El ex rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Alberto Barbieri, fue distinguido por la Universidad Complutense de Madrid con el título de honoris causa. Fue en reconocimiento a sus méritos académicos y a su labor en la integración de las universidades iberoamericanas. En la misma ceremonia, también lo recibieron el escritor y novelista británico Christopher Bigsby y la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich.
La ceremonia se llevó a cabo en el imponente paraninfo de la universidad, construido en 1852 y que está situado junto a la Biblioteca Histórica “Marqués de Valdecilla”, donde se encontraban la iglesia y el noviciado de la Compañía de Jesús, a cinco minutos a pie de la Gran Vía y a 12 de la Puerta del Sol.
El acto estuvo precedido por el rector Joaquín Goyache Goñi. Tal cual lo imponen las estrictas reglas de ceremonial, “de una práctica muy antigua con una liturgia fascinante”, según describió el dueño de casa, Barbieri estaba vestido con toga y muceta, una prenda corta que llega hasta los codos, que cubre pecho y espalda, abotonada por delante, usados tradicionalmente por prelados, doctores y licenciados.
Fue el profesor Dámaso López García, catedrático de Filología Inglesa, quien lo presentó y realizó el lauro académico. Una vez unguido doctor honoris causa, recibió el birrete laureado, antiguo distintivo del magisterio, el libro de la ciencia, por medio del cual se le rinde veneración a sus maestros y predecesores y los guantes blancos, símbolo de la pureza que deben conservar las manos.
Barbieri expresó que “el momento en que nos encontramos los universitarios es un contexto muy cambiante y en crisis permanente. En ese sentido, la revolución tecnológica que se experimenta en el mundo y los cambios vertiginosos que produce nos desafía a la búsqueda permanente de mecanismos para igualar la velocidad del cambio. Ante esta situación, la universidad, la empresa y el Estado deben interactuar cada vez más para encontrar los caminos ante esos desafíos”.
“Estamos ante un mundo muy complejo” -advirtió- “en la que se plantea una discusión en la que no podemos estar ajenos. Debemos ser inteligentes. Compartimos lenguaje y sistemas de valores comunes que hacen que podamos trabajar en forma mancomunada”.
El doctor Barbieri destacó que éste era un momento “único e inigualable”, y que sus sentimientos se debatían entre el orgullo, la emoción y los recuerdos. Destacó que es el primer universitario de una familia trabajadora, y que a lo largo de sus estudios y trayectoria tanto como docente como rector estuvo imbuido por el esfuerzo en estudiar y perfeccionarse, en un ya tradicional marco de debate de ideas, como el que se da en la UBA. “La universidad hizo que abrazase la docencia; esas ganas de aprender y enseñar me fueron guiando en mi larga trayectoria”.
De esta manera, se reconoció una intensa actividad de Barbieri que tuvo a la internacionalización de la Universidad de Buenos Aires como uno de sus principales ejes, que describió como “la internacionalización del conocimiento”. Esta representa un rasgo fundamental en el campo universitario, una tendencia que si bien comenzó hace mucho tiempo, el ex rector ha trabajado para que cobre la visibilidad necesaria, en vista de los adelantos tecnológicos y de las nuevas tendencias en la educación superior.
Ya desde su función como decano de la Facultad de Ciencias Económicas en dos oportunidades, como vicerrector de la UBA y luego como rector, en dos períodos consecutivos, Barbieri ha llevado adelante una intensa política que incluyó la creación de nuevos centros de cooperación internacional y la multiplicación de alianzas y programas de movilidad. En tal sentido, fue uno de los promotores de la creación de la Unión Iberoamericana de Universidades, conformada por la UBA, la Complutense, la de Barcelona, la Autónoma de México y la de Sao Paulo.
En vistas de los nuevos parámetros que se imponen en la educación, como la virtualización, el ex rector ha sido el promotor, en el intercambio de alumnos entre distintas universidades del mundo, en el uso de las tecnologías, con estadías cortas en universidades y complementando sus estudios en la universidad de origen.
Entre las personas a las que agradeció este reconocimiento, destacó especialmente a Modesto Vázquez y a Carmen Mata, sus abuelos maternos, que en su juventud emigraron de España a nuestro país.
El rector Goyache Goñi, quien en el cierre de la ceremonia se refirió a Barbieri como “un muchacho de barrio”, le anunció que desde ese momento era parte inseparable de la comunidad de la Universidad Complutense, y lo invitó a dictar clases para seguir trabajando, por una educación de calidad.