Cada día es más evidente que Javier Milei es, voluntaria o involuntariamente, un mero gerente de las principales empresas del país, las que controlan sectores clave para la vida cotidiana y cuyos nombres se ven en las entre líneas de cada medida de gobierno, especialmente en los artículos del DNU y de la ley ómnibus.
Esas corporaciones tienen como principal espacio de lobby a la Asociación Empresaria Argentina (AEA), un sello creado por el tridente conformado por Paolo Rocca de Techint, Héctor Magnetto de Clarín y Luis Pagani de Arcor, al que se sumaron laboratorios como los de las familias Bagó y Roemmers, grupos como la familia Pérez Companc, empresarios multirubro que patrocinan a Milei como Eduardo Elsztain de IRSA y Eduardo Eurnekián de Aeropuertos Argentina 2000, y unicornios como Marcos Galperín de Mercado Libre, Pierpaolo Barbieri de Ualá y Martín Migoya de Globant. Lo integran además productores de alimentos como la familia Blaquier desde Ledesma, Miguel Acevedo de Aceitera General Deheza (ADG), Eduardo Constantini de Consultatio, los Saguier con La Nación, el clan Bulgheroni de Pan American Energy y otras empresas como OSDE y Cencosud.
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El mismo día que Milei y sus ministros firmaron el DNU 70, el 21 de diciembre de 2023, AEA emitió un comunicado titulado "Una oportunidad histórica". Su texto reproducía el relato de Milei, criticando "el tamaño excesivo del Estado en relación con el PBI, y las consecuencias muy negativas que han tenido por largas décadas los déficits en las cuentas públicas". Y tenía un párrafo clave: "También valoramos muy especialmente, que el gobierno se disponga a tomar medidas que permitan el más pleno desarrollo del sector privado, sometido por años a injerencias estatales indebidas, a controles de precios, a una elevadísima presión tributaria, a restricciones arbitrarias en materia de comercio exterior, y a amenazas como la Ley de Abastecimiento".
El relato de AEA y de Milei es el mismo. El texto del DNU hablaba de "que ningún gobierno federal ha recibido una herencia institucional, económica y social peor que la que recibió la actual administración por lo que es imprescindible adoptar medidas que permitan superar la situación de emergencia creada por las excepcionales condiciones económicas y sociales que la Nación padece, especialmente, como consecuencia de un conjunto de decisiones intervencionistas" y de que "se debe reconstruir la economía a través de la inmediata eliminación de barreras y restricciones estatales que impiden su normal desarrollo, promoviendo al mismo tiempo una mayor inserción en el comercio mundial". Los fundamentos de el proyecto de ley Ómnibus dicen: "Desde hace años la economía argentina funciona con un déficit fiscal crónico que se ha buscado suplir por vía de la emisión monetaria, por vía del endeudamiento o por el aumento indiscriminado de impuestos. Estos mecanismos no solo atentan contra la vida, la libertad y la propiedad de los individuos; sino que además generan distorsiones en el sistema de precios que impiden el cálculo económico e inevitablemente obstaculizan la acumulación de capital, la generación de riqueza y, en consecuencia, producen pobreza e indigencia". Milei y AEA, un copy paste.
Con este mismo relato Milei presiona por la urgencia del DNU y de la aprobación de la ley ómnibus. Pero, ¿es necesario ese apuro? ¿Como les fue a las empresas de AEA?
Una revisión de sus balances y de sus índices de rentabilidad indica que no. El Destape recopiló y analizó los balances públicos de las empresas que integran AEA, que están disponibles en la web de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y, algunos de ellos, también publicados por las propias empresas. Es toda información pública. A partir de allí este medio calculó la rentabilidad de cada empresa, con la metodología de tomar los resultados antes de impuestos sobre los ingresos. Se tomaron los últimos balances presentados, que van de enero a septiembre de 2023 y comparan con el mismo período de 2022.
En 2022, último año donde hay datos, las 500 empresas más grandes de Argentina tenían 795.647 trabajadores registrados. La cantidad de trabajadores del sector privado registrado es de 6,2 millones. Es decir, las 500 grandes empresas emplean al 12,7% de los trabajadores. Son, sin embargo, las que concentran sectores industriales, de alimentos, de medicamentos, financieros, de servicios y energía.
El promedio de rentabilidad de las 500 grandes empresas fue del 5,3%. Pero las integrantes de AEA les fue mucho mejor.
• Ternium (Techint), de los Rocca, tuvo una rentabilidad del 32,7% en 2022 y de 31,8% en 2023. Bajó un poco pero sigue altísima.
• Aluar, desde donde la familia Madanes Quintanilla tiene el monopolio del aluminio, tuvo 24,9% de rentabilidad en 2022 y 15,59% en 2023. Bajó, pero sigue alta.
• Ledesma, de los Blaquier, paso de 5,48% de rentabilidad en 2022 a 8,66% en 2023, casi el doble.
• Molinos Rio de la Plata, empresa de alimentos de la familia Pérez Companc, paso de 8,96% de rentabilidad en 2022 a 12,02% en 2023
• Aeropuertos Argentina 2000, del sponsor mileista Eduardo Eurnekián, tuvo 45% de rentabilidad en 2022 y 29% en 2023
• Edenor, hoy del multiempresario José Luis Manzano, pasó de reportar pérdidas en 2022 a una rentabilidad del 35% en 2023
• Edesur, aún del grupo Enel, mientras dice que quiere desprenderse de la firma tuvo rentabilidad del 11,4% en 2022 y 7,4% en 2023
• Arcor, alimenticia de la familia Pagani, tuvo 13,1% de rentabilidad en 2022 y 8% en 2023.
• Telecom, el holding que comanda Magnetto, reportó pérdidas en 2022 y 8,26% de rentabilidad en 2023
• IRSA, del sponsor de Milei Eduardo Elsztain, dijo que perdió plata en 2022 pero en 2023 reportó una rentabilidad del 12,9%
• Mercado Libre, de Marcos Galperín, informó a sus inversores una rentabilidad en dólares del 11% en 2022 y del 18,2% en 2023
• Pan American Energy, de los Bulgheroni, tuvo 19,8% de rentabilidad en 2022 y 17.3% en 2023
• Globant, el unicornio que comanda Martín Migoya, informó a sus inversores una rentabilidad en dólares del 16,3% en 2022 y del 15,1% en 2023
• Consultatio, de Eduardo Constantini, dijo que tuvo pérdidas en 2022 pero una rentabilidad del 25,1% en 2023.
• Pampa Energía, el holding que lidera Marcelo Mindlin, reportó 28,43% de rentabilidad en 2022 y trepó a 40,46% en 2023
• Cencosud, la multinacional chilena polirubro, reportó rentabilidad de 13,7% en 2022 y 15,9% en 2023
• Banco Macro, de las familias Brito y Carballo, tuvo rentabilidad de 8,75% en 2022 y 9,68% en 2023.
• Banco Santander, de la familia Botín, tuvo 8% de rentabilidad en 2022 y 11,48% en 2023.
Estos números muestran, primero, que las empresas de AEA que están detrás del plan Milei tuvieron rentabilidad, y en muchos casos extraordinaria, lo que desmiente esa idea de que era necesario un cambio tal como el que escribieron en el DNU y en la Ley Ómnibus.
Segundo, la rentabilidad es dispar por sectores, ya que son negocios distintos. Pero el análisis de la rentabilidad de estas empresas comparado con el promedio de sus sectores revela lo extremo de sus balances.
Tomando solo 2022, último año donde hay información del INDEC, la rentabilidad promedio de la industria manufacturera fue del 9,3%. Frente a eso, Aluar cosechó un 24,9% y Techint un 32,7%. Transporte tuvo una rentabilidad promedio de 2,5%, mientras que Aeropuertos Argentina 2000 de Eurnekián tuvo un 45%. El sistema financiero tuvo cerca del 1,7% (el margen es bajo pero el volumen es muy alto), mientras que el Banco Macro llegó al 8,75%, el Santander al 8% y Mercado Libre (que opera como una financiera) al 11% en dólares.
La rentabilidad promedio de alimentos fue del 2,3%. Pero Ledesma obtuvo un 5,48%, Molinos Ríó de la Plata un 8,96% y Arcor un 13,1%.
El caso de alimentos merece un capítulo aparte. La inflación interanual general fue del 211% pero en alimentos fue del 251%. Es, por lejos, el que más aumentó y con casos realmente excepcionales, de estrecha vinculación con el empresariado detrás de Milei.
El arroz pasó de $183 el kilo en diciembre de 2022 a $1.557 en diciembre de 2023. Una aumento del 751%. Esto significa que el arroz subió:
• 539 puntos arriba de inflación
• 394 puntos arriba de dólar oficial
• 549 puntos arriba de MEP
• 555 puntos arriba de dólar ilegal
• 667 puntos arriba de emisión monetaria
Uno de los principales arroceros del país es José Antonio Aranda, uno de los dueños del Grupo Clarín. Su negocio arrocero opera a través de Copra SA. Según el registro de NOSIS Copra tiene deudas bancarias por más de 3.000 millones de pesos, el 74% con el Banco Nación. Pero mientras utiliza la banca pública, cuya privatización fue autorizada por Milei en su DNU, Aranta registra pagos parciales en los aportes patronales desde julio de 2023 y no pagó los de diciembre. El artículo 56 del DNU deroga los artículos 43 a 48 de la Ley de Prevención de la Evasión Fiscal y elimina la obligación del empleado de cumplir con las obligaciones de la seguridad social y las sanciones por su incumplimiento. A medida. Justo para que Clarín se alinee con el nuevo gobierno.
El caso del azúcar también es notable. El kilo estaba $251 en diciembre de 2022 y pasó a $1.308 en diciembre de 2023. Un 421% de aumento, lo que significa que estuvo:
• 210 puntos arriba de inflación
• 64 puntos arriba de dólar oficial
• 219 puntos arriba de MEP
• 225 puntos arriba de dólar ilegal
• 337 puntos arriba de emisión monetaria
El mandamás del azúcar es el holding Blaquier a través de Ledesma. La empresa no sólo tuvo una rentabilidad extraordinaria. En el DNU agregó el capítulo donde Milei derogó el "Régimen de entregas de azúcar para consumo en el mercado interno" que regía por la Ley 18.770. Con esto la familia Blaquier podrá exportar su producción sin límites. Actualmente el 90% de su producción se destina al mercado interno y el 10% a exportación. ¿Cuanto costará el azúcar?
Los fideos secos tipo guisero, otros producto de consumo básico que mide el INDEC, pasaron de $191 los 500 gramos en diciembre de 2022 a $991 en diciembre de 2023. Es un 419% de aumento, lo que significa que estuvieron:
• 207 puntos arriba de inflación
• 62 puntos arriba de dólar oficial
• 217 puntos arriba de MEP
• 223 puntos arriba de dólar ilegal
• 335 puntos arriba de emisión monetaria
Un actor clave es Molinos Río de la Plata, de la familia Pérez Companc.
¿Qué necesidad había de una desregulación económica y del corrimiento total del Estado para estas empresas?