Tras la ratificación del veto a la ley de financiamiento universitario, el Gobierno de Javier Milei busca avanzar rápidamente con su agenda privatizadora de Aerolíneas Argentinas. En paralelo a las negociaciones por los fondos educativos y del presupuesto, en reserva el Ejecutivo organizó un encuentro con diputados "dialoguistas" para garantizarse los votos. El resultado fue inesperado: los legisladores salieron espantados por la destrucción libertaria propuesta para la aerolínea de bandera.
Para el miércoles, está prevista la próxima reunión de las comisiones de Transporte y Presupuesto y el oficialismo apura el dictamen a favor del proyecto del PRO y la Coalición Cívica (CC) que pone a la empresa estatal “sujeta a privatización”. El texto, así como está, no cuenta con el respaldo de Unión por la Patria, la izquierda y Encuentro Federal. Con esa ecuación, el oficialismo no consigue las firmas necesarias para que la iniciativa avance y llegue al recinto.
Con ese cálculo, el lunes las autoridades de la secretaría de Transporte convocaron a los diputados "dialoguistas" para negociar. Participaron miembros del radicalismo, del macrismo y del bloque de Miguel Ángel Pichetto. Los federales salieron horrorizados porque develaron que el Gobierno no tiene plan para Aerolíneas salvo su privatización y desguace.
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“Como no pueden resolver el problema con los gremios, la solución es desguazarla”, sintetiza uno de los diputados presente en el encuentro reservado. Los legisladores fueron a escuchar una propuesta del Gobierno pero al llegar, los funcionarios les pidieron a ellos que aporten ideas. “Están muy en el aire y no tienen proyecto de solución intermedia”, se queja el testigo.
La sorpresa no fue sólo por la escasez de ideas por fuera de la privatización total de la empresa sino también por la ausencia de cifras oficiales y datos firmes para justificarla. “Nos dieron un diagnóstico sin datos. Lo que nos espantó de la reunión es que dijeron que ya resolvieron todos los problemas de la empresa pero que igual hay que desguazar”, resume.
Si bien el PRO y un sector mayoritario del radicalismo van por la privatización total, absoluta y sin condicionamientos; ante el secretario de Transporte Franco Mogetta, el titular de Aerolíneas Fabián Lombardo, el secretario de privatizaciones Diego Chaher y el subsecretario de transporte aéreo Hernán Gómez, Encuentro Federal pide una opción intermedia. La propuesta es el establecimiento de un porcentaje de venta de acciones con la idea de que el gerenciamiento y las inversiones queden en manos de una aerolínea privada pero con la continuidad de participación estatal.
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Los "dialoguistas" reclamaron -en el despacho de Martin Menem- cifras concretas para avanzar, la presentación de los últimos tres balances y una copia del convenio colectivo que para el Gobierno debe ser modificado. Les respondieron días después con un power point. "No tienen hechos los números”, sospechan en el Congreso. En la reunión estuvieron Nicolás Massot y Óscar Agost Carreño de EF, los radicales Alejandro Cacace y Pamela Verasay y Silvana Giudici del PRO, entre otros.
“El proyecto de privatización de Aerolíneas le permite al Gobierno hacer lo que le plazca con la empresa. Queremos debatir todo proyecto que implique un manejo más eficiente de los recursos de los argentinos, pero el Gobierno debe aclarar cuál va a ser la metodología y el procedimiento”, reclamó Massot, en línea con lo declarado en el plenario de comisiones sobre el tema. En el espacio apuntan a una gestión eficiente con capital privado, participación estatal y controles permanentes.
“Nuestro modelo es YPF. Estamos dispuestos a acompañar así, no el desguace ni la privatización porque no pueden resolver la paritaria y el conflicto gremial”, sintetizan en el despacho del ex jefe de bloque macrista. Fue otro de los que salió particularmente sorprendido del plan de entrega fragmentada de la línea de bandera.
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