Dos diputados del PRO intercambiaron mensajes en la red social Twitter, donde expusieron lamentables comentarios para exigir a sus compañeros de partido en el Senado que voten en contra del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Decenas de mensajes en repudio cruzaron a los legisladores por presionar contra el aborto y poner en riesgo a cientos de mujeres.
"Me resulta secundario lo que los senadores de @juntoscambioar piensen sobre la ley de aborto que se trata mañana. Si no es por lectura del malicioso proyecto, deben votar en negativo por lectura política, para no darle el triunfo al presidente y los suyos", escribió Francisco Sánchez, legislador del PRO por Neuquén.
Por su parte, el diputado del PRO Pablo Torello respondió que está de acuerdo con Sánchez y manifestó a los senadores que "esperan que lo hagan". Tanto Torello como Sánchez están en contra del proyecto de ley de interrupción del embarazo al que consideran un "asesinato", sin embargo se escudan en la supuesta estrategia política para pedir a los senadores que se opongan. Torello fue blanco de fuertes críticas por haber afirmado que las feministas eran "incogibles".
El Senado frente a un debate con la historia
El aborto tendrá su debate final en el Senado, en una sesión que se estima se extenderá hasta el miércoles y cuyo desenlace todavía es incierto debido a la paridad que existe entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
Esta iniciativa fue enviada por el Gobierno al Congreso junto a otra conocida como el Plan de los 1000 días, para la protección de las mujeres embarazadas y los primeros años de la infancia, que será debatida y votada en la misma sesión.
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El proyecto del IVE será puesto a consideración en una sesión especial que se iniciará a las cuatro de la tarde y de la cual la mayoría de los legisladores participará de manera remota, como ocurrió desde que se declaró la pandemia por coronavirus.
De acuerdo con la decisión parlamentaria emitida por la Presidencia de la Cámara, sólo se permitirá la presencialidad a poco más de una docena de senadores en el recinto: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios (el Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y seis por las demás bancadas.
El resto de los legisladores deberá pronunciar sus discursos a través de la plataforma Webex que viene utilizándose desde mayo y que funcionó sin mayores inconvenientes durante los meses de pandemia. El resto del edificio permanecerá cerrado y no se permitirá el paso a personas ajenas al estricto protocolo parlamentario dentro del hemiciclo.
Tampoco se habilitarán los pasillos y la prensa que se acreditó especialmente para esta sesión, alrededor de ochenta reporteros, será ubicada en el atrio del edificio y en el Salón de las Provincias, contiguo al Salón Azul y por donde suelen ingresar las autoridades nacionales cada vez que asisten a la sede legislativa.
El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados, el 11 de diciembre último y con 131 votos a favor, cuenta con apoyos y rechazos en el Senado, por lo que la definición se conocerá con el transcurrir de la sesión o, tal vez, en el mismo momento de la votación.