El gobierno amenaza con privatizar Aerolíneas y los dialoguistas hacen cuentas en el Congreso

El PRO presentó un proyecto el 9 de septiembre y el tema se instaló en los medios. En abril, con la ley Bases, Diputados aprobó ampliamente la privatización de la empresa estatal, pero el Senado la quitó del listado. Ahora, hay disposición para discutir, pero habrá diferencias internas.

20 de septiembre, 2024 | 00.05

La oposición dialoguista se enfrenta, luego de una avanzada coordinada y transversal contra el gobierno, a nuevos desafíos. El Presupuesto 2025 demandará una discusión de meses, pero se deberán resolver otras instancias más inmediatas, al menos en lo discursivo. La privatización de Aerolíneas Argentinas volvió a ser materia de discusión, a la espera del anunciado veto al financiamiento universitario.

Respecto a la cuestión educativa, las ausencias fueron la clave de la discusión en Diputados. Faltaron 36 legisladores. Ese número, se poroteó, debería volcarse mayoritariamente en favor de la ley que beneficia a las Universidades. La oposición partirá de una base menor a la conseguida con las jubilaciones. La iniciativa había sido aprobada por 142 votos, mientras que para garantizar el rechazo al veto se necesitarán 172.

La clave pasará por la movilización de las Universidades y su capacidad de influir en la conciencia de legisladores más volátiles. La intención es superar el número de 153 sufragios conseguidos contra el veto a los jubilados, sin perder de vista la chance de rechazar el del financiamiento a la educación superior.

Como contó El Destape, el lunes el gobierno se comprometió a analizar un proyecto presentado por el PRO para privatizar Aerolíneas Argentinas. El texto ingresó el 9 de septiembre con la firma de Hernán Lombardi y consta sólo de tres artículos orientados a vender la compañía.

El macrismo comparte la visión económica de Javier Milei, pero también entiende que, embarcados en esa discusión macro, no se discute la verdad de la milanesa: la falta de resultados en todas las áreas. Avanzar contra la aerolínea de bandera es un gesto que a Mauricio Macri le gustaría que el gobierno consolide.

El PRO festeja la política de “cielos abiertos” impulsada durante su gobierno como una muestra de gestión, por eso Mauricio se metió de lleno en la discusión para instalar la supuesta necesidad de privatizar la empresa del Estado: quiebra, escisión de la firma o reducción y liquidación de activos fueron sus propuestas.

En la UCR, “la mayoría del bloque (de Diputados) está de acuerdo” con tratar este tema y avanzar con la entrega de la compañía. Según explicó una fuente centenaria, la conectividad aérea debería existir sólo para los lugares a los que la gente quiere viajar.

El boina blanca en favor de la venta consideró que no se puede subsidiar un servicio que usan “los sectores de más altos ingresos”. Por eso, apuntó que la política de cielos abiertos y el ingreso de más empresas low cost deberían aumentar la oferta y abrir más destinos.

En el Senado, donde la UCR pidió sacar Aerolíneas de la lista de privatizaciones, el tema no fue conversado, aunque se sabe que hay diferencias. Una fuente de este sector reafirmó su disposición a discutir la ley que mande el gobierno, aunque advirtió que, probablemente, sea un fracaso.

Un poco en línea con esta última idea, otro dirigente consideró que no sería el momento adecuado para avanzar. Según esta lectura, primero habría que "sanear" la compañía para no regalarla por poco dinero. En este caso, la conectividad se mostró clave. Hubo pedidos para garantizar más vuelos al interior y mayor comunicación entre las provincias.

Por ahora, la información les llegó sólo vía medios de comunicación, sin precisiones sobre la figura legal que impulsará el gobierno. Esto imposibilitó cerrar posiciones de manera anticipada.

Encuentro Federal volvería a evidenciar diversidad. Algunos, dispuestos a discutir un modelo mixto que incluya un porcentaje de capital privado y otro estatal, mostraron la intención de ir en contra de la privatización como está planteada, al menos lo que se conoce hasta el momento.

A fines de abril, Diputados aprobó el título de las privatizaciones, incluida Aerolíneas, que finalmente quedó excluida. Tuvo 138 votos afirmativos, seis menos que la media sanción en general. Alcanzó los 111 negativos, dos abstenciones y cinco ausencias. Una parada difícil para la oposición que no quiere entregar, así sin más, la aerolínea de bandera.

El PRO acompañó prácticamente en su totalidad. En ese momento, el espacio estaba integrado por 37 legisladores, uno menos que en la actualidad. La mayoría votó a favor, uno solo estuvo ausente por licencia médica y otro fue contra la entrega de la empresa, Héctor Stefani, de Tierra del Fuego.

En la UCR hubo 29 votos a favor, sólo cuatro negativos y una abstención. Los que decidieron no acompañar este apartado fueron los combativos de siempre. A esa altura del año, fueron pocos los que se animaron a jugar un rol opositor al gobierno, un número que empezó a crecer con el correr del tiempo, no sin dificultades.

Cuando el proyecto volvió del Senado sin Aerolíneas entre las compañías a privatizar, desde la UCR se trabajó para insistir con su venta, sin éxito. Por esa fecha, Rodrigo de Loredo, sostuvo que “es inconcebible que una empresa aérea que tiene un déficit diario de 1.400.000 dólares sea sustentado por los sectores más humildes para que viajen los más pudientes con tarifas subsidiadas”.

El bloque de Miguel Ángel Pichetto, en abril mucho más amplio que en la actualidad, brindó 15 acompañamientos, sólo cinco rechazos - que se mantendrían, al menos en su mayoría – , una ausencia y una abstención. La Coalición Cívica se separó de este espacio después del debate por la ley Bases, pero con la línea pública de avanzar con la entrega de la compañía.

En marzo, el jefe de la Coalición Cívica en la Cámara Baja, Juan Manuel López, presentó un proyecto, acompañado por sus otros compañeros de espacio, para declarar varias empresas como “sujetas a privatización” total o parcial bajo argumentos de ineficiencia operativa y financiera, de mala gestión, desequilibrios macroeconómicos, corrupción, falta de capacidad para cumplir con los objetivos iniciales, entre otros puntos. Elisa Carrió reforzó esta posición en redes sociales.

La única oposición firme a esta iniciativa fue Unión por la Patria, que apenas registró tres ausencias sobre 99 y los cinco de la Izquierda. Sin ninguna sorpresa, el oficialismo sostuvo los 38 legisladores propios de ese momento, secundados por Buenos Aires Libre (que ahora integra LLA), los tucumanos de Creo e Independencia, los sanjuaninos de Producción y Trabajo, los de Santa Cruz y el neuquino. También Innovación Federal.