller Santiago Cafiero debió reemplazarlo en las dos actividades que siguieron a la apertura, pero el Presidente se repuso para la importante bilateral que mantendrá por la tarde con su par chino Xi Jinping.
"Fue un episodio complicado. Sangró mucho y eso le provocó una descompostura", comentaron fuentes de la comitiva luego del diagnóstico que le dieron en el Sanglah General Hospital, de Bali. Lo acompañó el ministro de Salud de Indonesia. Fue luego de cuatro horas y media de incertidumbre respecto al estado del Presidente, quien debió retirarse de la sesión inaugural por una baja de presión repentina.
Alberto había desayunado temprano en su hotel con el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, sin problemas. Luego se trasladó en auto hacia el hotel Apurva Kempinski donde se realiza la cumbre. Lo recibió el presidente indonesio, Joko Widodo, sin que se le notara ningún inconveniente físico, según puede apreciarse en las imágenes oficiales. Fue luego, una vez adentro, donde comenzó a sentirse mal, alrededor de las 10 hora local, a las 23 de Argentina. "La pasó bastante mal", admitían en la comitiva.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Allí lo atendieron los médicos que le recomendaron ir a hacerse un chequeo de inmediato. El primer parte habló de "un cuadro de hipotesión y mareos". El segundo, más detallado, dio el diagnóstico. En abril de 2004, cuando era presidente, Néstor Kirchner sufrió un episodio muy parecido cuando se encontraba en Santa Cruz. "Gastroduodenitis erosiva aguda", le diagnosticaron entonces a Kirchner, que a partir de ahí siguió una estricta dieta alimenticia que sufría de colon irritable.
El segundo parte firmado por el médico presidencial Federico Saavedra -en realidad, quien viajó y permaneció al lado del Presidente fue su segundo, Manuel Estigarribia- describió una "gastritis erosiva" también con episodios de sangrado. En la comitiva hablaban de una úlcera de duodeno que padecería el Presidente, resultado del stress.
El canciller Santiago Cafiero reemplazó al Presidente Alberto Fernández en las dos actividades que siguieron a la apertura. La primera sesión plenaria donde se debatió respecto a la seguridad alimentaria y energética y el almuerzo de los jefes de Estado organizado por el anfitrión Widodo. En tanto, el embajador en Washington y sherpa en el G-20, Jorge Argüello, ocupó su lugar en el evento en paralelo de la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Global. Se trata de una actividad organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para discutir el mejor destino para el fondo de infraestructura de 650 mil millones de dólares que promete poner en marcha para competir contra la Ruta de la Seda de China.
Pese al consejo de los médicos de no hacer nada y retirarse al hotel a descansar, Alberto expresó su intención de participar de la reunión con Xi Jinping, uno de los puntos importantes de su agenda en Bali. Dado que su estado de salud general era bueno, los médicos aceptaron pero en tanto se mantuviera en un estricto control y observación profesional.