Dialoguistas y combativos, el acuerdo del FMI volvió a exponer a Cambiemos

Larreta no abandonó su intento de mostrarse más duro contra el Gobierno nacional y Gerardo Morales volvió a plantarse como el resguardo del diálogo y moderación opositoras en un año clave para conquistar núcleos duros pero no cerrarle la puerta a otros espacios.

28 de enero, 2022 | 17.06

Sin globos pero en conformidad con el acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional, la oposición volvió a partirse en las formas. Con la decisión política de no emitir opinión profunda hasta que no se conozcan los detalles del pacto en el Congreso de la Nación, Juntos por el Cambio mostró nuevamente las diferencias intrínsecas a una alianza cada vez más compleja y con múltiples aspiraciones de liderazgo. Algunos decidieron destacar el entendimiento, otros volvieron a remarcar que ellos lo hubieran logrado "en cinco minutos", muchos se concentraron en celebrar la no caída en default y nuevamente se "exigió" un plan económico que indique cómo crecerá la economía del país para afrontar las distintas metas.

Las declaraciones públicas y rimbombantes fueron y seguirán siendo para el electorado propio. Envueltos en una interna feroz para conquistar al núcleo duro de cada partido, los dirigentes tomaron la decisión de afianzar el discurso más combativo, al menos en algunas circunstancias, con más o menos fuerza. Apenas conocido el pacto, el presidente de la UCR, Gerardo Morales celebró la "buena noticia" y reivindicó "la actitud responsable de la oposición en un tema clave para la vida de los Argentinos". En las últimas semanas, el jujeño intentó mostrarse como la pata dialoguista y negociadora de una oposición cada vez más belicosa con el Gobierno nacional, un lugar que el larretismo aún no dio por perdido ya que cuando el gobernador del norte pidió una reunión sólo entre Cambiemos y Martín Guzmán, algo que no se concretó, quedó "pedaleando en el aire", interpretaron desde Uspallata. Ahora, casi como la secuela de una película de la moderación, fue el que se mostró más abierto a las conversaciones y habló por toda la alianza, casi como si fuera el único garante de la paz.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Con su propia interna frente a Patricia Bullrich, una halcona consagrada, Larreta no pudo adoptar la misma postura. Cambiemos se encamina a enfrentar pujas de candidaturas dentro de la alianza y dentro de cada partido, y el PRO no será una tarea sencilla para el jefe de Gobierno porteño que perdió fuerza dentro del núcleo duro a causa de su predisposición al diálogo en 2020. El mandatario no sólo resaltó la no caída en default y pidió esperar a conocer la "letra chica" en el Congreso sino que volvió sobre una de sus frases de los últimos días, esa que exige como "imprescindible" el anuncio de un "plan económico para recuperar el crecimiento y generar trabajo". Horas antes, el hombre de la CABA había cuestionado las supuestas "contradicciones" en los discursos del Gobierno, algo que entendió perjudicial para cualquier tipo de acuerdo que, al fin y al cabo, se consiguió. Un gran "está bien, pero".

Una línea similar adoptó Bullrich en recorridas de campaña. Para la presidenta del PRO fue bueno haber evitado el default pero aclaró, como anticipó El Destape, que la posición de Cambiemos se conocerá recién con la letra chica sobre la mesa en el Congreso. Sin embargo, un alfil suyo tuvo una expresión un tanto más contundente, parteaguas en la batalla entre halcones y palomas. Gerardo Milman, vicepresidente del bloque macrista en Diputados, lanzó un calco de una frase esgrimida por Macri: "Hace dos años, nosotros hubiésemos tardado cinco minutos en hacer un mejor acuerdo. El gobierno hizo sufrir innecesariamente a la Argentina todo este tiempo". La pregunta, entonces, es qué tipo de acuerdo podría haberse firmado en tan poco tiempo y bajo qué condiciones. El pacto actual evitó una reforma laboral, previsional, hizo foco en la necesidad de invertir en obra pública, en ciencia, en tecnología, y no implicará, según explicaron los funcionarios nacionales, déficit cero. ¿En cinco minutos hubiera sido igual?

Escuetos en las declaraciones, la posición formal - obligada porque ahora será su turno de jugar - sólo se limitó a plantear lo "positivo de este primer entendimiento", el fin de la "incertidumbre" social y la evaluación pertinente en el Congreso. En tan sólo tres párrafos, el comunicado opositor destacó en dos ocasiones lo "preliminar" del acuerdo, algo que tomaron del comunicado del FMI y no de las palabras oficiales del Gobierno que representa al conjunto de los argentinos y argentinas.

Ahora quedará esperar. Para incluir el acuerdo con el Fondo dentro del temario de sesiones extraordinarias, el presidente Alberto Fernández deberá emitir un nuevo decreto que amplíe el listado de proyectos a debatir durante el mes de febrero. Una vez hecho eso, una vez presentado el texto, habrá giro a comisiones y comenzará el tratamiento. Marcelo Casaretto, secretario de la Comisión de Presupuesto y Hacienda en Diputados, anunció en redes sociales que impulsarán "su inmediata aprobación en el Congreso Nacional". Cuestión de horas.